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Afectaciones por lluvias en Cáceres, Antioquia.
Afectaciones por lluvias en Cáceres, Antioquia. | Foto: Gobernación de Antioquia.

Antioquia

Dólar y lluvias: la entrecruzada de los campesinos en Antioquia

La probabilidad de deslizamientos e inundaciones en el departamento sigue activa por las constantes precipitaciones, amenazando la producción del segundo semestre.

7 de julio de 2022

La producción de alimentos en los 125 municipios de Antioquia se ha visto afectada por el precio de los insumos que provienen del extranjero y las fuertes precipitaciones que no han parado desde el primer mes del año. En consecuencia, los campesinos reportan pérdidas millonarias, cuyo impacto económico se siente en los hogares con el alza del valor de los productos de la canasta familiar.

La Central Mayorista de Antioquia detalló que hay una disminución en el flujo de cargas que provienen de las fincas de las subregiones del oriente y suroeste antioqueño. De igual manera, en los encargos que llegan de la costa Atlántica que se ve reflejada en la escasez e incremento de precios de los tubérculos como la yuca, maíz y plátano.

Los productores encuentran el primer obstáculo cuando adquieren los elementos para empezar a sembrar y mantener los cultivos al margen de las plagas con el alto costo de los insumos agrícolas, que en su mayoría se compran en el extranjero en dólares ―que esta semana tocó el techo con $ 4.329, a razón de los conflictos internacionales y las preocupaciones que hay en el mercado―.

De acuerdo con el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural de Antioquia, Rodolfo Correa, Colombia importa el 90 % de las materias primas de Rusia, Venezuela, Ucrania y Trinidad y Tobago, entre otros países de la región. Y solo el 10 % corresponde a la producción nacional, generando una sumisión ante los vendedores internacionales.

“Hoy el dólar amanece a un precio histórico en Colombia. Esto aumentará la inflación y, por tanto, el costo de todos los productos de la canasta familiar debido a una dependencia de insumos extranjeros. El país espera una reacción eficiente del Banco de la República”, afirmó el funcionario que también figura como el presidente del Consejo Nacional de Secretarios de Agricultura.

Después de conseguir las provisiones para alzar los cultivos en Antioquia, a los campesinos les llegó un nuevo dolor de cabeza tras los estragos de las lluvias: los productos se perdieron por las inundaciones y deslizamientos de tierra, al parecer, por la insuficiencia en el proceso productivo justificado en los insumos que no se adquirieron por el costo o el colapso de las vías.

Los daños también son asociados al perecimiento de los alimentos al fresco que no se pudieron comercializar por los movimientos en masa que obstaculizaron los corredores nacionales y terciarios del departamento. Por ejemplo, en el segundo trimestre del año quedaron desconectadas con Medellín las carreteras del suroeste, norte y occidente.

Las afectaciones se han sentido en todos los niveles de la economía. Según las estadísticas de la Asociación Nacional de Transportadores de Carga, diariamente pierden mil millones de pesos por la desestabilidad de los terrenos que los obligan a aumentar el precio de los fletes, agudizando la situación financiera de los campesinos.

“Hay casos pronunciados como el dado en el corregimiento de Santa Elena, ubicado en Medellín, donde la principal afectación que han reportado los campesinos de la zona es la destrucción de los cultivos de flores y hortalizas”, informó la Secretaría de Agricultura del departamento. Mientras que en el resto de los municipios los más golpeados han sido el café, maíz, plátano, yuca y fríjol.

La cosecha del café se ha visto reducida ya que el potencial de producción en los primeros meses del 2022 era de 14,5 millones de saco y, por las lluvias, se redujo a 11,5 millones. La preocupación de los caficultores es mayor porque los radares del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) proyectaron que las fuertes precipitaciones se extenderán hasta finales de junio, empatando con la segunda temporada de lluvias del año.