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Revista Enriquecida Edición 2034

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- El esperado reencuentro de Bill y Melinda Gates: los detalles de la boda fastuosa de su hija en Nueva York
- La mala hora de Bill Gates: infidelidades, bacanales y posibles abusos
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Edición 2034
PORTADA
Ed. 2034
Portada Semana 2034

GENTE
Bill Gates abre su corazón de nuevo: busca enamorarse y ya suenan las candidatas

Después de protagonizar uno de los divorcios más caros de los últimos tiempos, el magnate quiere volver a usar a cupido.

(Photo by Jemal Countess/Getty Images for TIME)

A Bill Gates los últimos años le han pasado factura. Su divorcio con Melinda, el amor de su vida, lo golpeó profundamente, pero casi al mismo nivel su cercana relación con Jeffrey Epstein. La relación cordial que tuvo con el acusado depredador sexual fue uno de los temas que rompió su relación con su exesposa.

Aún se arrepiente de ese cruce. “Diré por centésima vez, sí, no debería haber cenado con él”, dijo el multimillonario. Así mismo, aclaró que nunca fue parte de ninguna forma de las actividades ilegales de la red de trata de menores del magnate financiero. “No, quiero decir, no, cené con él y eso es todo”, declaró hace poco en una entrevista.

Parecía que Gates no levantaba en entusiasmo hasta que esta semana un periodista de la BBC de Londres logró que el magnate le contara lo que pasa por su mente, pero sobre todo por su corazón. Ante la pregunta de si estaba abierto a tener otra relación, Gates dijo: “Seguro, no soy un robot”.

Según el diario The Daily Mail, ese comentario coincide con una relación que la prensa ha venido revelando con una mujer morena que vive en Australia. La entrevista se hizo en Kenia, en donde Gates estuvo por una de sus causas benéficas.

Recientemente, fue noticia que su fundación donará 1.400 millones de dólares para pequeños granjeros y agricultores afectados por el cambio climático en África y Asia, durante la COP27 de Egipto. La donación será entregada a lo largo de cuatro años, y servirá para financiar métodos de lucha contra la sequía, las olas de calor e inundaciones extremas, según el comunicado distribuido en Sharm el Sheij.

“Los efectos del cambio climático han sido devastadores, y cuanto más tiempo pasa, más gente sufre y las soluciones se vuelven más complejas y costosas”, explicó el responsable de la Fundación, Mark Suzman. “Los líderes deben escuchar las voces de los agricultores y gobiernos africanos para comprender sus prioridades y responder con urgencia”, añadió.

El dinero apoyará el uso de nuevas tecnologías digitales, la innovación en las explotaciones ganaderas y a mujeres con pequeñas propiedades agrícolas, mediante una colaboración con el Fondo Internacional para del Desarrollo Agrícola de la ONU, explicó Suzman.

En su entrevista con la BBC, Gates habló de su trabajo por el cambio climático y de su actividad caritativa.

Los detalles sobre la separación de Bill y Melinda Gates son unos de los más buscados por la prensa del corazón. La pareja de magnates parecía vivir un cuento de hadas. Por eso, el anuncio de su divorcio sorprendió al mundo.

Sin embargo, poco a poco se comienzan a conocer detalles de esa ruptura. El diario The New York Post reveló una conversación que tuvo con uno de los grandes amigos de golf de Bill Gates. Según el relato, fueron ellos los primeros en conocer que las cosas no andaban bien entre la pareja.

Bill habría descrito en un día de juegos su matrimonio como una unión “sin amor”. El testimonio anónimo de esa fuente cercana al fundador de Microsoft deja ver la desilusión que el magnate tendría por la vida de pareja que llevaba.

“Bill habló con sus amigos cercanos en el campo de golf”, le relató al diario. “Él les dijo hace un tiempo que el matrimonio no tenía amor, que había terminado por algún tiempo y que estaban viviendo vidas separadas”, agregó.

Gates, según el periódico, es un fanático del golf y tuvo en el campo del Manele Bay Hotel en Hawái uno de sus momentos de enamoramiento de Melinda. Se dice que ha estado recluido en un condominio exclusivo mientras pasa esta mala racha. El lugar sería The Vintage Club en Indian Wells, California, que se anuncia a sí mismo como “uno de los campos de golf más prestigiosos de los Estados Unidos”.

Vea el reportaje de Dora Glottman sobre el divorcio de los Gates

Bill y Melinda, ella tan nerd como él, siempre dieron la impresión de ser la pareja de multimillonarios perfecta, pues nunca reflejaron la arrogancia ni las peleas típicas de otros matrimonios de su clase. Se ganaron, además, la admiración del mundo porque se han desprendido de buena parte de su riqueza en busca de soluciones para problemas como la pobreza y las enfermedades.

Pero hace dos años dejaron atónito al planeta con un giro inesperado. “Ya no podemos crecer como pareja”, dijeron, al anunciar que ‘parten cobijas’ tras 27 años de unión.

Cuando su relación apenas comenzaba, él insistió con esta petición: “¿Saldrías conmigo por dos semanas a partir del viernes?”, y ella respondió: “Eso no es espontáneo”. Al rato, la llamó a su casa y le preguntó: “¿Es esto lo suficientemente espontáneo para ti?”.

Tras siete años de noviazgo, el paso al matrimonio no fue fácil. Él era adicto al trabajo, así que a Melinda le tomó largo tiempo convencerlo de tomarse unas vacaciones.

Ni la decisión de llevar al altar a Melinda se salvó de la tendencia de Gates a analizarlo todo matemáticamente. En una pizarra anotó los pros y los contras de casarse, “pero por dentro estaba el alma de ese hombre tierno, cálido y curioso”, en palabras de ella.

Se casaron el primero de enero de 1994 y, tal vez, desde ahí comenzaron a formarse subrepticiamente las grietas que ahora han dado al traste con su felicidad.

En ese momento, él ya era uno de los hombres más ricos del globo y contaba con el prestigio de ser el genio que revolucionó la sociedad con la popularización del computador, el PC. No solo estaba en su apogeo como cabeza de Microsoft, sino que empezaba a descollar como líder mundial, lo cual lo obligaba a viajar todo el tiempo.

En un mes podía cubrir India, China y países de África, en tanto ella se quedaba en casa cuidando a sus hijos, Jennifer, Rory y Phoebe, hoy de 25, 21 y 18 años, respectivamente.

A Melinda se le hacía duro lidiar con eso y le preocupaba volverse “invisible”. “Me sentía muy frustrada y le decía a Bill: ‘Esto es demasiado y tú nunca estás en casa’. Entonces, él ponía su mano en mi rodilla y me contestaba: ‘Melinda, a donde quiera que vayamos siempre estaremos juntos’”.

Cultivaban su historia de amor con detalles como la pasión por El gran Gatsby, la célebre novela de F. Scott Fitzgerald. Fundaron un club de lectura, que hoy subsiste, y se aficionaron a la meditación.

Si caminaban por el campo, él siempre iba adelante, asegurándose de que no hubiera telarañas, pues ella las detesta.

Las hermanas de Gates cuentan que él siempre fue muy tímido y que la gran labor de Melinda fue sacarlo de sí mismo. Mientras que él se enfocaba en los hechos y la estadística, ella lo hacía en el corazón y la emoción.

Así mismo, ella no lo “malcrió” en la casa por ser tan rico. “Él lava los platos, lleva a los niños al colegio y saca al perro”, contó en una entrevista, en la que también relató que cada tarde dejaban sus oficinas gemelas en la fundación para cenar con sus hijos.

“Eran sencillos y nunca cayeron en la trampa de la riqueza”, señaló un allegado.

Pero en los últimos años afrontaron varias crisis. Cuando él dejó su puesto como directivo de Microsoft y otras de sus empresas fue justo para pasar más tiempo en familia. Pero ni ese ni otros esfuerzos sirvieron.

No se ha confirmado que haya un tercero en discordia, aunque ha causado sensación la revelación de que, desde que se casaron, acordaron que él podía pasar “un fin de semana largo” cada año con su exnovia Ann Winblad.

También se ha hablado de Zhe ‘Shelly’ Wang, una intérprete que trabajó en la fundación de los Gates.

La mujer lo desmintió, pero ha llamado la atención que no se ha aclarado con quién habría sido el presunto affaire, si con Bill o con Melinda.

Estaba en juego, ciertamente, una fortuna fabulosa. Los Gates tienen 129.300 millones de dólares, según Forbes, aunque para otros la suma asciende a 146.000 millones.

Son los mayores terratenientes de Estados Unidos, con posesiones que equivalen al tamaño de Hong Kong.

A lo largo del país poseen varias casas, la principal de las cuales, Xanadú 2.0, en Seattle, mide más de 6.000 metros cuadrados y cuenta con seis cocinas, salón de baile para 150 personas y garajes para sus 23 carros, por citar solo algunos lujos.

Son dueños de varios aviones, colecciones y acciones en Microsoft, Four Seasons y Canadian National Railway, entre otras firmas. Con la repartición por mitades, Melinda se convertía en la segunda mujer más rica del planeta, después de Françoise Bettencourt Meyers, que posee 83 millones de dólares, y por encima de MacKenzie Scott, la exesposa de Bezos.


GENTE
El esperado reencuentro de Bill y Melinda Gates: los detalles de la boda fastuosa de su hija en Nueva York

La filántropa había desaparecido de los reflectores, pero este jueves fue vista con su hija mayor Jennifer que se casará este fin de semana, en un evento que despierta todas las miradas.

(Photo by Scott Olson/Getty Images)

Melinda French, la antigua esposa de Bill Gates, había tenido recientemente días muy grises. Tras su separación con el magnate, los medios no habían escatimado en revelar detalles de su vida privada y especialmente los errores que cometió su exmarido y que dieron por terminado esa idílica historia de amor.

Pero mejores tiempos le han llegado a la familia. El amor flechó a Jennifer, su hija mayor, quien contraerá matrimonio este fin de semana. El asunto, como era de esperarse, ha sido la comidilla del jet set de Nueva York, la ciudad donde se realizará la boda. Y varios paparazzis están detrás de la nueva pareja.

Algunos medios han logrado revelar detalles de ese acontecimiento, guardado con recelo por la familia. Por ejemplo, el Daily Mail aseguró que se están hospedando en el lujoso hotel Greenwich, donde las habitaciones pueden valer hasta 10 millones la noche. Y que tienen un sistema de escoltas con más de siete hombres en cuatro vehículos.

La hija de Gates fue vista con su mamá en el icónico hotel Plaza, uno de los símbolos de la lujosa gran manzana.

El diario inglés cuenta más detalles. Por ejemplo, que se están construyendo tiendas de campaña en la granja de caballos de 124 acres y $ 16 millones de dólares que sus padres le regalaron a Jennifer en North Salem, Nueva York, y que fue un obsequio por haberse graduado de la Universidad de Stanford en 2018.

Por cuenta de la pandemia y para resguardar la privacidad, la boda se realizaría allí. La joven pareja espera que se pueda hacer en sus prados y por eso la infraestructura para acondicionarlos ha sido monumental y que producido la queja de varios vecinos.

Los detalles sobre la separación de Bill y Melinda Gates han sido unos de los secretos más buscados por la prensa del corazón. La pareja de magnates parecía vivir un cuento de hadas. Por eso, el anuncio de su divorcio sorprendió al mundo.

Sin embargo, poco a poco se han conocido las razones de esa ruptura. El diario The New York Post reveló una conversación que tuvo con uno de los grandes amigos de golf de Bill Gates. Según el relato, fueron ellos los primeros en conocer que las cosas no andaban bien entre la pareja.

Bill habría descrito en un día de juegos su matrimonio como una unión “sin amor”. El testimonio anónimo de esa fuente cercana al fundador de Microsoft deja ver la desilusión que el magnate tendría por la vida de pareja que llevaba.

“Bill habló con sus amigos cercanos en el campo de golf”, le relató al diario. “Él les dijo hace un tiempo que el matrimonio no tenía amor, que había terminado por algún tiempo y que estaban viviendo vidas separadas”, agregó.

Gates, según el periódico, es un fanático del golf y tuvo en el campo del Manele Bay Hotel en Hawái uno de sus momentos de enamoramiento de Melinda. Se dice que ha estado recluido en un condominio exclusivo mientras pasa esta mala racha. El lugar sería The Vintage Club en Indian Wells, California, que se anuncia a sí mismo como “uno de los campos de golf más prestigiosos de los Estados Unidos”.

Vea el reportaje de Dora Glottman sobre el divorcio de los Gates

Bill y Melinda, ella tan nerd como él, siempre dieron la impresión de ser la pareja de multimillonarios perfecta, pues nunca reflejaron la arrogancia ni las peleas típicas de otros matrimonios de su clase. Se ganaron, además, la admiración del mundo porque se han desprendido de buena parte de su riqueza en busca de soluciones para problemas como la pobreza y las enfermedades.

Pero la semana pasada dejaron atónito al planeta con un giro inesperado. “Ya no podemos crecer como pareja”, dijeron, al anunciar que ‘parten cobijas’ tras 27 años de unión.

Cuando su relación apenas comenzaba, él insistió con esta petición: “¿Saldrías conmigo por dos semanas a partir del viernes?”, y ella respondió: “Eso no es espontáneo”. Al rato, la llamó a su casa y le preguntó: “¿Es esto lo suficientemente espontáneo para ti?”.

Tras siete años de noviazgo, el paso al matrimonio no fue fácil. Él era adicto al trabajo, así que a Melinda le tomó largo tiempo convencerlo de tomarse unas vacaciones.

Ni la decisión de llevar al altar a Melinda se salvó de la tendencia de Gates a analizarlo todo matemáticamente. En una pizarra anotó los pros y los contras de casarse, “pero por dentro estaba el alma de ese hombre tierno, cálido y curioso”, en palabras de ella.

Se casaron el primero de enero de 1994 y, tal vez, desde ahí comenzaron a formarse subrepticiamente las grietas que ahora han dado al traste con su felicidad.

En ese momento, él ya era uno de los hombres más ricos del globo y contaba con el prestigio de ser el genio que revolucionó la sociedad con la popularización del computador, el PC. No solo estaba en su apogeo como cabeza de Microsoft, sino que empezaba a descollar como líder mundial, lo cual lo obligaba a viajar todo el tiempo.

En un mes podía cubrir India, China y países de África, en tanto ella se quedaba en casa cuidando a sus hijos, Jennifer, Rory y Phoebe, hoy de 25, 21 y 18 años, respectivamente.

A Melinda se le hacía duro lidiar con eso y le preocupaba volverse “invisible”. “Me sentía muy frustrada y le decía a Bill: ‘Esto es demasiado y tú nunca estás en casa’. Entonces, él ponía su mano en mi rodilla y me contestaba: ‘Melinda, a donde quiera que vayamos siempre estaremos juntos’”.

Cultivaban su historia de amor con detalles como la pasión por El gran Gatsby, la célebre novela de F. Scott Fitzgerald. Fundaron un club de lectura, que hoy subsiste, y se aficionaron a la meditación.

Si caminaban por el campo, él siempre iba adelante, asegurándose de que no hubiera telarañas, pues ella las detesta.

Las hermanas de Gates cuentan que él siempre fue muy tímido y que la gran labor de Melinda fue sacarlo de sí mismo. Mientras que él se enfocaba en los hechos y la estadística, ella lo hacía en el corazón y la emoción.

Así mismo, ella no lo “malcrió” en la casa por ser tan rico. “Él lava los platos, lleva a los niños al colegio y saca al perro”, contó en una entrevista, en la que también relató que cada tarde dejaban sus oficinas gemelas en la fundación para cenar con sus hijos.

“Eran sencillos y nunca cayeron en la trampa de la riqueza”, señaló un allegado.

Pero en los últimos años afrontaron varias crisis. Cuando él dejó su puesto como directivo de Microsoft y otras de sus empresas fue justo para pasar más tiempo en familia. Pero ni ese ni otros esfuerzos sirvieron.

No se ha confirmado que haya un tercero en discordia, aunque ha causado sensación la revelación de que, desde que se casaron, acordaron que él podía pasar “un fin de semana largo” cada año con su exnovia Ann Winblad.

También se ha hablado de Zhe ‘Shelly’ Wang, una intérprete que trabajó en la fundación de los Gates.

La mujer lo desmintió, pero ha llamado la atención que no se ha aclarado con quién habría sido el presunto affaire, si con Bill o con Melinda.

La otra gran pregunta es qué va a pasar con la fortuna. La prensa de Estados Unidos asegura que se casaron sin acuerdo prenupcial y que las leyes del estado de Washington consagran la partición por mitades.

Empero, en la demanda de divorcio, ella pide que se honre un “contrato de separación” que ya tienen.

Está en juego, ciertamente, una fortuna fabulosa. Los Gates tienen 129.300 millones de dólares, según Forbes, aunque para otros la suma asciende a 146.000 millones.

Son los mayores terratenientes de Estados Unidos, con posesiones que equivalen al tamaño de Hong Kong.

A lo largo del país poseen varias casas, la principal de las cuales, Xanadú 2.0, en Seattle, mide más de 6.000 metros cuadrados y cuenta con seis cocinas, salón de baile para 150 personas y garajes para sus 23 carros, por citar solo algunos lujos.

Son dueños de varios aviones, colecciones y acciones en Microsoft, Four Seasons y Canadian National Railway, entre otras firmas. Si reparten todo por mitades, Melinda se convertiría en la segunda mujer más rica del planeta, después de Françoise Bettencourt Meyers, que posee 83 millones de dólares, y por encima de MacKenzie Scott, la exesposa de Bezos.


