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Si no logra recuperar la personería del Nuevo Liberalismo, Carlos Fernando Galán se lanzaría por firmas. | Foto: Esteban Vega

POLÍTICA

El segundo round de Galán por la Alcaldía de Bogotá

Carlos Fernando Galán concretó su candidatura. El exsenador tiene todo para convertirse en el principal contendor de Claudia López.

23 de abril de 2019

Cada cuatro años, la campaña por la Alcaldía de Bogotá suele calentarse en junio, pocos días antes de vencer el plazo de la inscripción de candidatos. Sin embargo, en esta oportunidad los motores de los aspirantes ya están en marcha y comenzarán a transitar después de Semana Santa. Aunque tienen hasta el 26 de junio para presentarse por firmas, ya casi todos saltaron a la arena.

En las encuestas, Claudia López aparece como la puntera. La candidata de los verdes tiene el impulso de haber ganado en un sondeo frente a Antonio Navarro y el aire de haber ganado elecciones en Bogotá. Fue fórmula vicepresidencial de Sergio Fajardo, quien triunfó en la primera vuelta presidencial en la ciudad. A eso se suma que la consulta anticorrupción que promovió pasó el umbral en la capital. López es una típica electora bogotana, capaz de reflejar los valores cada vez más liberales de una ciudad que puede premiarle ser mujer y contestataria.

Pero este martes a López le salió un competidor de peso. Se trata del exsenador Carlos Fernando Galán, quien, sigilosamente, viene preparándose hace varios meses para llegar al Palacio Liévano. Desde enero, cuando terminó una maestría en administración pública en la Universidad de Nueva York, ha estado reuniéndose con ‘bogotanólogos’ y expertos en temas de ciudad.

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En el mundo político recuerdan su renuncia a Cambio Radical y a su curul como senador cuando la mayoría de su bancada apoyó a Iván Duque en segunda vuelta.Aunque reconozco la inteligencia y la honestidad de Iván Duque, no me puedo identificar con el proyecto político del Centro Democrático”, dijo en junio de 2018.

Desde entonces se especulaba que podría aspirar a la Alcaldía capitalina. Quienes lo conocen saben que las ganas de llegar a ese puesto siempre han estado en sus venas, sobre todo después de haber sido concejal de la ciudad entre 2007 y 2010. Con poco más de 48.000 sufragios, se convirtió en el cabildante más votado de ese periodo, y el proyecto independiente Bogotá Cómo Vamos le dio varias veces el título de mejor concejal.

La bandera anticorrupción se convirtió entonces en la suya. Junto con su colega Carlos Vicente de Roux –quien para entonces era de la cuerda de Gustavo Petro– denunció aspectos relacionados con el cartel de la contratación. Galán fue quien reveló las irregularidades en los contratos de los empresarios Julio Gómez y Emilio Tapia con la alcaldía de Samuel Moreno.

La visibilidad que tuvo como concejal lo llevó a lanzarse a la Alcaldía en 2011. En esa elección, un sector ciudadano clamó porque él hiciera una coalición con otros dos competidores de su generación, Gina Parody y David Luna. Pero lograr un acuerdo entre los tres fue imposible y muchos asociaron a ese hecho que Gustavo Petro hubiera ganado.

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En 2015, Galán y Luna aparecieron en la misma foto. Esa vez apoyando a Enrique Peñalosa, quien se inscribió por firmas y con el aval de Cambio Radical. Galán tuvo que ver mucho en esa decisión y, ya como senador, salió cientos de veces en la campaña de Peñalosa a repartir volantes a la calle.

Salir de Cambio Radical no le generó un trauma a su relación con Vargas Lleras. Muchos consideran al exvicepresidente el mentor político de Galán por haberle dado la cabeza de lista al Concejo para que empezara su carrera, y mantienen una relación cordial y cercana. Cuando Carlos Fernando le dio el portazo al partido, Vargas le aseguró a varios de sus coequiperos que lo entendía.

Galán, por varias razones, se perfila hasta el momento como el más duro competidor de Claudia López. En una medición hecha por el Centro Nacional de Consultoría a finales de enero, apareció en tercer lugar de intención de voto con el 12 por ciento, después de López (22 por ciento) y Antonio Navarro (17 por ciento). SEMANA conoció dos sondeos hechos para las campañas de dos candidatos, en los que hasta hace dos semanas Galán seguía apareciendo de tercero. Esas cifras seguramente se han rebarajado por cuenta de que Antonio Navarro ya salió del juego.