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La mala hora de Bill Gates: infidelidades, bacanales y posibles abusos

Señalamientos de relaciones extraconyugales y de comportamiento inapropiado empañan la imagen del exjefe de Microsoft y destacado filántropo Bill Gates, días después de anunciar su divorcio tras 27 años de relación.

“No soy marciano”, dijo recientemente Bill Gates para distanciarse de su visión del futuro frente a la de Bezos y Musk. Para él la solución no está en los cohetes, sino en las vacunas.

Bill Gates era hasta hace un par de semanas uno de los hombres más perfectos del mundo. Simbolizaba el sueño americano de quien a punta de trabajo había logrado que un negocio pequeño terminara convertido en un emporio. También la fundación creada junto con su esposa, Melinda, había crecido hasta convertirse en la organización benéfica privada más poderosa del mundo, habiendo financiado proyectos e iniciativas por un total de 53.800 millones de dólares. Y la familia que habían conformado entre ambos era un ejemplo. No malcriaban a sus hijos, viajaban por el mundo y compartían todo lo que tenían.

Pero desde que se conoció el final de su matrimonio, la imagen de hombre respetable y reservado de Bill Gates, de 65 años, ha ido perdiendo solidez ante revelaciones que muestran zonas grises. El domingo, el diario The Wall Street Journal reveló que la salida definitiva de Bill Gates del grupo Microsoft en marzo de 2020 estaría vinculada a una relación considerada “inapropiada” con una empleada a principios de la década de 2000.

Vea la charla Ted con Bill y Melinda Gates

Según una versión oficial, Bill Gates, quien fundó Microsoft en 1975, dejó la junta directiva del grupo para dedicarse de lleno a su fundación. Ya no era director gerente desde 2000.

Un portavoz de Microsoft confirmó a AFP que el grupo tuvo conocimiento a fines de 2019 de que “Bill Gates buscó establecer una relación íntima con una trabajadora de la empresa en el año 2000”, una ingeniera.

“Un comité de la junta directiva examinó el problema, asistido por un bufete de abogados externo, para realizar una investigación exhaustiva”, agregó.

La ingeniera había afirmado, en una carta, haber mantenido una relación de carácter sexual con Bill Gates “durante años”, detalla el Wall Street Journal, que especificó que el abandono de sus funciones de administrador y su salida definitiva del grupo habían tenido lugar antes del final de esta investigación.

Otro portavoz, sin embargo, sostuvo al WSJ que Bill Gates había dejado Microsoft para poder dedicarse a “tiempo completo” a la Fundación Bill y Melinda Gates.

El diario financiero afirma además que los miembros de la junta directiva también habían indagado sobre los vínculos entre Bill Gates y el financiero Jeffrey Epstein, quien había sido acusado de abuso sexual de decenas de menores en sus lujosas residencias antes de ser encontrado ahorcado en su celda de Manhattan en agosto de 2019.

Vea el reportaje de Dora Glottman sobre el divorcio de los Gates

La defensa de Bill Gates aseguró que se trataba entonces de relaciones que se enmarcaban en sus quehaceres filantrópicos y que él había “lamentado” aquellas reuniones, subraya el Wall Street Journal.

Más allá de esta relación extramatrimonial y de las veladas compartidas con Epstein, el New York Times publicó el lunes un extenso artículo basado en testimonios de personas en condición de anonimato que sugirieron que “mucho antes del divorcio, Bill Gates era conocido por su comportamiento cuestionable”.

Este diario afirma en particular que Bill Gates ayudó a encubrir un caso de acoso sexual que involucraba a su gestor financiero Michael Larson.

Según dos personas informadas sobre este asunto, Melinda Gates habría expresado su desacuerdo en 2018 con la forma en que su esposo había manejado este caso, al haber permitido a Larson permanecer en el cargo tras una transacción económica con la presunta víctima.

El diario The New York Times afirma también que “el señor Gates ocasionalmente citaba a mujeres de la oficina”.

En 2006, por ejemplo, habría asistido a una presentación de una empleada de Microsoft. “El señor Gates, que entonces era presidente de la empresa, abandonó la reunión e inmediatamente le envió un correo electrónico a la mujer para invitarla a cenar, según dos personas cercanas a aquel intercambio”, dice el diario.

Según seis empleados y exempleados de Microsoft, la fundación y la empresa que administra las fortunas de Gates declararon que estos incidentes, y otros más recientes, “en ocasiones han generado un ambiente de trabajo incómodo”.

No obstante, el NYT señala que “aunque desaprobaban el comportamiento del Sr. Gates, algunos empleados no lo consideraban un depredador”.

Para Alicia Walker, profesora de sociología en la Universidad de Misuri, estas revelaciones no deberían tener un impacto duradero en la imagen de Bill Gates.

Porque si bien los estadounidenses desaprueban la infidelidad, “la gente tiende a pasar por alto la infidelidad masculina. Y esto es especialmente así en el caso de hombres ricos y poderosos”, comentó, remitiéndose a lo sucedido con la infidelidad de Jeff Bezos, el fundador de Amazon.

*Reportaje de AFP


GENTE
La decisión de Melinda Gates: sus hijos recibirían una gran suma, tras divorcio

Los magnates en Estados Unidos suelen ser enemigos de las herencias. Sin embargo, la exesposa del fundador de Microsoft podría cambiar la idea que siempre tuvieron de que sus herederos se labren su propio camino.

  Se conocieron en 1987, se casaron siete años después y tuvieron tres hijos, Phoebe, Jennifer y Rory.

Bill y Melinda Gates han sido reconocidos en el mundo por muchas cosas: ser nerds, filántropos, tener una vida perfecta por años. Pero también por una tesis muy fuerte que comparten muchos magnates en Estados Unidos. Ambos saben que es tanta su fortuna que a sus hijos no les alcanzaría la vida para gastarla y a su vez que no hay mayor daño que no enseñarles a labrar su propio camino.

El divorcio parece cambiar la suerte para los niños Gates en ese sentido. Jennifer, de 25 años; Rory, de 21, y Phoebe, de 18, no tenían grandes expectativas sobre ese dinero, pues sus padres habían dicho una y otra vez que le darían todo a su obra filantrópica y que ellos apenas recibirían una “minúscula” suma de toda la fortuna de ese imperio.

Ahora, una abogada de divorcios, Harriet Newman Cohen, ha dicho que tras la ruptura eso va a cambiar definitivamente. “Bill Gates anunció con orgullo al mundo que dejaría $ 10 millones (de dólares) a cada uno de sus tres hijos, y que el resto de los miles de millones se dejarán a la caridad... Ahora que Melinda tiene el control, tal vez ella les deje a sus hijos más de $ 10 millones (de dólares) cada uno. Quizás ella nunca estuvo de acuerdo con esa suma“. Para la abogada, esa cifra es equivalente a “desheredar” a los niños pues la fortuna de los Gates es muchísimo mayor.

Se anticipa que la suma crecerá, pero tampoco se cree que mucho. En una charla TED, Melinda Gates habló de esa forma de ver la vida. Aseguró que no dejaría que sus hijos crecieran en una burbuja y que había hecho mucho para lograr que vieran el mundo real. “Fuimos a Tanzania. Jenn ha estado en Tanzania. Todos nuestros hijos han estado mucho en África. Hicimos algo muy diferente, que fue que decidimos pasar dos noches y tres días con una familia. Anna y Sanare son los padres. Nos invitaron a ir y quedarnos en su boma. Incluso, las cabras estuvieron ahí, creo, viviendo en esa pequeña choza dentro su pequeño recinto antes de que llegáramos”, relató.

Vea la charla Ted con Bill y Melinda Gates

Sobre la pregunta de cómo criar niños cuando uno es la familia más rica del mundo, Melinda fue clara en que ella no creía que las fortunas deberían ser heredadas. “Yo diría que en general los niños reciben una gran educación, pero hay que asegurarse de que conozcan su propia capacidad y hacia dónde van, qué van a hacer. Nuestra filosofía ha sido ser muy claros con ellos; la mayor parte del dinero se va a la fundación y los ayudamos a encontrar algo que los apasione. Queremos lograr un equilibrio donde tengan la libertad de hacer cualquier cosa, pero no colmarlos con mucho dinero para que terminen sin hacer nada. Hasta ahora, están muy aplicados, entusiasmados de abrirse su propio camino”, dijo.

Bill Gates ha dicho lo propio. En una entrevista para Reddit, aseguró que “definitivamente pienso que dejarles a los hijos una enorme suma de dinero no es un favor para ellos”. Por eso, entre las decenas de rumores que hay sobre el acuerdo de divorcio se ha dicho que esa podría ser la suma que quede de una vez tasada para ellos, ya que las cuentas de la familia se van a poner sobre la mesa. La abogada Cohen agrega que no existe un mejor momento de empoderamiento femenino que el divorcio para una mujer como Melinda y que el hecho de que ella pueda ponerles a los hijos mucho más que los 10 millones de dólares será una de las batallas más gratificantes de ganar frente a Bill.

Vea el reportaje de Dora Glottman sobre el divorcio de los Gates

Bill y Melinda, ella tan nerd como él, siempre dieron la impresión de ser la pareja de multimillonarios perfecta, pues nunca reflejaron la arrogancia ni las peleas típicas de otros matrimonios de su clase. Se ganaron además la admiración del mundo, porque se han desprendido de buena parte de su riqueza en busca de soluciones para problemas como la pobreza y las enfermedades.

Pero la semana pasada dejaron atónito al planeta con un giro inesperado. “Ya no podemos crecer como pareja”, dijeron, al anunciar que ‘parten cobijas’ tras 27 años de unión.

Después, él insistió con esta petición: “¿Saldrías conmigo por dos semanas a partir del viernes?”, y ella respondió: “Eso no es espontáneo”. Al rato, la llamó a su casa y le preguntó: “¿Es esto lo suficientemente espontáneo para ti?”.

Tras siete años de noviazgo, el paso al matrimonio no fue fácil. Él era adicto al trabajo, así que a Melinda le tomó largo tiempo convencerlo de tomarse unas vacaciones.

Ni la decisión de llevar al altar a Melinda se salvó de la tendencia de Gates a analizarlo todo matemáticamente. En una pizarra anotó los pros y los contras de casarse, “pero por dentro estaba el alma de ese hombre tierno, cálido y curioso”, en palabras de ella.

Se casaron el primero de enero de 1994 y, tal vez, desde ahí comenzaron a formarse subrepticiamente las grietas que ahora han dado al traste con su felicidad.

En ese momento, él ya era uno de los hombres más ricos del globo y contaba con el prestigio de ser el genio que revolucionó a la sociedad con la popularización del computador, el PC. No solo estaba en su apogeo como cabeza de Microsoft, sino que también empezaba a descollar como líder mundial, lo cual lo obligaba a viajar todo el tiempo.

En un mes podía cubrir India, China y países de África, en tanto que ella se quedaba en casa cuidando a sus hijos, Jennifer, Rory y Phoebe, hoy de 25, 21 y 18 años, respectivamente.

A Melinda se le hacía duro lidiar con eso y le preocupaba volverse “invisible”. “Me sentía muy frustrada y le decía a Bill: ‘Esto es demasiado y tú nunca estás en casa’. Entonces, él ponía su mano en mi rodilla y me contestaba: ‘Melinda, a donde quiera que vayamos siempre estaremos juntos’”.

Cultivaban su historia de amor con detalles como la pasión por El gran Gatsby, la célebre novela de F. Scott Fitzgerald. Fundaron un club de lectura, que hoy subsiste, y se aficionaron a la meditación.

Si caminaban por el campo, él siempre iba adelante, asegurándose de que no hubiera telarañas, pues ella las detesta.

Las hermanas de Gates cuentan que él siempre fue muy tímido y que la gran labor de Melinda fue sacarlo de sí mismo. Mientras que él se enfocaba en los hechos y la estadística, ella lo hacía en el corazón y la emoción.

Así mismo, ella no lo “malcrió” en la casa por ser tan rico. “Él lava los platos, lleva a los niños al colegio y saca al perro”, contó en una entrevista, en la que también relató que cada tarde dejaban sus oficinas gemelas en la fundación para cenar con sus hijos.

“Eran sencillos y nunca cayeron en la trampa de la riqueza”, señaló un allegado.

Pero en los últimos años afrontaron varias crisis. Cuando él dejó su puesto como directivo de Microsoft y otras de sus empresas fue justo para pasar más tiempo en familia. Pero ni ese ni otros esfuerzos sirvieron.

No se ha confirmado que haya un tercero en discordia, aunque ha causado sensación la revelación de que, desde que se casaron, acordaron que él podía pasar “un fin de semana largo” cada año con su exnovia Ann Winblad.

También se ha hablado de Zhe ‘Shelly’ Wang, una intérprete que trabajó en la fundación de los Gates.

La mujer lo desmintió, pero ha llamado la atención que no se ha aclarado con quién habría sido el presunto affaire, si con Bill o con Melinda.

La otra gran pregunta es qué va a pasar con la fortuna. La prensa de Estados Unidos asegura que se casaron sin acuerdo prenupcial y que las leyes del estado de Washington consagran la partición por mitades.

Empero, en la demanda de divorcio, ella pide que se honre un “contrato de separación” que ya tienen.

Está en juego, ciertamente, una fortuna fabulosa. Los Gates tienen 129.300 millones de dólares, según Forbes, aunque para otros la suma asciende a 146.000 millones.

Son los mayores terratenientes de Estados Unidos, con posesiones que equivalen al tamaño de Hong Kong.

A lo largo del país poseen también varias casas, la principal de las cuales, Xanadú 2.0, en Seattle, mide más de 6.000 metros cuadrados y cuenta con seis cocinas, salón de baile para 150 personas y garajes para sus 23 carros, por citar solo algunos lujos.

Son dueños de varios aviones, colecciones y acciones en Microsoft, Four Seasons y Canadian National Railway, entre otras firmas. Si reparten todo por mitades, Melinda se convertiría en la segunda más rica del planeta, después de Françoise Bettencourt Meyers, que posee 83 millones de dólares, y por encima de MacKenzie Scott, la ex de Bezos.


GENTE
“Ya no había amor”: la confesión de Bill Gates sobre su divorcio con Melinda

Un amigo de golf del magnate le relató a un diario norteamericano lo que este le contaba cuando jugaban juntos. Asegura que desde hace un tiempo vivían vidas separadas.

UNSPECIFIED LOCATION - APRIL 18: In this screengrab, (L-R) Melinda Gates and Bill Gates speak during "One World: Together At Home" presented by Global Citizen on April, 18, 2020. The global broadcast and digital special was held to support frontline healthcare workers and the COVID-19 Solidarity Response Fund for the World Health Organization, powered by the UN Foundation. (Photo by Getty Images/Getty Images for Global Citizen )

Los detalles sobre la separación de Bill y Melinda Gates son unos de los más buscados por la prensa del corazón. La pareja de magnates parecía vivir un cuento de hadas. Por eso, el anuncio de su divorcio sorprendió al mundo.

Sin embargo, poco a poco se comienzan a conocer detalles de esa ruptura. El diario The New York Post reveló una conversación que tuvo con uno de los grandes amigos de golf de Bill Gates. Según el relato, fueron ellos los primeros en conocer que las cosas no andaban bien entre la pareja.

Bill habría descrito en un día de juegos su matrimonio como una unión “sin amor”. El testimonio anónimo de esa fuente cercana al fundador de Microsoft deja ver la desilusión que el magnate tendría por la vida de pareja que llevaba.

“Bill habló con sus amigos cercanos en el campo de golf”, le relató al diario. “Él les dijo hace un tiempo que el matrimonio no tenía amor, que había terminado por algún tiempo y que estaban viviendo vidas separadas”, agregó.

Gates, según el periódico, es un fanático del golf y tuvo en el campo del Manele Bay Hotel en Hawái uno de sus momentos de enamoramiento de Melinda. Se dice que ha estado recluido en un condominio exclusivo mientras pasa esta mala racha. El lugar sería The Vintage Club en Indian Wells, California, que se anuncia a sí mismo como “uno de los campos de golf más prestigiosos de los Estados Unidos”.

Vea el reportaje de Dora Glottman sobre el divorcio de los Gates

Bill y Melinda, ella tan nerd como él, siempre dieron la impresión de ser la pareja de multimillonarios perfecta, pues nunca reflejaron la arrogancia ni las peleas típicas de otros matrimonios de su clase. Se ganaron, además, la admiración del mundo porque se han desprendido de buena parte de su riqueza en busca de soluciones para problemas como la pobreza y las enfermedades.

Pero la semana pasada dejaron atónito al planeta con un giro inesperado. “Ya no podemos crecer como pareja”, dijeron, al anunciar que ‘parten cobijas’ tras 27 años de unión.

Cuando su relación apenas comenzaba, él insistió con esta petición: “¿Saldrías conmigo por dos semanas a partir del viernes?”, y ella respondió: “Eso no es espontáneo”. Al rato, la llamó a su casa y le preguntó: “¿Es esto lo suficientemente espontáneo para ti?”.

Tras siete años de noviazgo, el paso al matrimonio no fue fácil. Él era adicto al trabajo, así que a Melinda le tomó largo tiempo convencerlo de tomarse unas vacaciones.

Ni la decisión de llevar al altar a Melinda se salvó de la tendencia de Gates a analizarlo todo matemáticamente. En una pizarra anotó los pros y los contras de casarse, “pero por dentro estaba el alma de ese hombre tierno, cálido y curioso”, en palabras de ella.

Se casaron el primero de enero de 1994 y, tal vez, desde ahí comenzaron a formarse subrepticiamente las grietas que ahora han dado al traste con su felicidad.

En ese momento, él ya era uno de los hombres más ricos del globo y contaba con el prestigio de ser el genio que revolucionó la sociedad con la popularización del computador, el PC. No solo estaba en su apogeo como cabeza de Microsoft, sino que empezaba a descollar como líder mundial, lo cual lo obligaba a viajar todo el tiempo.

En un mes podía cubrir India, China y países de África, en tanto ella se quedaba en casa cuidando a sus hijos, Jennifer, Rory y Phoebe, hoy de 25, 21 y 18 años, respectivamente.

A Melinda se le hacía duro lidiar con eso y le preocupaba volverse “invisible”. “Me sentía muy frustrada y le decía a Bill: ‘Esto es demasiado y tú nunca estás en casa’. Entonces, él ponía su mano en mi rodilla y me contestaba: ‘Melinda, a donde quiera que vayamos siempre estaremos juntos’”.

Cultivaban su historia de amor con detalles como la pasión por El gran Gatsby, la célebre novela de F. Scott Fitzgerald. Fundaron un club de lectura, que hoy subsiste, y se aficionaron a la meditación.

Si caminaban por el campo, él siempre iba adelante, asegurándose de que no hubiera telarañas, pues ella las detesta.

Las hermanas de Gates cuentan que él siempre fue muy tímido y que la gran labor de Melinda fue sacarlo de sí mismo. Mientras que él se enfocaba en los hechos y la estadística, ella lo hacía en el corazón y la emoción.

Así mismo, ella no lo “malcrió” en la casa por ser tan rico. “Él lava los platos, lleva a los niños al colegio y saca al perro”, contó en una entrevista, en la que también relató que cada tarde dejaban sus oficinas gemelas en la fundación para cenar con sus hijos.

“Eran sencillos y nunca cayeron en la trampa de la riqueza”, señaló un allegado.

Pero en los últimos años afrontaron varias crisis. Cuando él dejó su puesto como directivo de Microsoft y otras de sus empresas fue justo para pasar más tiempo en familia. Pero ni ese ni otros esfuerzos sirvieron.

No se ha confirmado que haya un tercero en discordia, aunque ha causado sensación la revelación de que, desde que se casaron, acordaron que él podía pasar “un fin de semana largo” cada año con su exnovia Ann Winblad.

También se ha hablado de Zhe ‘Shelly’ Wang, una intérprete que trabajó en la fundación de los Gates.

La mujer lo desmintió, pero ha llamado la atención que no se ha aclarado con quién habría sido el presunto affaire, si con Bill o con Melinda.

La otra gran pregunta es qué va a pasar con la fortuna. La prensa de Estados Unidos asegura que se casaron sin acuerdo prenupcial y que las leyes del estado de Washington consagran la partición por mitades.

Empero, en la demanda de divorcio, ella pide que se honre un “contrato de separación” que ya tienen.

Está en juego, ciertamente, una fortuna fabulosa. Los Gates tienen 129.300 millones de dólares, según Forbes, aunque para otros la suma asciende a 146.000 millones.

Son los mayores terratenientes de Estados Unidos, con posesiones que equivalen al tamaño de Hong Kong.

A lo largo del país poseen varias casas, la principal de las cuales, Xanadú 2.0, en Seattle, mide más de 6.000 metros cuadrados y cuenta con seis cocinas, salón de baile para 150 personas y garajes para sus 23 carros, por citar solo algunos lujos.

Son dueños de varios aviones, colecciones y acciones en Microsoft, Four Seasons y Canadian National Railway, entre otras firmas. Si reparten todo por mitades, Melinda se convertiría en la segunda mujer más rica del planeta, después de Françoise Bettencourt Meyers, que posee 83 millones de dólares, y por encima de MacKenzie Scott, la exesposa de Bezos.


GENTE
Bill y Melinda Gates: ¿por qué sus hijos ganarán mucho tras el divorcio?

Los magnates en Estados Unidos suelen ser enemigos de las herencias. La pelea de quien fue la pareja más rica del mundo podría cambiar esa tradición.

  Se conocieron en 1987, se casaron siete años después y tuvieron tres hijos, Phoebe, Jennifer y Rory.

Bill y Melinda Gates han sido reconocidos en el mundo por muchas cosas: ser nerds, filántropos, tener una vida perfecta por años. Pero también por una tesis muy fuerte que comparten muchos magnates en Estados Unidos. Ambos saben que es tanta su fortuna que a sus hijos no les alcanzaría la vida para gastarla y a su vez que no hay mayor daño que no enseñarles a labrar su propio camino.

El divorcio parece cambiar la suerte para los niños Gates en ese sentido. Jennifer, de 25 años, Rory, de 21, and Phoebe, de 18, no tenían grandes expectativas sobre ese dinero, pues sus padres habían dicho una y otra vez que le darían todo a su obra filantrópica y que ellos apenas recibirían una “minúscula” suma de toda la fortuna de ese imperio.

En una charla TED, Melinda Gates habló de esa forma de ver la vida. Aseguró que no dejaría que sus hijos crecieran en una burbuja y que había hecho mucho para lograr que vieran el mundo real. “Fuimos a Tanzania. Jenn ha estado en Tanzania. Todos nuestros hijos han estado mucho en África. Hicimos algo muy diferente, que fue, que decidimos pasar 2 noches y 3 días con una familia. Anna y Sanare son los padres. Nos invitaron a ir y quedarnos en su boma. Incluso, las cabras estuvieron ahí, creo, viviendo en esa pequeña choza dentro su pequeño recinto antes de que llegáramos”, relató.

Vea la charla Ted con Bill y Melinda Gates

Sobre la pregunta de cómo criar niños cuando uno es la familia más rica del mundo, Melinda fue clara en que ella no creía que las fortunas deberían ser heredadas. “Yo diría que en general los niños reciben una gran educación, pero hay que asegurarse de que conozcan su propia capacidad y hacia dónde van, qué van a hacer. Nuestra filosofía ha sido ser muy claros con ellos; la mayor parte del dinero se va a la fundación y los ayudamos a encontrar algo que los apasione. Queremos lograr un equilibrio donde tengan la libertad de hacer cualquier cosa, pero no colmarlos con mucho dinero para que terminen sin hacer nada. Hasta ahora, están muy aplicados, entusiasmados de abrirse su propio camino”, dijo.

Bill Gates ha dicho lo propio. En una entrevista para Reddit, aseguró que “definitivamente pienso que dejarle a los hijos una enorme suma de dinero no es un favor para ellos. El medio aseguró que los Gates estarían pensando darle a cada uno 10 millones de dólares y dejarlo que con eso armaran su camino. Entre las decenas de rumores que hay sobre el acuerdo de divorcio se ha dicho que esa podría ser la suma que quede de una vez tasada para ellos, ya que las cuentas de la familia se van a poner sobre la mesa.

Vea el reportaje de Dora Glottman sobre el divorcio de los Gates

Bill y Melinda, ella tan nerd como él, siempre dieron la impresión de ser la pareja de multimillonarios perfecta, pues nunca reflejaron la arrogancia ni las peleas típicas de otros matrimonios de su clase. Se ganaron además la admiración del mundo, porque se han desprendido de buena parte de su riqueza en busca de soluciones para problemas como la pobreza y las enfermedades.

Pero la semana pasada dejaron atónito al planeta con un giro inesperado. “Ya no podemos crecer como pareja”, dijeron, al anunciar que parten cobijas tras 27 años de unión.

Después, él insistió con esta petición: “¿Saldrías conmigo por dos semanas a partir del viernes?”, y ella respondió: “Eso no es espontáneo”. Al rato, la llamó a su casa y le preguntó: “¿Es esto lo suficientemente espontáneo para ti?”.

Tras siete años de noviazgo, el paso al matrimonio no fue fácil. Él era adicto al trabajo, así que a Melinda le tomó largo tiempo convencerlo de tomarse unas vacaciones.

Ni la decisión de llevar al altar a Melinda se salvó de la tendencia de Gates a analizarlo todo matemáticamente. En una pizarra anotó los pros y los contras de casarse, “pero por dentro estaba el alma de ese hombre tierno, cálido y curioso”, en palabras de ella.

Se casaron el primero de enero de 1994 y, tal vez, desde ahí comenzaron a formarse subrepticiamente las grietas que ahora han dado al traste con su felicidad.

En ese momento, él ya era uno de los hombres más ricos del globo y contaba con el prestigio de ser el genio que revolucionó a la sociedad con la popularización del computador, el PC. No solo estaba en su apogeo como cabeza de Microsoft, sino que también empezaba a descollar como líder mundial, lo cual lo obligaba a viajar todo el tiempo.

En un mes podía cubrir India, China y países de África, en tanto que ella se quedaba en casa cuidando a sus hijos, Jennifer, Rory y Phoebe, hoy de 25, 21 y 18 años, respectivamente.

A Melinda se le hacía duro lidiar con eso y le preocupaba volverse “invisible”. “Me sentía muy frustrada y le decía a Bill: ‘Esto es demasiado y tú nunca estás en casa’. Entonces, él ponía su mano en mi rodilla y me contestaba: ‘Melinda, a donde quiera que vayamos siempre estaremos juntos’”.

Cultivaban su historia de amor con detalles como la pasión por El gran Gatsby, la célebre novela de F. Scott Fitzgerald. Fundaron un club de lectura, que hoy subsiste, y se aficionaron a la meditación.

Si caminaban por el campo, él siempre iba adelante, asegurándose de que no hubiera telarañas, pues ella las detesta.

Las hermanas de Gates cuentan que él siempre fue muy tímido y que la gran labor de Melinda fue sacarlo de sí mismo. Mientras que él se enfocaba en los hechos y la estadística, ella lo hacía en el corazón y la emoción.

Así mismo, ella no lo “malcrió” en la casa por ser tan rico. “Él lava los platos, lleva a los niños al colegio y saca al perro”, contó en una entrevista, en la que también relató que cada tarde dejaban sus oficinas gemelas en la fundación para cenar con sus hijos.

“Eran sencillos y nunca cayeron en la trampa de la riqueza”, señaló un allegado.

Pero en los últimos años afrontaron varias crisis. Cuando él dejó su puesto como directivo de Microsoft y otras de sus empresas fue justo para pasar más tiempo en familia. Pero ni ese ni otros esfuerzos sirvieron.

No se ha confirmado que haya un tercero en discordia, aunque ha causado sensación la revelación de que, desde que se casaron, acordaron que él podía pasar “un fin de semana largo” cada año con su exnovia Ann Winblad.

También se ha hablado de Zhe ‘Shelly’ Wang, una intérprete que trabajó en la fundación de los Gates.

La mujer lo desmintió, pero ha llamado la atención que no se ha aclarado con quién habría sido el presunto affaire, si con Bill o con Melinda.

La otra gran pregunta es qué va a pasar con la fortuna. La prensa de Estados Unidos asegura que se casaron sin acuerdo prenupcial y que las leyes del estado de Washington consagran la partición por mitades.

Empero, en la demanda de divorcio, ella pide que se honre un “contrato de separación” que ya tienen.

Está en juego, ciertamente, una fortuna fabulosa. Los Gates tienen 129.300 millones de dólares, según Forbes, aunque para otros la suma asciende a 146.000 millones.

Son los mayores terratenientes de Estados Unidos, con posesiones que equivalen al tamaño de Hong Kong.

A lo largo del país poseen también varias casas, la principal de las cuales, Xanadú 2.0, en Seattle, mide más de 6.000 metros cuadrados y cuenta con seis cocinas, salón de baile para 150 personas y garajes para sus 23 carros, por citar solo algunos lujos.

Son dueños de varios aviones, colecciones y acciones en Microsoft, Four Seasons y Canadian National Railway, entre otras firmas. Si reparten todo por mitades, Melinda se convertiría en la segunda más rica del planeta, después de Françoise Bettencourt Meyers, que posee 83 millones de dólares, y por encima de MacKenzie Scott, la ex de Bezos.


Foros Semana
“El Caribe Colombiano es la tierra prometida”: gobernador de Sucre

Héctor Olimpo Espinosa, gobernador de Sucre, explicó, durante el foro ‘Líderes del Caribe 2021’, cómo avanza el departamento. Habló sobre el futuro de la región e hizo un llamado a la unidad entre las ocho gobernaciones para impulsar el bienestar del territorio. 

Héctor Olimpo Espinosa, gobernador de Sucre

SEMANA: Usted se propuso poner a Sucre de moda. ¿Lo está logrando?

H.E: Cuando hablo de poner a Sucre de moda es porque tenemos un potencial enorme en turismo, cultural, biodiversidad y mucho capital humano. El departamento ha tenido problemas para monetizar su riqueza y hay que entregarle las herramientas para alcanzar el desempeño que se merece. Estamos haciendo un esfuerzo para visibilizar el territorio y contarle al mundo y a Colombia que hay un departamento en el Caribe colombiano que tiene un ecosistema de montañas, de playa, ciénagas, ríos con enorme riqueza, que se llama Sucre.

SEMANA: ¿Por qué dice que no ha sido visible?

H.E: Este departamento sufrió mucho por el conflicto armado interno. Además ha tenido muchos problemas de gobierno, de liderazgo y de corrupción. Su composición étnica y la distribución de la tierra poco han contribuido a que este departamento pueda tener un buen desempeño. Tenemos problemas con la parrilla de servicios públicos, la falta de disponibilidad del agua.

SEMANA: ¿Cuál es el plan para potenciarlo?

H.E: Estamos haciendo inversiones en infraestructura, emprendimiento, encadenamiento productivo, empoderamiento y vías. Algunos de los proyectos son el pacto del Golfo de Morrosquillo, el rescate de 2.000 kilómetros de vías rurales y la construcción 170 kilómetros de vías secundarias e intermunicipales. Estamos construyendo una sede del Sena para la formación de capital humano en servicios logísticos y portuarios, y la sede gastronómica del Sena más importante del país. Vamos a garantizar toda la parrilla de servicios públicos, acueducto, alcantarillado. Por otro lado, tenemos la estrategia de productividad e innovación. Queremos generar valor en el potencial cultural y traducirlos en productividad para la gente.

SEMANA: ¿Qué se necesita para la integración de la región Caribe que usted ha propuesto?

H.E: La región Caribe es muy diversa. Yo creo que para poder desarrollar ese potencial debemos tener un mejor aprovechamiento sostenible del subsuelo, un equilibrio entre la conservación de nuestros recursos naturales y la productividad.

SEMANA: ¿Cómo analiza hoy el problema de corrupción en la región?

H.E: Los grandes escándalos de corrupción no están en el Caribe, están en Bogotá. No hay ningún estudio técnico que diga que la región es más corrupta que las otras. Si es más visible por el mismo temperamento del costeño. Es cierto que tenemos un enorme reto, ser capaces de fortalecer y tener instituciones transparentes y ser más eficientes en el gasto público.

SEMANA: ¿Qué balance hace del trabajo de la RAP Caribe?

H.E: Hoy la región Caribe es una entidad territorial gracias al esfuerzo y perseverancia. Desafortunadamente no hemos sido capaces de generar un consenso, estamos todos los gobernadores del Caribe integrados, pero tenemos diferencias con el gobernador Carlos Caicedo del Magdalena y esto nos ha impedido tomar decisiones dentro de la Región Administrativa de Planificación (RAP). El gobernador es un hombre inteligente y espero que entre en razón y logremos un gran consenso.

SEMANA: ¿Cuáles son las expectativas en la región de las elecciones presidenciales del próximo año?

H.E: El que quiera conquistar el Caribe tiene que entender la cultura de los costeños. Debe hacer un proceso de observación y escucha en el que comprenda sus problemas. Hay un anhelo de que esta región sea líder en Colombia en progreso, productividad y oportunidades. Quien sepa interpretar eso y conjugarlo con nuestra cultura ganará los votos del Caribe.

SEMANA: Los analistas coinciden en que esta es una región clave para la recuperación económica de Colombia...

H.E: La costa Caribe de Colombia es la tierra prometida, es la tierra de las oportunidades. Aquí se encuentra todo, desde el capital humano hasta un potencial cultural, una ubicación geográfica envidiable, todo. Nos hace falta organizarnos un poco y creer que es posible que esta región sea una región líder en Colombia y en el mundo. El día que nos convenzamos de eso y que los gobernantes lo entiendan y actúen en consecuencia, esta región va a poder desplegar su potencial.


OPINIÓN
Último llamado II

Una reforma tributaria concebida para que opere de manera progresiva y escalonada podría disminuir la desigualdad en el país medida por el Gini, del 0,53 al 0,47.

Columnista Dinero Daniel Niño

Mientras que la política monetaria es la sangre que irriga, oxigena y nutre adecuadamente a la economía, la política fiscal es el sistema nervioso que se encarga de recolectar, regular y trasmitir los recursos requeridos para que exista política social, educativa, de seguridad, de salud, productiva, económica y todo lo demás. El éxito o fracaso de un Estado empieza por su política fiscal, y podría decirse que sin una política fiscal sostenible, tarde o temprano, todo lo concerniente a un país queda en entredicho.