Galán tiene dos caminos para lanzarse. El primero de ellos es recuperar la personería del Nuevo Liberalismo, tarea a la que le ha puesto empeño junto con su hermano Juan Manuel. Los Galán aseguran que, en virtud del acuerdo de paz, tienen derecho a recobrar la personería tal y como lo hizo la UP. Insisten en que el “Nuevo Liberalismo también fue objeto de exterminio”. Sin embargo, esa posibilidad depende de una ruta jurídica y política compleja. Hasta ahora esa batalla ha resultado muy complicada.

La otra opción es que Galán se inscriba por firmas y decida competir solo o hacer parte de una coalición. Si decide lo último, no lo haría en la izquierda ni en la derecha. Él quiere ubicarse en el centro del espectro político, lo cual, en plata blanca, aún tiene varios escenarios.

Galán no genera temor en la derecha ni lo en con prevenciones en la izquierda. En las encuestas le va bien. 

El primero de ellos, que Claudia López y la Colombia Humana de Petro rompan del todo por cuenta de la distancia creciente entre este y Sergio Fajardo, quien apoya a la candidata verde. De no ocurrir esa ruptura, López se convertirá en la candidata de una convergencia asociada a la izquierda. Personas cercanas a Galán le dijeron a SEMANA que él no haría parte de una coalición en la que tenga juego Petro.

El segundo escenario sería conformar una coalición de centro en la que podrían estar el exministro David Luna, si decide lanzarse, y el exsecretario de Gobierno Miguel Uribe, avalado por César Gaviria.

Más allá de las encuestas y así llegue solo o en coalición, a Galán se le ven posibilidades de competirle a Claudia por varias razones. Ambos tienen imagen de referentes políticos contra la corrupción. Ella, por la consulta que lideró. Él, por las denuncias del carrusel y por tener un apellido que muchos colombianos asocian con la transparencia. Ninguno de los dos ha tenido jamás un escándalo.

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Al igual que Claudia López, hasta ahora Galán no ha despotricado de ninguno de sus eventuales contendores. No obstante, hay quienes consideran que la neutralidad puede ser un arma de doble filo para las campañas. El politólogo Francisco Gutiérrez, por ejemplo, refiriéndose a Sergio Fajardo, cree que “como evade las peleas, despierta pocas antipatías. El costo con este método es que pierde oportunidades para convertirse en primera o segunda preferencia para muchos electores”. En otras palabras, no está claro que en medio de una polarización tan alta querer estar en el centro sea rentable.

Pero, desde la otra perspectiva, Galán tiene a su favor que no despierta temor en los sectores de derecha ni en los de izquierda. Mientras que los primeros no lo ven como un enemigo, los segundos le agradecen no haber apoyado a Duque.El camino es salir de la polarización”, asegura.

Durante su campaña, Carlos Fernando Galán tendrá el reto de separarse de la mala imagen de Enrique Peñalosa. Aunque este es el mentor de Miguel Uribe, como Galán se entregó a la campaña peñalosista en 2015 es difícil no asociarlo con el alcalde.

Él mismo reconoce que se distancia en algunos temas de Peñalosa, pero coincide en otros. No le gusta, por ejemplo, su poca disposición a dialogar. “El diálogo constructivo puede llevar a mejorar proyectos y a corregir problemas. Ningún alcalde se las sabe todas”. Sin embargo, valora temas como “lo que ha hecho con los parques de la ciudad, la reducción de embarazos de adolescentes y los avances y consecución de recursos para muchas obras que necesita Bogotá”. Sobre temas tan polémicos como el metro o TransMilenio por la carrera Séptima, aún prefiere no hablar. Seguramente se pronunciará en los próximos días, cuando confirme su intención de ser alcalde.

Existe una especie de tradición según la cual Bogotá elige para alcalde a figuras nacionales y no a quienes han limitado su trabajo a la ciudad. Al igual que Claudia López, Galán nació en la política a nivel local y en el Senado proyectó su nombre en lo nacional. Con el poco peso de la política tradicional en la capital, a no ser que crezca repentinamente otro candidato o el peso de la polarización se imponga, la campaña en Bogotá podría definirse como López versus Galán.

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