Por más de dos décadas en Colombia hay un absoluto consenso en que el sistema tributario, del que parte la política fiscal, no es eficiente, es complicado y confuso, no es efectivo, es inequitativo y desbalanceado. Por ende, a nadie le extraña que se diga que el problema es estructural, pero aun así, de forma incoherente, las únicas reformas que se pueden hacer son cosméticas y parciales.

Entre otras, porque en el país de “usted no sabe quién soy yo” a la hora de pagar impuestos todos somos clase media, y hay que rechazar las reformas tributarias porque siempre afectan a los más pobres, porque la plata se la roban y porque el Estado no funciona adecuadamente, luego mejor no contribuirle.

El asunto viene de muy lejos en nuestra historia. Desde cuando Dios creó el trabajo como castigo, y ningún noble de alcurnia podía acceder a tal reconocimiento si había tenido la deshonra de tener que trabajar. Por demás, el privilegio de su título era no pagar impuestos, sino recibirlos. Sin embargo, sin una bonanza extractiva a la vista, el país no solo tiene que proponerse dar un ‘estartazo’ productivo, sino que con urgencia debe acometer una agenda de reformas que empiezan pero no paran con la tributaria.

El país tiene que superar las mezquindades políticas de sus líderes porque, de lo contrario, se asoma a un abismo económico más bien similar al de Brasil, cuyo ejemplo sirve de forma elocuente para entender que las reformas que no se hacen también se pagan y ‘empobrecen’ mucho más que las reformas que sí se hacen. Tras una significativa bonanza de materias primas y un esplendor económico impulsado por la demanda interna, con crecimientos de la clase media y una reducción sustancial de la pobreza, el fortalecimiento y crecimiento de la banca pública, una política de generosos y amplios subsidios, el Brasil de la tierra prometida, de los BRICS (el grupo de promisorias economías integradas por Brasil, Rusia, India, Corea y Sudáfrica) y el anfitrión de un Mundial de fútbol se enfrentó al fin de dicha exuberancia.

Como casi toda Suramérica, el país ya presenciaba en 2013 el problema de tener varias fuentes de ingresos, que resultaron siendo transitorias, pero que financiaban gastos permanentes. Las tensiones sociales de un modelo económico agotado y estancado en Brasil derivaron en crisis política, lo cual, junto con una insoportable corrupción y crisis de confianza de los inversionistas, se tradujo en el apuro de hacer reformas. Pero nadie está para pagar las facturas cuando la fiesta es al debe o ha sido por años casi que gratis. Cuando más imperativo es hacer reformas, más imposible es que alguien acepte asumir los costos de ellas. Brasil se quedó con la crisis política, el deterioro social y el estancamiento económico. ¡Ah!, y el empobrecimiento colectivo.

El déficit fiscal pasó del 2,5 por ciento del PIB en 2013 al 10 por ciento en 2016, y quedó apenas por debajo del 6 por ciento en 2019. La deuda pública subió del 52 por ciento del PIB al 70 por ciento en solo tres años, y Brasil perdió el grado de inversión para rodar cuesta abajo hasta quedar a dos niveles de bonos altamente especulativos.

Sin embargo, parte del impacto severo se dio en lo que más les duele a los más pobres y la clase media: en la inflación y en las tasas de interés. Las tasas de interés de Brasil subieron en los bonos a diez años del 9 por ciento a más del 16 por ciento. La inflación y las tasas de interés no hicieron más que sumir al país en una crisis económica más profunda, dejando de crecer por cuatro años, y pasando de un desempleo del 6 por ciento al 14 por ciento.

Tampoco se salvaron los más ricos. La tasa de cambio que siempre mide el termómetro de cualquier deterioro económico hizo que sus patrimonios valorados en dólares se redujeran a un tercio. Entre 2013 y 2015, la tasa de cambio en Brasil pasó de 2 reales por dólar a 4 reales. Con la pandemia, todo no ha hecho más que empeorar. La tasa de cambio llegó a coquetear los 6 reales por dólar hace un año.

Desde cuando el acto legislativo 01 de 2001 modificó el sistema general de participaciones de los Gobiernos locales en Colombia, nunca se había requerido de toda la vocación patriótica de los congresistas para hacer lo que le conviene al país y no lo que le conviene a sus intereses electorales inmediatistas.

3 centavos: hoy en día es más regresivo no cobrar el IVA que cobrarlo. Si no se puede gravar con IVA la canasta familiar por el temor a que no se compensen los millones de hogares pobres y vulnerables, entonces que se cobre a los estratos 5 y 6, pues para eso ya existe la inteligencia de datos, y esos hogares no superan los 400.000.


infiltrados
Vandalismo prepago: las evidencias del dinero sucio detrás de la violencia

SEMANA revela un video en el que un hombre le entrega dinero a un grupo de manifestantes. Centenares de grabaciones e interceptaciones forman parte de las pruebas de la Fiscalía y la Policía.

Las protestas se han visto afectadas por acciones violentas, algunas de ellas presuntamente promovidas por organizaciones criminales.

Un video grabado al parecer el 28 de abril, justo el día que comenzaron las protestas en medio del paro nacional convocado para rechazar la reforma tributaria, es una de las decenas de pruebas que investigan las autoridades sobre lo que sería el pago de dinero en efectivo a personas para que participen en las marchas y actúen de forma violenta.

SEMANA conoció apartes de los informes de inteligencia, sustento para los procesos judiciales que hoy se adelantan contra personas que estarían financiando y cometiendo actos vandálicos. A juicio de las autoridades, demuestran sistematicidad en la forma de operar y una articulación nacional.

Cientos de horas de grabaciones en video y audio, seguimientos detallados, fotografías, imágenes captadas por drones y fuentes humanas forman parte del material probatorio con el que se han identificado y se empiezan a judicializar a los determinadores y accionantes de los hechos violentos.

Son dos los protagonistas del video. Uno de ellos es un hombre que usa gorra blanca, tapabocas, mochila terciada y una chaqueta blanca con el logo del Mais (Movimiento Alternativo Indígena y Social). Las autoridades están tratando de establecer si pertenece a este partido o el uso de esa chaqueta es coincidencia. La segunda es una mujer también con tapabocas, pelo recogido y chaqueta verde.

Al hombre se le ve sacando dinero de la billetera, mientras los asistentes, por lo menos unas 20 personas, levantan las manos para pedir su parte. La mujer los organiza y les da explicaciones, toma su celular y empieza a registrar datos. Al recibir el dinero, los asistentes se empiezan a retirar.

Esta manera de financiar las protestas pareciera ser una forma de operar en el ámbito nacional. El fiscal Francisco Barbosa, en entrevista con SEMANA, ofreció detalles de la forma como se organizan para mover el dinero. “En diferentes lugares de Cali, grupos de vándalos llegan en una moto, como ocurría en las protestas en Venezuela. Les están entregando plata, tenemos los videos y ya hay judicializaciones. Salen a romper lo que encuentren, y dejan a personas grabando para que cuando llegue el Esmad digan que están atacando la protesta. Los videos los viralizan en las redes”.

Pero no serían solo motos. Los investigadores lograron identificar por lo menos seis vehículos, entre carros y camionetas particulares, que llegan a los bloqueos, reparten dinero, agua y comida a quienes están en la movilización. Estos se desplazan a diferentes puntos abasteciendo a los que participan en la primera línea.

El fiscal explicó la forma de actuar de estas organizaciones al margen de la ley. “Cuando decimos que hay terrorismo urbano, quiero decir que existen células organizadas. Lo que está sucediendo en Cali es eso; no es normal que bloqueen las entradas a la ciudad, el pánico económico, que obstruyan de forma lógica y ordenada diferentes puntos de la ciudad, y que ataquen los peajes un día y al otro las estaciones de Policía”.

Barbosa asegura que detrás hay organizaciones criminales de mayor escala. “Sabemos con certeza que detrás de estos se encuentran los Gaos (grupos armados en el Cauca), y, al mismo tiempo, el ELN y otros actores, que les presentaremos al país frente a los jueces”, aseguró.

SEMANA conoció que otro frente de batalla objeto de investigación son las redes sociales, en las que de forma orquestada viralizan noticias falsas, videos, mensajes que promueven la violencia, y hasta, al parecer, estarían contratando influenciadores para replicar los mensajes con costos que oscilan entre 7 y 28 millones de pesos.

La información en poder de SEMANA detalla cómo difunden los mensajes. “Documentan cada instante de la manifestación, están pendientes de posibles capturados y hacen transmisiones en vivo con el fin de deslegitimar la actuación del Estado y justificar su actuar mediante el uso de algún hashtag. Ejecutan esta actividad desde sus viviendas, usando conexión VPN y navegadores, como Thor, con el fin de encubrir sus rastros en la red”.

De la mano de los millonarios pagos que se estarían haciendo, también entregan lo que denominan “manuales de acción simultánea”, que explican cómo reaccionar y atacar al Esmad. Dan instrucciones para contener las tanquetas regando gran cantidad de aceite en las vías. “Con estos carros pesados como las tanquetas no podrían entrar al punto de concentración y quedamos mano a mano con el Esmad de a pie. Es el momento de hacerlo, pues hay movilizaciones en todo el país y no van a dar abasto”, dice el manual.

Proporcionan instrucciones para enfrentamientos violentos, como tener siempre bombas con pintura para impactar los protectores visuales del Esmad y dejarlos sin visibilidad. Enseñan a hacer “miguelitos”, pequeños pedazos de mangueras con puntillas para pinchar los vehículos de la Policía.

En cuanto a las comunicaciones advierten que no se debe usar WhatsApp, porque es fácil de interceptar. Usan otra aplicación, con configuraciones de privacidad máximas para que no se puedan rastrear número telefónico, nombre y rostro. En la plataforma crean grupos y hablan con mensajes de voz. “Es un mecanismo eficaz. Es el que hemos estado usando en Cali y funciona como un radioteléfono”, señala la cartilla.

El fiscal fue más allá y reveló que tiene las pruebas de funcionarios que estarían comprometidos con los actos delictivos. “En próximos días, tendremos una acción judicial en contra de funcionarios públicos que están detrás de los actos vandálicos. Le presentaremos al país los elementos probatorios para que escuchen lo que dicen estos funcionarios”.

En documentos de inteligencia se revela que “con ocasión de las actuales manifestaciones de violencia y vandalismo en las ciudades, se destaca la participación activa de una de las células urbanas del ELN denominada los Turpiales, grupo que tendría la capacidad de enviar integrantes desde Antioquia hacia otras ciudades para influenciar sectores sociales y promover acciones como las que hoy se registran en Bogotá, Cali y Medellín”.

Los actos vandálicos que se han presentado en medio de las protestas, en especial en la ciudad de Cali y otras capitales del país, tendrían de fondo una articulación entre organizaciones armadas con redes de apoyo en las ciudades y participación de bandas delincuenciales dedicadas al tráfico de estupefacientes.

El director de la Policía, general Jorge Luis Vargas, explicó que se trata de una violencia criminal con capacidad de hacer daño sobre la población y especialmente contra la Policía. “Es un movimiento que está en seis ciudades con un despliegue clandestino, trabajando de la mano para buscar apoyos con el ELN y las disidencias de las Farc, con alias Mordisco y la ‘Narcotalia’. Esto está documentado, tenemos evidencia física en computadores incautados al ELN. También está el Movimiento 8 y 9 de junio, de una línea camilista como lo llama el ELN, y el Movimiento Bolivariano, que es de las Farc, con gentil Duarte”.

Hay pruebas de encuentros clandestinos. “Han hecho reuniones que ya las tenemos documentadas, donde claramente les dicen: ustedes los delincuentes, hurten, pero lo importante es que saquen esa gente a la calle y disparen contra la policía”, dijo el general Vargas.

Una de las líneas de investigación apunta hacia el narcotráfico y las redes de microtráfico. “Hemos encontrado tres bandas delincuenciales principales de tráfico local de estupefacientes, que están trabajando de la mano, y vamos a ver si tienen relación con alguna de las oficinas de cobro en Cali”.


Manifestaciones
“S.O.S. Colombia”, el mensaje que dejan las manifestaciones en el país

Artistas y deportistas colombianos se unieron a otras figuras internacionales que claman para que cese la violencia y se respete la protesta pacífica en el país.

Una mujer sostiene una pancarta que dice: "SOS Colombia" durante una protesta contra la violencia en Colombia contra la reforma fiscal en Madrid, España, el jueves 6 de mayo de 2021. La manifestación es en apoyo de las protestas que comenzaron la semana pasada por una reforma fiscal, propuesta que continúa a pesar del retiro del plan tributario por parte del presidente de Colombia, Iván Duque. Foto: AP / Manu Fernandez.

El 2021 está siendo uno de los años más turbulentos para el país, incluso después de épocas como la de Pablo Escobar. Cuando los colombianos optaron por hacer valer sus derechos, se tomaron las calles para decirle al Gobierno que el vaso de la paciencia se había llenado.

Las manifestaciones, que llevan más de una semana, consiguieron tumbar la reforma tributaria propuesta por el exministro Alberto Carrasquilla y aprobada por el presidente de la República. El pronunciamiento del pueblo se transformó en una ola de violencia, como en tiempos del Bogotazo. Abusos de la fuerza pública contra actos de vandalismo y terror se vieron en las calles.

Ante ello, la voz de artistas y deportistas nacionales e internacionales, que a diario sacan la cara por el país, se unieron para clamar un cese a la violencia y un respeto a la protesta pacífica. Estos son algunos íconos del país que alzaron la voz.

A lo largo de la semana, “S.O.S. Colombia” fue tendencia en Twitter y logró alcanzar el millón de mensajes en esta red social, una marca que hizo que se volviera tendencia en varios lugares del mundo y que ánimo a muchas personalidades a pronunciarse sobre la situación. Inclusive, en la noche del martes 4 de mayo, miles de usuarios en las redes sociales entraron al canal de YouTube de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el cual se transmiten reuniones, asambleas o programas de la entidad, para publicar el mensaje de auxilio.


PORTADA
Colombia, bajo amenaza: los días más difíciles del país en su historia reciente

En medio de la peor crisis social y económica de su historia reciente, el país enfrenta una ola inédita de terrorismo urbano que se camufla en la protesta legítima. La democracia y las instituciones están en peligro. ¿Cuál es la salida?

Colombia vive una horrible noche que no termina. Como nunca había ocurrido en las últimas décadas, y en medio de un ambiente de indignación y de protesta pacífica, varias de las principales ciudades del país terminaron sitiadas por una ola inédita de terrorismo urbano que ha puesto en jaque al Gobierno, a los alcaldes, a la fuerza pública y a millones de ciudadanos que han tenido que permanecer encerrados en sus casas, presos del miedo.

La torpeza, aunque de buena fe, de la Casa de Nariño al presentar una agresiva reforma tributaria que pretendía darles la mano a millones de hogares vulnerables no tuvo en cuenta el difícil momento que viven los colombianos por la crisis sanitaria. Faltó estrategia, olfato y conexión con la cruda realidad. Por eso, el plan se convirtió en el florero de Llorente que produjo un estallido social y llevó a centenares de miles de personas a las calles.

No importó el tercer pico de la pandemia ni el colapso de las unidades de cuidados intensivos, como tampoco que la economía no resista un día más de parálisis. La discusión sobre el proyecto empezó con el pie izquierdo, y el Gobierno tuvo que echarse para atrás en la idea de aumentar el IVA a productos básicos de la canasta familiar, como el café, la leche y el chocolate.

La gente se sintió golpeada por una iniciativa indolente, mientras que cada vez más colombianos caen en la pobreza (este indicador se disparó al 42,5 por ciento). Eso sin contar con un preocupante desempleo del 14,2 por ciento y el cierre de miles de empresas, que quebraron infortunadamente por la pandemia.

Sin embargo, no hay que llamarse a engaños: la protesta estaba meticulosamente preparada con mucha antelación, con objetivos claros, y la reforma tributaria fue la chispa que encendió aún más la indignación. El Gobierno no escuchó a tiempo. Ni al expresidente Álvaro Uribe ni al Centro Democrático. También hizo caso omiso de las críticas de los gremios, la oposición, los partidos y los expertos y, como un kamikaze, decidió jugársela por el proyecto del exministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla.

Al final, se desató una dolorosa tormenta con dos caras: la de las multitudinarias manifestaciones pacíficas y encabezadas por jóvenes que reclaman oportunidades, empleo, salud y educación, y la del vandalismo sin tregua que se mimetizó en la protesta y que dejó al descubierto la nueva amenaza de seguridad ciudadana que se cierne peligrosamente sobre Colombia.

En los últimos días, el país ha visto con asombro cómo la fuerza pública, a pesar del esfuerzo, ha sido incapaz de controlar plenamente el orden público. Las escenas han sido dantescas y atrás quedó el mito de que la violencia en Colombia solo se sufre en el campo. Cali, por ejemplo, parece literalmente un campo de guerra, secuestrada y sitiada por la delincuencia.

El director de la Policía, general Jorge Luis Vargas, ya responsabilizó a alias Iván Mordisco y al Paisa, jefes de las disidencias de las Farc, de estar detrás del cerco a la capital del Valle. Lastimosamente, la protesta pacífica en el país terminó manchada de sangre.

Hasta ahora, las autoridades reportan la muerte de 26 personas, entre ellas un capitán de la Policía, y es urgente que se esclarezca quién es el responsable de cada crimen. Las jornadas violentas igualmente han dejado a por lo menos 800 ciudadanos lesionados, muchos con impactos de armas de fuego, entre civiles y uniformados. De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, hay personas que se reportan como desaparecidas, pero con el paso de los días han logrado ser ubicadas. Hoy esas cifras siguen siendo confusas.

La degradación es tal que, en medio de las balaceras en las calles, se ha visto de todo: desde evidentes abusos por parte de algunos miembros de la policía que han disparado contra civiles hasta la brutalidad de una delincuencia organizada, financiada por el narcotráfico y con intereses políticos encaminados a desestabilizar el país. A nadie le cabe duda de que Colombia está frente a un nuevo fenómeno de terrorismo urbano.

Si bien es cierto que se deben repudiar todos los excesos de la fuerza pública, el precio que se paga es muy alto al generalizar y desprestigiar a las autoridades en este difícil momento. Hay una realidad indiscutible: la gran mayoría de los uniformados cumple sus deberes conforme a la ley, y cuestionarlos a todos por los atropellos condenables de unos cuantos puede mermar su moral a la hora de proteger la integridad y la seguridad de los colombianos.

Durante días, el presidente Duque se dedicó a defender la reforma tributaria con su equipo económico, se mostró dispuesto al consenso y anunció que varios artículos polémicos serían retirados de la iniciativa, como el IVA a los servicios públicos y funerarios. Incluso aceptó la propuesta de un texto sustitutivo producto de la conversación con todos los sectores, pero fracasó. Cuatro días después de las marchas pacíficas, y a su vez de saqueos, noches de terror, tiroteos, incendios de bancos, locales comerciales, CAI y peajes, el presidente Duque se vio obligado a retirar el polémico proyecto. Aunque el Gobierno ingenuamente pensaba que esto apaciguaría los ánimos en las calles y frenaría la violencia, esto no ocurrió.

Solo bastaron 24 horas y, en medio de las graves alteraciones de orden público, también cayó el exministro Carrasquilla, quien en entrevista con SEMANA desató la ira de los ciudadanos al asegurar que una docena de huevos costaba apenas 1.800 pesos. Definitivamente, el exministro, un experto en la materia, respetado incluso en el ámbito internacional, lució indiferente ante la catástrofe de miseria que padecen millones de colombianos.

Aun con su renuncia, la indignación continuó. La lista de reclamos sociales en el país es muy larga, y la crisis sanitaria ha deteriorado la calidad de vida de muchas personas. Colombia es una bomba de tiempo que estalló y el Gobierno debe escuchar con atención lo que reclaman los manifestantes en las calles, aunque sin ceder en los valores democráticos ni transar lo legal.

Se necesita un Estado generoso, solidario, sensible ante el drama humano, pero apegado a la Constitución, la ley y el orden. La discusión, en todo caso, está envenenada por la campaña política al Congreso y a la presidencia en 2022.

En los últimos días, magistrados de las altas cortes, algunos precandidatos presidenciales, como Sergio Fajardo, Humberto de la Calle, Jorge Enrique Robledo, Federico Gutiérrez, Juan Carlos Pinzón y Enrique Peñalosa, además de empresarios y líderes políticos se han reunido con el presidente Duque en la Casa de Nariño, cerrando filas en torno a la institucionalidad, pese a todas las diferencias.

Es un gesto responsable con el país, y de aplaudir. No obstante, otros políticos están más interesados hoy en pescar votos y en hacer populismo y demagogia que en ayudar a la gente y proponer salidas serias y viables. Es hora de que los alcaldes, especialmente los de Bogotá, Cali y Medellín, entiendan lo que está en juego, y no en sus futuras carreras políticas.

Por momentos, Jorge Iván Ospina parece estar más tratando de alimentar el desorden que gobernando con responsabilidad la ciudad. Claudia López es más mesurada; pero, como es habitual, ha incurrido en la contradicción de decir que no ha solicitado ayuda militar, cuando eso sí ha sucedido debido a la fuerza de las alteraciones del orden público, como se escuchó en una grabación revelada por una emisora radial. Igualmente, el senador Gustavo Petro, líder de la oposición y quien puntea en la intención de voto si las elecciones presidenciales fueran hoy, poco ha ayudado a calmar los ánimos.

Aunque el líder de la Colombia Humana niega estar detrás de las protestas, lo cierto es que una de sus estrategias políticas siempre ha sido invitar a la gente a las calles. De hecho, en medio de las graves alteraciones de orden público y de la pandemia, esta semana propuso que un millón de personas salieran a acompañarlo a marchar en Bogotá, si el Gobierno decretaba la conmoción interior.

Petro, extrañamente, ha trinado menos de lo normal, aunque sus mensajes difunden imágenes y videos del caos y solo se centran en el abuso policial, y en ninguna circunstancia ha sido categórico para condenar los bloqueos, que tienen a ciudades desabastecidas y hasta en riesgo por falta de oxígeno. El senador no ha condenado hasta ahora el terrorismo urbano. ¿Estará cumpliendo responsablemente con su liderazgo político? Por lo menos, uno de sus principales alfiles, el senador Gustavo Bolívar, ya reconoció que el silencio ocasional de Petro en este paro obedece a una estrategia política para que no lo culpen de la violencia.

La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, y con razón, criticó el papel de Petro durante estos días complejos que ha vivido el país. “¿Salió Petro a acompañar a los jóvenes en su marcha? ¿Ha puesto un pie en la calle? No, él está detrás de una biblioteca, divino, mientras a los pelados los están levantando en la calle, poniéndolos de carne de cañón. ¿Qué propuesta concreta está haciendo? Y resulta que él es senador y aspira a ser presidente”, dijo la alcaldesa en una entrevista en un canal de YouTube.

El fiscal general, Francisco Barbosa, advirtió que hay investigaciones preliminares contra funcionarios que posiblemente han transgredido la ley y han pasado la línea de lo políticamente aceptable, y que en los próximos días, probablemente, se solicitarán imputaciones ante los jueces, e incluso podría haber compulsas de copias ante la Corte Suprema en el caso de los aforados.

Por otra parte, valdría la pena revisar el papel de algunos congresistas aliados de Gustavo Petro en la turbulencia, en la que se les ha visto impidiendo el trabajo de la policía y atizando el fuego en las marchas de manera irresponsable. Por ejemplo, unas imágenes muestran al senador Alexander López, candidato presidencial del Polo Democrático, rodeando con una comunidad a una patrulla de la policía en un barrio de Cali. La presión fue tal que los uniformados terminaron dejando libres a varios jóvenes que habían sido detenidos, supuestamente en flagrancia, en actividades aparentemente ilícitas.

En otro video que se volvió viral aparece el representante a la Cámara Wilson Arias, también del Polo, encarando a unos policías, diciéndoles el cargo que ostenta, y exigiéndoles dejar libres a unas personas detenidas que, en teoría, habían sido torturadas.

El congresista siguió la patrulla hasta la estación. Por su parte, muchos otros senadores y representantes, que se dicen defensores de la vida y del respeto a la diferencia, han decidido apelar en sus redes sociales a un lenguaje incendiario que solo incita a la violencia y no le ayuda en nada a la protesta pacífica y a la urgente búsqueda de consensos y soluciones. Igualmente, hay que examinar el rol de algunos expresidentes en esta crisis, porque, lejos de aportar, han tenido comportamientos oportunistas y hasta histéricos.

La experiencia de todos ellos es valiosa, más allá de sus ideologías, y por el bien de la institucionalidad y del futuro del país, ellos deben rodear con generosidad al presidente y al Gobierno en estos momentos críticos.

Mientras tanto, varios partidos han aprovechado la crisis de gobernabilidad de Duque para ponerlo contra las cuerdas, sin pensar que lo que está en juego es la democracia y sus instituciones. Colombia está al borde del abismo, y sus dirigentes están obligados a poner los intereses de la Nación por encima de los propios, así las elecciones estén a la vuelta de la esquina.

El país necesita que Duque termine su mandato preservando la estabilidad social, económica y en materia de seguridad. A nadie le sirve que el presidente y su Gobierno queden encerrados en un laberinto y que el país se desmorone a pedazos, mientras que muchos se regocijan vengativos y aprovechan para sacar réditos políticos. Esa actitud dista mucho de la de miles de jóvenes que genuinamente reclaman cambios estructurales en el rumbo de la nación sin pretender incendiarlo.

Colombia atraviesa un momento decisivo, en el cual todavía se puede reflexionar sobre qué futuro se quiere para las nuevas generaciones: ¿el del caos, la violencia, la lucha de clases, el desabastecimiento, la pobreza, la anarquía y hasta el autoritarismo, o el de la democracia, el debate pacífico de las ideas, la autoridad, el progreso y la justicia social? Los políticos deberán ser cuidadosos, porque los votantes colombianos ya no tragan entero y, en las elecciones de 2022, les pasarán factura a quienes no hayan actuado correctamente.

Nadie puede desconocer que la protesta social es un derecho constitucional que hay que garantizar y proteger. Quienes han salido, en su inmensa mayoría, lo han hecho de manera pacífica y con reclamos justos en una sociedad profundamente desigual y cuyas brechas se ampliaron por cuenta de la pandemia. También es cierto, y hay que decirlo con claridad, que algunos uniformados han abusado de su autoridad en medio de las protestas y los disturbios.

Ellos tendrán que ser procesados y deberán responder ante la Justicia. No hay cómo reparar el dolor de los familiares de los jóvenes que han muerto, y lo mínimo es que el Estado actúe a tiempo y haya justicia, verdad y reparación. Resulta desgarradora la tragedia de tantas vidas que se han apagado, como la de Santiago Murillo, de apenas 19 años, quien murió en Ibagué víctima de un disparo en el tórax. O la triste historia de Lucas Villa, estudiante universitario y profesor de yoga, a quien le dispararon ocho veces desde un vehículo en Pereira.

A la fecha, la Fiscalía ya tiene elementos probatorios para imputarles cargos a uniformados por tres homicidios. Adicionalmente, la propia Inspección General de la Policía adelanta 47 investigaciones por posibles abusos de sus integrantes en las manifestaciones.

Esos procesos deberán avanzar con celeridad para evitar que toda la fuerza pública sea rotulada y estigmatizada, de manera inconveniente, como violadora de los derechos humanos. Es tan peligroso decir eso como afirmar que todos los manifestantes son unos vándalos. La cordura y la sensatez, lejos de los extremismos, deben primar a la hora de hacer juicios de valor. Especialmente, la policía y el ejército han tenido que hacerle frente a la nueva amenaza de terrorismo urbano que quedó al descubierto en los últimos días.

Son miles de uniformados que han expuesto sus vidas y se han sacrificado para proteger a los ciudadanos. Al igual que los jóvenes que salen a marchar, ellos también tienen familiares que esperan que regresen vivos y sanos a sus hogares luego de las protestas. El capitán Jesús Alberto Solano, de 34 años, y padre de una niña, fue asesinado en Soacha tras ser atacado con sevicia y recibir diez puñaladas. Se calcula que por lo menos 500 policías han resultado lesionados durante los enfrentamientos. El país no olvidará las imágenes del CAI del barrio La Aurora, en Usme, en el sur de Bogotá, ardiendo en llamas con 15 policías adentro. Cuando salieron desarmados, varios afectados por el fuego, fueron atacados por los vándalos que querían quemarlos vivos.

Los ojos del mundo están puestos sobre Colombia. Es necesario que los líderes, los políticos, los defensores de los derechos humanos, incluso los periodistas y medios de comunicación, actúen con responsabilidad y cabeza fría. Lo que está pasando es muy grave, pero no se puede vender al mundo una imagen distorsionada y manipulada de estos hechos por intereses particulares e ideológicos.

De hecho, ya hay políticos de la oposición moviéndose en el escenario internacional en busca de sanciones al país, en lugar de gestionar más apoyo para contener la nueva amenaza del narcoterrorismo urbano. Al fin y al cabo, todos los colombianos pagarán las consecuencias si el país pierde la confianza internacional.

Por esta razón, la Fiscalía, los jueces y los organismos de control tienen la obligación de dar resultados pronto sobre las investigaciones en curso ante la muerte de 26 personas en las protestas. Es necesario saber la verdad de todo lo que ha ocurrido: sin sesgos, sin exageraciones y sin que se oculte nada, y mucho menos sin que algunos quieran sacarle provecho político a la sangre derramada.

El Gobierno ha intentado apalancarse en el consenso para sacar adelante una nueva reforma tributaria que garantice el recaudo necesario para estabilizar las finanzas y atender la emergencia. El presidente Duque ya dio un primer paso y convocó no solo a sus aliados, sino a la oposición, a los líderes del Comité del Paro y a muchas otras fuerzas sociales y políticas. Ese es el camino correcto: que nadie se sienta excluido en el diálogo nacional.

Mientras tanto, la sociedad tiene la responsabilidad de no permitir que la nación se eche a perder. Aunque el ejemplo de Venezuela se ha querido caricaturizar, es una realidad. Colombia parece estar cabalgando sobre el descontento social, como ocurrió en el vecino país, hacia un camino más peligroso: el de desconocer las instituciones y promover la anarquía. Para algunos, se está cocinando un ambiente en el que solo falta elegir a un Chávez o a un Maduro que acabe con la democracia y los logros alcanzados por el país en su historia.

Colombia es una nación imperfecta, con muchos problemas, con un Gobierno que no ha logrado satisfacer las necesidades y expectativas de una población azotada por la pandemia, pero el camino no es la violencia, ni desconocer la Constitución, ni sembrar el caos, la zozobra o el odio entre la sociedad.

El desafío en materia de seguridad es inmenso. Durante décadas, la policía y el ejército se enfrentaron a enemigos conocidos, como los carteles de la droga, las guerrillas y las autodefensas. Pocos dudan de la gran capacidad de reacción de la fuerza pública colombiana. Pero ahora esos hombres están encarando una amenaza urbana, inédita, aunque muy poderosa, que intenta someter al país y aprovecharse del estallido social.

El reto será fortalecer la inteligencia para identificar y desarticular estas estructuras que parecen atomizadas, que difícilmente cuentan con caras visibles, pero que en el fondo responden a unos líderes macabros que se lucran del narcotráfico y tienen como única intención someter a Colombia y tomarse el poder.

El Gobierno y la Fiscalía ya tienen información sobre la participación de las disidencias de las Farc, el ELN y algunas bandas criminales en los hechos violentos de los últimos días, y el director de la Policía, el general Vargas, anunció que pronto el país conocerá quiénes han sido los otros determinadores que promueven la violencia a la sombra. Los colombianos tienen que abrir los ojos y dimensionar hacia dónde es que algunos realmente desean llevar al país para no hacerles el juego y terminar convertidos en idiotas útiles.

El presidente Duque, en el tramo final de su gobierno, tendrá que hacer su mejor esfuerzo para cuidar la democracia, actuando con sensatez, de manera responsable en sus decisiones, siendo conciliador, pero sin caer en el juego de las presiones de los violentos. El liderazgo del mandatario y su gabinete está a prueba. Lo que menos se espera es que el Gobierno termine de abonar el terreno para que el país se vaya por el precipicio. Los meses que vienen serán decisivos para el futuro de Colombia. Todos somos responsables y, por lo tanto, tenemos algo que aportar.


Dolor
¡No todo vale!: las otras historias crueles que deja el paro

Los desmanes y los bloqueos producidos por el paro nacional han dejado escenas desoladoras y muestran también una enorme falta de humanidad. Ambos lados de la confrontación deberían rechazar estos hechos.

La angustia por la cuenta regresiva en la que tenía a 220 pacientes impulsó a Víctor Castillo, director de la Fundación Cardiovascular, en Floridablanca, Santander, a grabar el primer video viral de su vida. “Quiero hacer un llamado angustioso a los promotores del paro nacional para que permitan que los camiones, los carrotanques con oxígeno, puedan llevar este líquido vital a los diferentes hospitales del país”, dijo.

La Cruz Roja ayudó a solucionar este drama, y acompañó en una caravana el oxígeno desde la planta de Tocancipá hasta los hospitales. En todo caso, el clamor del doctor Castillo recoge la tragedia que han vivido las misiones médicas estos días. Según la alcaldesa Claudia López, durante la noche en que se vandalizaron los CAI, las ambulancias no pudieron pasar por los bloqueos. La Policía tuvo que enviar helicópteros para atender heridos. Bogotá suspendió ese día la vacunación y las pruebas covid.

Los bloqueos no dejaron pasar una ambulancia con una mujer a punto de dar a luz. El parto era complejo y, por eso, los médicos habían decidido remitirla desde Chocontá hacia Bogotá. El vehículo quedó atrapado en los bloqueos de la carretera. Fuera de detenerlo, los manifestantes lo atacaron con palos y piedras, rompieron los vidrios e intentaron abrir la puerta. En medio de este caos, la mujer tuvo al bebé en el interior de la ambulancia, pero este murió tras no contar con lo necesario para su atención médica.

Detrás de la imagen de centenares de pollitos regados en la carretera, hay una inminente mortandad. Según Fenavi, en los galpones tienen 60 millones de aves que no han podido ser alimentadas, pues el concentrado no puede llegar por los bloqueos. Por eso, los empresarios salieron a las calles a regalarlas. Muchos colombianos se armaron de cajas para recoger la mayoría de animalitos y llevarlos a sus viviendas.

De acuerdo con Luis Fernando Tascón, gerente de Huevos Santa Anita, “la situación es completamente caótica en el Valle”. El empresario ha hecho un llamado urgente para que los dejen pasar los alimentos, “pues se trata de seres vivos”. Según Tascón, si esto no ocurre, “el país entero va a empezar a sufrir el desabastecimiento”.

Los trabajadores del Hospital de Suesca tuvieron que sacar todo su ingenio para salvar a una mamá gestante. Empapelaron la ambulancia con carteles para implorarles a quienes bloqueaban la vía que los dejaran pasar. Gracias a los conmovedores letreros, los manifestantes le abrieron la vía. “¡Urgente, mujer en trabajo de parto!”, decía uno de estos. “Soy Isabella, estoy por nacer, dejen pasar a mi mamá”, agregaba el otro.

La mujer alcanzó a llegar para ser atendida en Bogotá, pero Suesca vive otra tragedia: la ambulancia está retenida en los bloqueos y no pudo volver ese día al pueblo. Era el único vehículo con el que contaban.

El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, fue uno de los primeros mandatarios en lanzar una alerta urgente. “Caleños y caleñas: estamos ante una situación verdaderamente dramática y difícil. Estamos ante la carencia total de alimento para nuestros niños y niñas, de medicamentos para nuestros enfermos, de atención para nuestros ancianos, de espacio de vida para nuestras mujeres”, dijo. Los bloqueos tenían en jaque a la ciudad, que tuvo que abrir un corredor humanitario para poder pasar los medicamentos, los alimentos y la gasolina.

Los médicos lanzaron un grito de auxilio. Por los bloqueos, tratamientos vitales, como las quimioterapias y diálisis, están suspendidos. La Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC) advirtió que 111 toneladas de insumos médicos estaban represados en carreteras del Valle del Cauca, y 530, en los centros de distribución en Cali.

“La gravedad en la interrupción de las terapias para pacientes con diálisis puede poner en riesgo a quienes sufren esta enfermedad, ya que al no suplir las funciones de sus riñones pueden fallecer en un periodo corto de tiempo”, advirtió César Restrepo Valencia, presidente de la Asociación Colombiana de Nefrología.

Eran las 7:30 de la noche del miércoles. En las calles de Cali reinaba el caos y el vandalismo. A El Templo de la Moda ubicado en el barrio Jorge Isaac llegaron 60 asaltantes. Llevaban machetes, varillas, cuchillos y palos con los que violaron las rejas que protegían los ventanales. “En solo 15 minutos destruyeron una tienda que armamos en un mes”, señaló Marcela Osorio, jefe de Mercadeo de esta compañía, que ya lleva 18 años en el mercado de las confecciones.

Cuatro de los almacenes fueron saqueados en distintos puntos de la ciudad. En el del barrio Siloé no quedó una sola prenda. Las pérdidas de la empresa, que emplea cerca de 1.000 trabajadores, superan los 1.500 millones de pesos, en un momento en el que apenas empezaban a recuperarse del golpe recibido en 2020 por la pandemia. Su caso es apenas uno de tantos, sufrido por comerciantes honestos que lo han perdido todo en medio del vandalismo.

Por más de seis horas, una agroporcícola en Puerto Tejada, Cauca, vivió una batalla campal. Centenares de personas llegaron a saquear el lugar y se llevaron casi todo. Arrastrados por el piso se robaron casi 3.000 marranos, algunos tan enormes que tuvieron que ser empujados de las patas por varios.

Las imágenes del video se volvieron virales. Con el pasar del tiempo, llegó más y más gente, y los 16 trabajadores quedaron impávidos e impotentes. “Esta situación es desesperante. Tenemos miedo de estar aquí”, dijo uno de ellos en redes sociales. Apenas lograron proteger un gallinero y temen que vuelvan por esos animales. La policía intentó recuperar los cerdos, y en redes también quedó registrado como señoras, jóvenes y ancianos cargaban como podían en motos y bicicletas los marranitos, aunque algunos fueron devueltos por las autoridades.


NACIÓN
Salvemos a Colombia: editorial de Vicky Dávila sobre el paro nacional

La verdadera amenaza es el terrorismo urbano financiado con dineros del narcotráfico.

Vicky Dávila, directora general de SEMANA

Soy vallecaucana y ver a Cali en llamas y sitiada por los violentos me ha producido un dolor inmenso. Me he sentido frente a una película de terror. ¿En qué momento ocurrió todo esto? ¿Cómo puede ser posible que, diez días después, las autoridades aún no logren el control absoluto del orden público y que los bloqueos persistan? Algo muy malo está pasando no solo en Cali, sino en Bogotá, Medellín y todo el país.

Voy a decirlo con claridad, sin adornos ni retórica: los violentos y los oportunistas tienen en jaque a Colombia. El país, poco a poco, ha sido arrastrado hacia un peligroso caos, que amenaza la democracia y pone a la nación al borde del abismo. Siento admiración y respeto por los jóvenes, especialmente por los más humildes, quienes, con mucho valor, decidieron reclamar sus derechos y exigir soluciones de fondo a los gobernantes. Sin embargo, una corriente violenta se ha aprovechado de ese movimiento social pacífico para tratar de imponerse por las armas y a las malas. No se equivoquen: las imágenes aterradoras que hemos visto en estos días no son fruto de la espontaneidad, sino que forman parte de un plan milimétricamente diseñado para arrodillar al país, someter las libertades y acceder al poder. Es inaudito que no veamos la triste realidad de algunos de nuestros vecinos, que ya recorrieron este traumático camino en el pasado. Como sociedad estamos yendo rumbo al matadero con los ojos vendados.

Nadie puede negar que hay razones muy válidas para que millones de colombianos estén inconformes. Con la pandemia, nos convertimos en un país aún más pobre. Hay hambre, desempleo, desconfianza en las instituciones y cada vez menos oportunidades. Para muchos, tener una empresa se convirtió en una pesadilla asfixiante en estas circunstancias. El futuro no se ve nada claro. El Gobierno, pese a sus esfuerzos, ha fallado, porque no ha sabido interpretar lo que está pasando en las calles, y realmente la gente se cansó de los debates y las promesas, y exige soluciones. La oposición más radical, por su parte, ha sido mezquina. En su afán de hundir a Iván Duque, se ha prestado para caldear los ánimos y generar un ambiente que solo les conviene a los violentos.

En esta crisis, ha quedado claro que Colombia tiene un problema de liderazgo, que hoy luce en decadencia, especialmente entre quienes aspiran a suceder a este Gobierno. Aún no surge quién defienda la democracia de manera contundente ante los peligros que la acechan. Las pocas voces que se escuchan aún son débiles y temerosas ante el aplastante matoneo de las redes sociales, y la moda de ser políticamente correctos está llevando a muchos a ser irrelevantes y a no advertir con claridad lo que está pasando. Por el contrario, cada día parecieran ganar más terreno los insensatos que solo se mueven por intereses particulares. Los agitadores, los que se nutren del caos, los que tiran la piedra y esconden la mano, los que tergiversan la información a su acomodo, todos esos se regocijan, mientras que un país silencioso es testigo de su momento más complejo en décadas. Hay que estar del lado de la gente, pero desde la institucionalidad, el orden y la ley.

Le hago un llamado al Gobierno para que actúe pronto, escuche las alertas y genere un diálogo nacional, pero con resultados concretos. Presidente Duque: tienda la mano, pero bajo ninguna circunstancia permita que los violentos gobiernen a través de las presiones, las amenazas y el miedo.

A los expresidentes, al partido de gobierno, el Centro Democrático, y a las demás colectividades, así como a los empresarios, les pido que actúen con generosidad y cordura. Hay que rodear la institucionalidad que tanto le ha costado construir a Colombia a lo largo de su historia. A Gustavo Petro le digo que el país espera su condena categórica frente al terrorismo urbano que azota al país, como todos los ciudadanos apegados a la legalidad deberíamos hacerlo. Ahora la inconformidad ciudadana puede beneficiarlo, pero, si se prolongan la violencia, el desabastecimiento, los bloqueos y la anarquía, él, que puntea en la intención de voto si las elecciones presidenciales fueran hoy, podría ser el primer perjudicado electoral de 2022. Al fin y al cabo, el Gobierno tiene fecha de vencimiento, pero las aspiraciones de Petro de llegar a la Casa de Nariño no. Senador, ya no más provocaciones ni mensajes insensatos. Usted tiene una responsabilidad muy grande como líder de millones de colombianos. El país está por encima de sus objetivos políticos. Si Petro insiste en una actitud terca e incendiaria, terminará por quedarse solo. A la comunidad internacional le digo que abra bien los ojos y no vea solo una cara de la moneda. Eso no solo es inconveniente, sino injusto.

En medio de la euforia de las manifestaciones y los reclamos legítimos de los más vulnerables, no podemos caer en la falacia de creer que el ejercicio de la autoridad y la seguridad son una amenaza para los colombianos. No, la verdadera amenaza es el terrorismo urbano financiado con dineros del narcotráfico y con tentáculos que quieren coronar el poder a la brava. No podemos ceder ni un milímetro en la estabilidad del orden público. Aquí no se trata de simples tirapiedras, sino de estructuras urbanas organizadas de las disidencias de las Farc, el ELN y otras bandas criminales, que tienen hoy la capacidad de aislar durante días a una ciudad como Cali de más de 2 millones de habitantes.

Si hay policías que han cometido abusos y crímenes, que paguen. También deberían caer todos los que han asesinado y agredido a la fuerza pública. Esos tienen que pagar, no hay excusa ideológica que valga. Todas las vidas importan igual, y por eso es necesario que esas investigaciones avancen lo más rápido posible. Lo que no puede permitirse es la salida fácil: generalizar, estigmatizar y confundir. Hoy creo que los uniformados necesitan apoyo moral, incluido el de los manifestantes que salen a protestar pacíficamente.

Todavía estamos a tiempo. Mandemos al carajo la fracasomanía, a los líderes tóxicos y mesiánicos, y a los que creen que todo en Colombia va mal y que solo ellos pueden ser los ‘salvadores’. La inmensa mayoría de los habitantes de este país es gente buena, honesta, trabajadora, que quiere salir adelante, que el país se reactive, que la vacunación se acelere, y a la que le asiste la razón cuando le exige al Gobierno que resuelva los problemas cuanto antes. De la violencia no sale nada bueno. Y una sociedad que ha sufrido tanto, ahora más que nunca, tiene que aferrarse a los principios democráticos, al diálogo y a la solución pacífica de sus diferencias para evitar que el país termine en el abismo. Ahí perderemos todos.


NACIÓN
Fuego abierto: 26 vidas que se apagaron por la violencia en las protestas

La Defensoría del Pueblo reportó que en las protestas han sido asesinadas 26 personas, otras organizaciones contabilizan 35 víctimas. La calle es una zona de guerra.

Hasta el 7 de mayo, diversas organizaciones contaban 35 víctimas mortales en medio de las movilizaciones.

Esto es un río de sangre y ha sido transmitido en vivo por Instagram, Facebook y Twitter. El grito inconforme ya no solo está por las calles, corre por internet y muchos han señalado el escándalo: 26 personas asesinadas –varias organizaciones sociales contabilizan 35–, caídas en medio de las protestas que apenas ajustaron diez días. En las protestas de Chile murieron 37 en 150 días de marchas; en Estados Unidos, tras el homicidio de George Floyd, que terminaron en 60 días de protestas enardecidas, murieron 25 ciudadanos.

Se trata de un horror. Bogotá: Michael David Reyes Pérez recibió un disparo; Brayan Niño recibió dos disparos, uno en el pecho y otro en la zona occipital. Soacha: Jesús Alberto Solano Beltrán era jefe de la Sijín en ese municipio y fue apuñalado cuando intentaba resguardar un cajero de los saqueos. Cali: Marcelo Agredo Inchima tenía 17 años, estaba con su hermano y amigos participando en las marchas. Murió de un tiro en la cabeza; Cristian Alexis Moncayo Machado departía con sus amigos en la calle y huyó al oír disparos, uno le atravesó el pecho; Pol Stiven Sevillano caminaba con su mamá y recibió un disparo de un hombre con camiseta roja que lanzaba tiros indiscriminadamente; a Daniel Felipe Azcárate Falla un hombre le propinó varios tiros en el pecho.

La mayoría de víctimas están en Cali, en lo que parece que fue una cacería hecha a la medida de las protestas. En información recogida por la Defensoría del Pueblo, la Policía irrumpió en velatones y protestas abriendo fuego de manera indiscriminada. Además, un grupo de civiles, de los que no se sabe absolutamente nada, disparaban tiros al aire y otros directamente a quienes estaban marchando. Los informes muestran un modus operandi: José Emilson Ambuila murió en el barrio Siloé, de Cali, por heridas de arma de fuego, presuntamente causadas por la Policía. Nicolás Guerrero y la prueba es indiscutible: el video de sus últimos segundos de vida fue viral; participaba en una velatón cuando recibió un tiro en la cabeza. Después de que cayó una papa bomba, un grupo de jóvenes salió corriendo en distintas direcciones, pero Yeison Andrés Angulo Rodríguez no, entonces fue abaleado.

Los videos que han publicado cientos de manifestantes demuestran que la violencia ha sido inusitada, y no se trata solamente de CAI incendiados o bancos vandalizados, se trata de ataques en contra de los civiles.

A Javier Alonso Díaz la muerte lo despertó a las dos de la madrugada del miércoles 5 de mayo. El llamado fue tan fuerte que no tuvo tiempo de ponerse sus únicos zapatos negros, que aún lo esperan al costado de la cama donde los dejó a las 9:30 de la noche antes de dormir. Tampoco encontró una camisa decente para salir al encuentro de la única cita ineludible. Javier saltó de su cama, abrió la puerta, caminó diez metros y se encontró de frente con la bala disparada por un policía. No hubo tiempo para nada más, el cuerpo cayó sobre el andén y ahí permaneció por 15 horas.

Javier tenía 52 años. Los últimos 34 los vivió en el barrio Los Lagos, oriente de Cali, allí mismo donde lo asesinaron. Era reciclador y tenía una hernia avanzada que le impedía movilizarse con facilidad. Su cuerpo le pesaba, caminaba acariciando el viento, sin ningún afán.

El día que lo mataron escuchó el estruendo de disparos, pasos, gritos y eso lo angustió. Sabía que uno de sus sobrinos participaba en un plantón muy cerca de casa, en el marco del paro nacional. Pensó en él, cuando las balas acabaron con la tranquilidad del sector. Saltó de su cama, así como se había acostado cinco horas antes, caminó con dificultad hasta la esquina y vio a un puñado de muchachos correr buscando refugio, trató de reconocer a su sobrino, pero no lo logró, luego la turba atemorizada corrió hacia él. Atrás venían policías de la estación de Los Mangos disparando sin un cálculo exacto. Javier lo intentó: quiso echarse a andar como un muchacho de 15 años, sin embargo, el cuerpo le pesaba más que cualquier otro día: la muerte lo abrazó con fuerza.

Cuando el cadáver cumplió diez horas tendido en el suelo, en los pies descalzos la piel empezó a tornarse más oscura, el sol al mediodía de ese miércoles alcanzaba por minutos temperaturas de hasta 33 grados centígrados. Familiares y vecinos consiguieron una sombrilla grande para cuidar lo que aún quedaba de Javier, aunque la escena parecía el velorio de un cuerpo bañado de sangre en plena vía pública. Las autoridades argumentaban que llegar a la zona era imposible en medio de una ciudad en caos y con más de 200 barricadas callejeras.

La noche anterior a su asesinato, Javier comió lo mismo de todos los días a esa hora: pan con gaseosa, que le compró uno de sus tres hijos. Devoró con rapidez los alimentos para acostarse. “Mañana madrugo a recoger toda esa chatarra que hay en la calle, ahí está la plata”, dijo antes de quitarse los zapatos y de acomodar su estrecha cama base y situar estratégicamente el cuerpo para que la hernia no lo molestara en la noche.

Su hija lo escuchó respirar con dificultad, Javier tenía el mal hábito de roncar cuando soñaba, recuerdan sus familiares. Así lo hizo hasta pocos segundos antes de las dos de la madrugada, cuando el estruendo lo levantó. La bala que lo asesinó entró por la ceja derecha, del policía que la disparó no se sabe nada. La institución no se ha pronunciado sobre este caso.

Su muerte no reposa ni siquiera como una cifra de los muertos que ha dejado el paro nacional en Cali. Según el reporte de las autoridades, es un hecho aislado que no merece ni un escueto comunicado. Javier, el reciclador de Los Lagos que esperó 15 horas muerto en un andén, no conmovió a nadie, solo a sus familiares. Parafraseando a Eduardo Galeano: la muerte de Javier costó menos que la bala asesina.

A Lucas Villa lo poseía la música. Se gozaba el sonido de cualquier instrumento o cachivache sonoro porque todo lo hacía al ritmo de notas musicales. El 5 de mayo, cuando le dispararon, hizo un recorrido de alegría y protesta: explicó en buses por qué los jóvenes estaban en pie de lucha, bailó por las apretadas vías de Pereira y hasta departió en paz con policías. Él no salía a marchar, bailaba mientras marchaba, uniéndose a ese reclamo de cambio que muchos tenían atorado desde hacía años y que empezó a bullir el 28 de abril. Y no fue el único al que le dispararon en el viaducto que une a Pereira con Dosquebradas –hasta el cierre de esta edición se mantenía con vida–, ahí también resultó herido Andrés Felipe Morales, un joven de 17 años que, unido a Lucas, estaba alentando las movilizaciones en la capital risaraldense.

El caso de Lucas ha sido más mediático porque las redes sociales, los grupos de WhatsApp y los medios han mostrado a un bailarín que saludó a policías, bailó en un parque, caminó sobre la baranda de un puente y gritó que “en Colombia nos están matando”. La danza de este joven, que está en el último semestre de Ciencias del Deporte en la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP), se está volviendo un símbolo de estos días de manifestación.

“Ese es mi sobrino”, dijo Martha Bibiana de las Salas Ramírez, en una llamada en la que la voz le salía firme contando que ese hombre alegre que se vuelve el alma de las fiestas siempre sigue las causas sociales. Martha hablaba de un ‘parcero’ con el que compartía gustos, con el que conversaba y discutía sobre las causas sociales del país. De anécdotas, muchas: “Él a veces me quedaba mal para el almuerzo, para tomarnos un café. Es instructor de yoga y hacía todo para ayudarles a sus alumnos”.

A Lucas y Andrés los atacaron cuando compartían con otros manifestantes en el Viaducto, sobra contar lo que las redes sociales han mostrado y que se ha hecho viral evidenciando ataques contra manifestantes. Ellos aún están dando la lucha por sus vidas.

Y si lo de Lucas conmueve, el país no ha dejado de sentir el desgarrador grito de Sandra Milena Meneses cuando se enteró, en el centro médico, de que su único hijo, Santiago Murillo, fue asesinado por un policía. Las múltiples cámaras en Ibagué fueron testigos de esa denuncia, que desde el primero de mayo dejó solos a dos padres que planearon a su hijo para formarlo y educarlo. A la tragedia de Sandra y Miguel –el padre de Santiago– se sumaron las amenazas por haber hecho la denuncia. Los asesinos querían que mantuvieran el silencio, porque en Colombia se ha acostumbrado a callar a las víctimas a bala.


NACIÓN
Colombia vibra con el Giro de Italia 2021

SEMANA tendrá un cubrimiento especial de uno de los eventos más importantes del ciclismo, liderado por la periodista Mónica Jaramillo y el múltiple ganador del Giro, el Tour y la Vuelta a España, Alberto Contador.

Los colombianos podrán conectarse con el especial informativo de SEMANA, que será liderado por el gran ciclista Alberto Contador y la periodista Mónica Jaramillo.

En un recorrido total de 3.450 kilómetros, divididos en 21 etapas, ciclistas de todo el mundo, con sus respectivos equipos, buscarán conquistar las distintas camisetas que los llevarán a marcar historia en esta carrera World Tour. Son muchos los rostros nuevos que se prueban en este evento, así como aquellos corredores con experiencia que buscarán hacer lo suyo.

SEMANA estará ahí para conectarlo minuto a minuto con la emocionante competencia. Así como en 2020, por las restricciones de la covid, el público es casi nulo. Pero los colombianos podrán conectarse con el especial informativo de SEMANA, que será liderado por el gran ciclista Alberto Contador y la periodista Mónica Jaramillo. Expertos colombianos estarán en Italia.

Contador estará en video todos los días de esta carrera y contará todos los detalles de lo que pase día a día en la edición número 104 del Giro. El español, con dos Tours, dos Giros y tres Vueltas, está entre los ciclistas más grandes de la historia y es un ícono del mundo deportivo. “Yo creo que el ciclismo de Colombia está en el mejor momento de su historia, sin duda”, dice.

La carrera, que es una de las más apetecidas por los ciclistas profesionales del mundo, es un espacio en el que los colombianos han brillado por años, comenzando con la victoria de Nairo Quintana en 2014. Este año, Egan Bernal es el gran favorito para ganar. “Colombia es la segunda o la tercera nacionalidad del mundo en ciclismo. Hoy los mejores embajadores del país son los ciclistas.

Solo es pensar en Egan, Nairo Quintana, Miguel Ángel López, Rigoberto Urán, es que te quedas corto porque hay corredores de una calidad tremenda”, agrega Contador.

El Giro tendrá la participación de importantes personajes colombianos, seis en total. Muchos de ellos competirán con los favoritos para llevarse el título. SEMANA también hará este cubrimiento en la Vuelta a España y el Tour de Francia.


ENFOQUE
Redes incendiadas a raíz del paro nacional y otras notas de la semana

Las manifestaciones también se viven en redes sociales. Tensión diplomática entre Colombia y Cuba. Se acerca la final de la Champions y el Día del Río Bogotá.

Diego Santos, exdirector de Twitter en Colombia.

Por el paro, las redes tienen una figuración sin antecedentes. Lives, denuncias, videos de abusos policiales y ataques vandálicos han quedado registrados. Diego Santos, exdirector de Twitter en Colombia, reconoce que es la primera vez que las redes son un termómetro de lo que está pasando. Alertó sobre los riesgos en Facebook por el odio originado allí. Como las noticias falsas se reproducen diez veces más rápido que una real, hay que tener responsabilidad al compartir información que llega por vía digital.

“El cuestionamiento es cuáles políticos e influenciadores están siendo irresponsables”, cree Santos. Ese factor provoca que los colombianos, bastante molestos por los problemas del país, aumenten su rabia y se produzcan todo tipo de problemas en las calles. Desafortunadamente, aunque son una herramienta clave, las redes sociales están siendo mal utilizadas. No generan pedagogía y, por el contrario, fomentan las peleas.

Entre La Habana y Bogotá siempre ha habido tensiones diplomáticas, pero ahora se encendieron, pues la Cancillería ordenó la expulsión del primer secretario de la embajada en la capital colombiana, Omar García, al declararlo persona “non grata”. La respuesta desde la isla fue poco diplomática, y se afirmó que la decisión busca desviar la atención tras “la represión violenta de las fuerzas militares y policiales contra los manifestantes”.

Los dos países llevan varios años de rencillas por la presencia de los negociadores del ELN en la tierra de los Castro. Por ahora, los guerrilleros seguirán allá, según han dicho los cubanos, porque harán respetar los protocolos firmados entre la guerrilla y el Gobierno de Juan Manuel Santos. Las relaciones no pasan por su mejor momento y, muy seguramente, faltará mucho tiempo para que baje la temperatura.

La Champions ya no es patrimonio exclusivo del Real Madrid, el Liverpool o el Bayern de Múnich. La final del 29 de mayo en el estadio Olímpico de Estambul, Turquía, la disputarán el Chelsea, capricho del multimillonario ruso Roman Abramóvich, y el Manchester City, del jeque árabe Sheik Mansour. Aunque los dos equipos tienen más de 100 años de tradición en el fútbol inglés, y los blues levantaron la orejona en 2012, apenas se codean con los grandes de Europa desde la década pasada. Los cityzens, por ejemplo, han gastado más de 2.000 millones de euros desde 2008 para levantar este trofeo. Por eso, la de 2021 no solo será recordada como la Champions de la pandemia, también la de los petrodólares.

El 12 de mayo se celebra el Día del Río Bogotá, fecha instituida para crear conciencia alrededor de la cuenca hídrica más importante del país. Esto gracias al fallo de la magistrada Nelly Villamizar, quien en 2004 les ordenó a 46 municipios y otras tantas instituciones trabajar en su descontaminación.


regiones
Alcaldes alternativos: ¿a la altura de la crisis?

El mandatario de Cali ha tenido un papel más bien cuestionable en medio del bloqueo que sufre su ciudad. La alcaldesa de Bogotá ha incurrido en contradicciones frente a la ayuda de la fuerza pública. Ambos, con el alcalde de Medellín, se mostraron en contra de la asistencia militar.

Las violentas jornadas en Bogotá, Cali y Medellín han puesto en evidencia qué tipo de liderazgo ejercen los alcaldes en las principales ciudades del país. A pesar de los destrozos, los saqueos, las balaceras, los incendios y el terrorismo urbano, los tres alcaldes se mostraron en desacuerdo con la asistencia militar ordenada por el presidente Iván Duque para preservar el orden público.

En Cali, Jorge Iván Ospina se ha visto particularmente poco sintonizado en su trabajo con la Policía y el Ejército, y, por momentos, ha actuado de una manera tan extraña que no parece la principal autoridad de la ciudad. La capital el Valle es hoy una urbe sumida en la anarquía, secuestrada y con su alcalde peleando con el Gobierno nacional, mientras la delincuencia tomó el control de barrios enteros donde encapuchados instalaron retenes, cobran peajes hasta de 20.000 pesos para dejar pasar los vehículos y requisan a los ciudadanos. La ciudad está convertida en un basurero, pues se completan 11 días sin que se haga la recolección.

Por eso, muchos se preguntan hoy en Cali qué le pasa al alcalde, que, justo en el momento en que las autoridades deberían estar más unidas, ha abierto un frente de confrontación público con el ministro de Defensa, Diego Molano, por los llamados corredores humanitarios. Cuando Molano reconoció el trabajo de la fuerza pública para evitar el desabastecimiento de alimentos, Ospina respondió con tres piedras en la mano. “No señor, corredor humanitario es sagrado, cordón umbilical con la vida, triunfo de la civilidad y la empatía, imperativo protegerlo. Ministro, respete los triunfos logrados por la ciudadanía, concesión de los manifestantes, mediación de la Iglesia”, dijo Ospina en su cuenta en Twitter.

Lo cierto es que el alcalde pareciera estar actuando con intereses políticos. Su mayor votación en 2019 la obtuvo en los barrios populares de Cali, como el distrito de Aguablanca y el sector de Siloé. Allí, Ospina ha sido permisivo con los desmanes y muchos ciudadanos perciben que ha hecho falta autoridad.

Tras la caída de la reforma tributaria, terminó convocando una jornada de movilización y día cívico, sin tener en cuenta el tercer pico de la covid-19 que ha azotado a Cali. Algo muy extraño en él, siendo un médico de profesión, que sabe de los riesgos de las aglomeraciones, y quien ha tenido la dolorosa tarea de contar los muertos de la pandemia.

La ambigüedad del alcalde caleño se refleja, por ejemplo, cuando en sus declaraciones a la prensa trata de bajarle perfil al caos desatado en la ciudad. Utiliza mínimamente la palabra vándalos y siempre se muestra abierto al diálogo. “No hay otra salida”, dice.

El alcalde de Cali es un político de izquierda, de la Alianza Verde, cercano a Gustavo Petro. Es hijo de Iván Marino Ospina, excomandante del M-19. Cuando fue candidato a la alcaldía, avivó las protestas contra el entonces alcalde Maurice Armitage. Ahora las cuentas no le cuadran cuando él es la autoridad y el pueblo reclama en las calles.

En el caso de Bogotá, Claudia López ha actuado de manera más prudente. Sin embargo, un episodio la dejó muy mal parada frente a los ciudadanos y la fuerza pública. En una grabación divulgada por la W Radio, se confirmó que la alcaldesa, en medio del desespero por el ataque de vándalos en el sur de Bogotá, sí le pidió al ministro de Defensa apoyo del Ejército. “Señor ministro, buenas noches. Tenemos hoy una situación muy difícil en Bogotá. Especialmente en el Portal de las Américas. Tenemos información de que están disparando incluso contra los policías (...), ya tenemos uno herido y también el Ejército, que nos está ayudando a cuidar el patio. Nos informan que ha habido disparos. Ellos han evitado que ingrese gente al patio, pero al parecer hay gente armada en ese punto”, le dice la alcaldesa al ministro Molano. Luego, Claudia López hizo la solicitud de manera explícita: “Yo quisiera, señor ministro, que el Ejército nos pudiera ayudar, como ellos pueden estar fijos en puntos, a tener, además de los patios y estaciones que nos están ayudando a cuidar hoy, que desde esta madrugada pudiéramos organizar para que cuiden las estaciones de Policía y la URI...”.

Sin embargo, al día siguiente, cuando los periodistas le preguntaron si había solicitado ayuda militar, lo negó todo. En este caso, como en otros, lo que hace la alcaldesa es tratar de quedar bien con todo el mundo, pero esta vez una grabación reveló sus propias contradicciones. No es un pecado que un alcalde, en las circunstancias tan difíciles en las que ha estado Bogotá, acuda a la fuerza pública para proteger la vida de sus ciudadanos. Las cuentas políticas de los aliados de la alcaldesa, más volcados hacia la izquierda, no tienen cabida en este asunto.

En Medellín, el alcalde Daniel Quintero también es hijo de la movilización social y tiene un cordón umbilical que lo une políticamente con la protesta. Por eso, en la jornada del pasado 5 de mayo envió a todo su gabinete a las calles para garantizar que no se violaran los derechos de quienes salían a manifestarse. Quintero también se negó a la asistencia militar ordenada por el Gobierno. “Medellín no solicitará asistencia militar adicional en el marco de las movilizaciones actuales. Agradecemos al Ejército seguir acompañando las tareas de protección de infraestructura crítica en la periferia y zonas rurales de la ciudad”, dijo en Twitter.

La calma de Quintero desapareció repentinamente a inicio de esta semana, cuando hizo público un panfleto que al parecer está circulando entre comerciantes de la capital antioqueña y que habría repartido un grupo paramilitar denominado Autodefensas Unidas por Medellín. Quintero ha rechazado las expresiones de violencia en contra de los manifestantes y, al mismo tiempo, los ataques a la infraestructura, como sucedió con la incineración de una estación del sistema de buses articulados Metroplús.

Otros alcaldes del país se han visto envueltos en polémicas en medio del paro, como el de Pereira, Carlos Maya, quien dio unas infortunadas declaraciones invitando a un frente común contra la violencia y llamando a la seguridad privada. Sus afirmaciones, lamentablemente, fueron horas antes del ataque a un grupo de manifestantes, entre ellos Lucas Villa, quien fue abaleado con ocho disparos desde un carro.

La Procuraduría anunció en las últimas horas que les abrió indagación preliminar a Maya; al alcalde de Cartagena, William Dau, y al gobernador del Magdalena, Carlos Caicedo, por algunas de sus declaraciones en medio de las jornadas de protesta. En crisis como la actual, los alcaldes deben apegarse a la ley y ser conscientes de que gobiernan para todos sus ciudadanos.


SEGURIDAD
Paro: las otras fuerzas oscuras

Panfletos amenazantes, patrullajes de hombres armados y los disparos a quemarropa en contra de Lucas Villa, en Pereira, muestran un panorama preocupante que busca acabar con la diferencia.

En Medellín se prendieron las alarmas con la circulación de un panfleto que anuncia la creación de un nuevo grupo de autodefensa.

El miedo que tienen muchos ciudadanos de perder en los saqueos lo que han trabajado y la impotencia del Estado para contener el espiral de violencia han abierto de nuevo la peligrosa puerta a personas armadas y a maleantes que salen a disparar contra civiles indefensos que participan pacíficamente en las marchas. Ese peligro se habría materializado con el repudiable ataque a tiros contra Lucas Villa, estudiante de la Universidad Tecnológica de Pereira, quien el miércoles pasado participó de manera tranquila en las manifestaciones y al caer la noche fue baleado ocho veces.

Este episodio hace revivir en el país las horribles épocas de la acción criminal de particulares contra civiles indefensos. En las ciudades estaría ocurriendo lo mismo que sucede en las zonas rurales desde que se firmó el acuerdo de paz: el ataque sistemático en contra de los líderes sociales que defienden el territorio y que tienen una filiación política de izquierda.

Las marchas han revelado que el país aún vive una disputa política que no se tramita en los marcos de la democracia. En el caso de Lucas Villa, lo que ha provocado inquietud fueron las declaraciones del alcalde de Pereira, Carlos Maya, el domingo 2 de mayo, después de una jornada de protestas en las que hubo actos vandálicos: “Vamos a convocar a los gremios de la ciudad y a los miembros de la seguridad privada para hacer un frente común junto a la Policía y el Ejército para recuperar el orden y la seguridad ciudadana”.

Aunque el alcalde dijo que fue malinterpretado, ya esta historia es bien conocida en Colombia, y suele suceder que esos discursos que promueven un bloque de defensa entre la seguridad privada, la ciudadanía y la fuerza pública pueden terminar en un coctel peligroso como el de las Convivir, que en Antioquia dejó a miles de víctimas en su rol de supuesta protección a comerciantes y empresarios.

Este fenómeno, que ha mostrado sus dientes con las marchas, deja casos preocupantes como el de Envigado, municipio del sur del área metropolitana de Medellín donde dos hombres estaban “patrullando” por orden de un llamado “patrón”, quien les ordenó dar “de baja” a todos los manifestantes que vandalizaran la ciudad. Y aunque la Policía logró identificar el vehículo y el hombre se allanó a la captura, en Antioquia es bien sabido que la justicia por mano propia no es algo ajeno; al contrario, puede recaer sobre los ciudadanos de manera impune.

Y, por si fuera poco, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, expuso un panfleto en el que un grupo denominado Autodefensas Unidas por Medellín pedía a comerciantes y ciudadanos apoyo económico para activar a más de 500 hombres que tenían reservados para proteger la propiedad privada. Además, indirectamente amenazaban al mandatario, a quien señalaban de pertenecer a un movimiento de izquierda.

Esta parece ser la evidencia de que un discurso peligroso comienza a extenderse por el país: pensar distinto es un crimen y, bajo esta lógica, hay ideologías que merecen ser borradas. Las redes sociales atizan esa hoguera. Las protestas de los últimos días han mostrado las tensiones de Colombia, que son las mismas de hace 50 años: radicalismos que buscan eliminar al contrario, una pobreza inusitada, desigualdad enraizada.

Los miles de ciudadanos que han inundado las calles de manera pacífica –al margen del coctel de vandalismo– han revelado que el país lo que necesita es un diálogo abierto y en paz. Nadie puede pretender reemplazar a las autoridades con la supuesta excusa de garantizar seguridad.


Todo indica que la nueva reforma fiscal buscará recaudar unos 14 billones de pesos. Los sectores políticos están de acuerdo en que se necesita esa plata para mantener los programas sociales, pero ante todo piden que haya una reducción de gastos en el Estado. Para apretarse el cinturón, le propondrán al Gobierno que elimine las 15 consejerías presidenciales, un trámite que se podría hacer vía decreto. Además, pedirán aplazar las inversiones en infraestructura por un par de años para ahorrar ese dinero y frenar la excesiva contratación por prestación de servicios. Otra idea será la de echar mano de las regalías y cambiar la destinación con la finalidad de que se usen en los programas sociales. ¿Le sonarán esas propuestas al Gobierno?


Tal vez el colombiano más afectado por el virus ha sido el exsenador del Atlántico Mario Varón Olarte. En menos de cuatro meses sus cuatro hermanos murieron de covid. El 20 de diciembre falleció Néstor; el 29 de marzo, Diosa; a los diez días, Edith, y el 17 de abril, Carmen Alicia. Y como si esto fuera poco, cuando fue a enterrar a Carmen Alicia se había desaparecido el cadáver. Al parecer lo cambiaron por otro accidentalmente, y fue necesario instaurar una acción de tutela y exhumar la tumba para encontrar a la difunta.


El proyecto de reforma tributaria que finalmente se retiró tiene al uribismo con los pelos de punta. La grave crisis que afronta el país, sin duda, terminó por profundizar las divisiones en el partido. Varios representantes y senadores se han venido desmarcando del presidente Iván Duque, y otros han cerrado filas en torno a él. La angustia de la militancia del Centro Democrático es que apenas le quedan 11 meses al Gobierno para recuperarse del momento más crítico, y las elecciones ya se avecinan. ¿Habrá una paliza contra la colectividad en las urnas? Álvaro Uribe se ha convertido en un muro de contención en su propio partido.


Francisco Barbosa fue profesor investigador de la Universidad Externado de Colombia entre 2010 y 2020. Desde mayo del año pasado no tiene ningún vínculo con el centro educativo. Por eso causó sorpresa la comunicación de algunos estudiantes pidiendo su desvinculación de la universidad, cuando no tiene ninguna relación laboral con esa institución. Dicho esto, hay que recordar que Barbosa fue reconocido en su momento como uno de los docentes estrella del Externado, donde, entre otras clases, heredó la asignatura Historia del Derecho, del maestro Fernando Hinestrosa. Ahora, siendo fiscal, tras decisiones que han levantado ampolla, llama la atención que se pida vetar a un profesor universitario por diferencias ideológicas en una universidad liberal. Hay estudiantes desinformados. ¿Quién estará detrás?


La fecha que tiene el Gobierno para lograr la inmunidad de rebaño es el 31 de diciembre de este año. A este punto se llegará cuando se vacune el 70 por ciento de la población del país, es decir, 35 millones de personas. Para eso sería necesario inocular a no menos de 200.000 ciudadanos diarios. Aunque una vez se llegó a esa cifra, el promedio hasta ahora ha sido de 115.000, lo cual hace pensar que el pronóstico del Gobierno es demasiado optimista. Todos los años, Colombia vacuna diariamente a 300.000 niños en campañas de inoculación contra el sarampión. El problema es que en esta pandemia ha quedado claro que los adultos son mucho más complicados que los menores. Todo eso lleva a la conclusión de que la inmunidad de rebaño no llegará antes del segundo semestre del año entrante.


Una encuesta realizada por el Foro Económico Mundial junto con Ipsos encontró que, en promedio, el 59 por ciento de las personas entrevistadas en 30 países (entre los que está Colombia) espera el regreso a una vida “normal” o al menos similar a la época precovid en los próximos 12 meses. Los más optimistas están en Arabia Saudita, Rusia, India y China, donde más del 70 por ciento espera que la vida vuelva a la normalidad en un año. Por el contrario, el 80 por ciento de los japoneses piensa que llegar a ese punto será más demorado (entre uno y tres años). La misma idea tiene más de la mitad de los franceses, coreanos, italianos y españoles. Entre los colombianos, el 48 por ciento confía en que los abrazos y la vida sin tapabocas podrían volver en un año, y el 39 por ciento en un tiempo mayor. En el ámbito global, el 8 por ciento de los adultos considera que nunca volverá a la vida de antes.


Estas fueron frases de Gustavo Petro en su última ‘alocución’ al país sobre el paro. Acusó al ejército y a la policía, por supuesta orden de Uribe y Duque, de “masacrar a la población (...), asesinan a nuestro pueblo, recorren las calles buscando a quién disparar, a quién dañarle los ojos, a quién torturar y violar, a quién desaparecer”. Según él, la estrategia de la derecha consiste en “enfrentar al pueblo con la policía y el ejército para tener la excusa de un golpe de Estado que impida las elecciones que van a perder. Van a sacrificar al Duque débil y vendrá una suspensión del Estado de derecho con muchísimos más muertos por delante”. Esas frases las han recogido medios internacionales.


CONFIDENCIALES
El tsunami de India 
Trabajadores de salud y familiares cargan el cuerpo de una víctima de covid-19 para ser cremada en Jammu, India

Lo que está pasando en India es una especie de tsunami que podría ahogar a buena parte del planeta. Para entender esa debacle y el pánico que produce solo hay que ver algunos datos. 1) En India se contagian 400.000 personas por día y mueren 4.000.  2) El virus se está multiplicando tan rápido que de los 21 millones de casos positivos que tiene el país, 8 millones son del último mes.  3) El 40 por ciento de los casos del mundo está en esa nación. 4) Se han administrado 150 millones de vacunas y el mundo entero sigue mandando dosis, pero eso cubre apenas al 10 por ciento de su población.


PARO
Paro nacional: ¿Dónde están las decenas de desaparecidos?

En la última semana se ha denunciado que numerosas personas han desaparecido tras las marchas. Aunque se dice que muchas fueron capturadas, aún no hay claridad.

En varias de las principales ciudades del país han sido denunciadas desapariciones de participantes de las movilizaciones.

David llevaba varios días participando en las marchas. Se reunía con sus amigos en el Parque Obrero de Itagüí y se unían a las manifestaciones de manera pacífica. No es un muchacho temerario, ni mucho menos; sin embargo, en medio de una confrontación que hubo con el Esmad, lo montaron a una patrulla sin mediar palabra. No le hablaron de derechos y tampoco le dijeron que era parte de un procedimiento. Estuvo metido en un calabozo, donde fue golpeado, y cuatro horas después lo dejaron libre. Durante ese tiempo, sus amigos y familiares lo creyeron muerto. De otras decenas de ciudadanos hoy no se tiene noticia o, simplemente, estuvieron retenidos más tiempo.

En Armenia, por ejemplo, un periodista denuncia: “Aquí varios muchachos fueron capturados, los golpearon y luego los liberaron sin un peso, pero no en Armenia, sino en otros municipios, como Filandia, Circasia o Pijao. Muchos son de barrios vulnerables y salieron porque necesitaban desahogar su frustración por las condiciones adversas en las que han tenido que vivir”. En un país como Colombia, donde la desaparición forzada ha sido un mecanismo para acabar con la diferencia, no deja de ser preocupante que haya denuncias de más de 400 desaparecidos tras una semana de protestas. ¿Dónde están los muchachos?

Más allá de las preocupaciones por la infraestructura, hay que levantar la voz por quienes no aparecen y por quienes han muerto en medio de esta tormenta. Según diferentes organizaciones civiles que le han seguido la pista al tema, la gravedad de los sucesos registrados ha hecho que las cifras y las informaciones de todos los casos no se hayan podido unificar.

Por ejemplo, el Movimiento de Víctimas de Crímenes del Estado (Movice) señaló que, hasta este jueves, el listado de denuncias por personas desaparecidas desde el inicio de las movilizaciones el pasado 28 de abril llegaba a 471, y que esta base de datos había sido elaborada por las más de 26 organizaciones participantes de la Mesa de Trabajo sobre Desaparición Forzada (MDTDF) y entregada a la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) y a la Defensoría del Pueblo. Una cifra realmente escandalosa.

De ese total de casos documentados, 92 personas ya han aparecido, después de ser “privadas arbitrariamente de la libertad y ser llevadas a Centros de Traslado por Protección (CTP), Comandos de Atención Inmediata (CAI) y otros sitios no autorizados por la ley”. Estos ciudadanos denunciaron haber sido “golpeados y sometidos a tratos crueles, inhumanos y degradantes, además de violencia sexual y basada en género, en el caso de mujeres e integrantes de la población LGBTI”.

Dos de los reportados fueron hallados sin vida en el río Cauca, según la información recolectada por Movice. Uno de los cuerpos fue identificado como Brahian Gabriel Rojas López, y el otro no ha sido reconocido; ambos habían desaparecido después de participar en la movilización en La Arena de La Virginia (Risaralda) el 28 de abril.

De acuerdo con estas organizaciones, en los 471 casos documentados por la MDTDF “está comprometida la responsabilidad de integrantes de la Policía Nacional y del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad)”. Por lo que la MDTDF solicitó a la Fiscalía General de la Nación esclarecer los hechos y, además, crear un reporte de personas capturadas en el marco de la protesta.

La Defensoría del Pueblo, por su parte, también entregó un balance. Según la institución, los casos de posibles desapariciones llegan a 145. De estos, 55 habían logrado ser ubicadas y 90 aún estaban pendientes por verificar su paradero.

Los posibles hechos de uso excesivo de la fuerza y violencia de parte de la fuerza pública siguen creciendo cada día. Este viernes, la Defensoría actualizó su balance de verificación, en el que señaló que se han registrado 3.481 actividades contra las políticas del Gobierno nacional en 689 municipios del país. Esto ha dejado “354 personas lesionadas y 38 miembros de la fuerza pública heridos durante las manifestaciones”. Sin embargo, las cifras siguen siendo recibidas por las organizaciones sociales con desconfianza, pues señalan que no reflejan realmente la magnitud de los hechos y las evidencias que testimonian las imágenes y los videos difundidos por los mismos marchantes.

La desaparición en Colombia es un fantasma que no debería estar deambulando, menos en un momento en el que se reclama por el cansancio que la ciudadanía tiene frente a la indiferencia gubernamental que se ha acumulado por años.

Luz Marina Hache Contreras, integrante de Movice, dice que ella ha vivido durante 34 años y ocho meses con el dolor de una desaparición, la de su compañero Eduardo Loffsner Torres. Por eso insiste en que las organizaciones se unieron para que los jóvenes no sufran lo mismo, para que hoy este delito no se siga normalizando y las movilizaciones no estén bajo ese manto.

“Por eso exigimos un protocolo del mecanismo de búsqueda urgente; que la primera búsqueda se haga por medio de ese mecanismo”, comenta haciendo énfasis en que las primeras 72 horas de desaparecida la persona –y más en la situación que se vive en la actualidad– son claves, pero “las autoridades de cualquier índole se han negado a atender a los familiares con el argumento de que no han pasado 72 horas”.

Han conocido casos, incluso, en el que la Policía ha negado el ingreso a la defensa de los detenidos. Antioquia es uno de los lugares que preocupa ante los datos recogidos por las organizaciones, pues hasta ayer (7 de mayo) tenían información de 135 personas desaparecidas. Claro, también está el reclamo por el Valle del Cauca, Bogotá, Meta, Pereira y, en general, el país, donde se han presentado estas denuncias. “Es preocupante porque no queremos que esta generación tenga que vivir lo que nosotros ya vivimos”, dice Hache Contreras.

Desde el Movice advierten que hay suficientes elementos probatorios de policías de civil y carros que no están marcados con las insignias de la institución y que están atacando a la gente, y mencionan que prueba de esto son los videos que circulan en las redes sociales, que han servido como el grito desesperado cuando no hay respuesta institucional.

Ante esto, el llamado a la comunidad internacional ha sido la constante. José Miguel Vivanco, director de la división de las Américas en Human Rights Watch –la organización no gubernamental que vigila el respeto de los derechos humanos–, compartió el pasado 3 de mayo en su cuenta de Twitter que un equipo “está documentando casos de abuso policial y violencia durante las protestas en Colombia”. E invitó a quienes tienen denuncias a que se comuniquen con él: “Mis DMs (mensajes directos) están abiertos a cualquier testigo presencial o víctima de abusos que quiera contactarnos bajo total confidencialidad”.

Sin importar las distintas cifras que muestran las organizaciones sociales y la Defensoría del Pueblo, las denuncias sobre desaparición y capturas ilegales son el síntoma de que las vulneraciones de derechos no son una invención. Es necesario que las autoridades actúen con prontitud para dar con el paradero de quienes se reportan como desaparecidos. El largo prontuario del país –con más de 120.000 casos entre 1958 y 2018– es la evidencia de que este es un mal que corroe el alma de la sociedad.


POLÍTICA
Paro nacional: ¿A qué juega Gustavo Petro?

El favorito en las encuestas para las elecciones presidenciales podría estar jugando con fuego al encender los ánimos y no condenar los bloqueos en las ciudades. Del respaldo podría pasar al rechazo.

La estrategia política de Gustavo Petro ha quedado clara en medio de la mayor tensión que se recuerde en las calles en la historia reciente del país. Mientras las ciudades arden en llamas y se registran tiroteos cada noche, el líder de la Colombia Humana ha permanecido entre el silencio y sus polémicos mensajes en su cuenta en Twitter que, más que apaciguar los ánimos, los encienden.

Si bien es cierto que no toda la indignación ciudadana simpatiza con Petro, también es verdad que hay claras expresiones, entre ellas las del mismo Comité Nacional de Paro, que ven en él a un líder con posibilidades de representarlos en las próximas elecciones presidenciales, como varios de ellos lo han reconocido.

Durante los últimos días, Petro ha mostrado varias facetas. La noche previa al primer día de movilizaciones, buscó desmarcarse de los hechos violentos que podrían suceder, sabiendo que había una inconformidad represada por la pandemia y atizada por el inoportuno proyecto de reforma tributaria que presentó el Gobierno. Allí hizo su primera “alocución”, un nombre con el que se referencian exclusivamente las declaraciones presidenciales en el país. Les pidió a las personas que no hicieran transacciones financieras, que se retiraran de los fondos privados de pensiones y que no utilizaran el transporte público. Su objetivo era claro: paralizar el país justo cuando la economía está en su peor momento.

En el primer día de movilizaciones, Petro desapareció extrañamente, no se vio en las calles acompañando a los manifestantes y nadie supo de él. Luego de una jornada que derivó en desmanes, reapareció al día siguiente para compartir videos e imágenes de las personas en las calles, tratando de darle voz a esa indignación ciudadana.

“Cuando decidí silenciar mis redes hice una alocución que llegó a más de seis millones de personas. Allí expresé mi criterio antes de las movilizaciones, le solicité al presidente retirar la reforma tributaria, pedí calma, paz y no violencia, y me silencié, precisamente para que quedara en el vacío toda esa campaña que ya tenían orquestada en el sentido de que yo era el que había convocado la movilización”, le respondió Petro a SEMANA en una rueda de prensa.

Lo cierto es que a partir de ese momento no se volvió a reservar. Estos días ha estado activo en sus redes sociales y, en últimas, la rabia en las calles y la indignación contra el Gobierno le podrían servir para sus propósitos electorales, a pesar de que él y los demás líderes de la Colombia Humana argumentan que eso no es así. Pero Petro está jugándose una carta arriesgada. Si los bloqueos en las principales ciudades del país persisten y la violencia no cede, el paro se convertirá en un búmeran para él y sus pretensiones políticas, porque tarde o temprano tendrá que responder políticamente por lo que está sucediendo.

“Me preocupa que no sea sincero con la ciudadanía. Tiene varios discursos. Dice que no convoca a marchas, sin embargo uno ve su Twitter y está lleno de odio. Es promotor de dañar la imagen de la Policía. Es un incitador profesional”, asegura el representante Edward Rodríguez, del Centro Democrático.

Petro se ha caracterizado por enviar un mensaje, pero en medio de su discurso y sus acciones da a entender otro. En un momento en el que Duque está convocando en la Casa de Nariño a todos los sectores políticos, incluidos varios líderes de la oposición, el senador respondió con un portazo antes de ser invitado. “No nos vamos a reunir con usted (Duque) y hacer teatros de democracia de día, mientras se masacra al pueblo por la noche. Esa foto no es necesaria”, aseguró.

Es cierto que, en varios de sus mensajes, Petro ha pedido que no haya confrontación entre la Policía y los manifestantes, y hasta les pidió que se abrazaran, pero a su vez solo amplifica en sus poderosas redes publicaciones con mensajes en contra de la fuerza pública. En su cuenta en Twitter no se ha visto una sola imagen o mensaje de rechazo al vandalismo, al terrorismo urbano, a los bloqueos, al desabastecimiento de alimentos y gasolina, y a la crisis humanitaria que sufren ciudades como Cali.

“Están buscando por todos los medios responsabilizar a Gustavo Petro de cuanto desmán o tragedia ocurra. Y eso tiene un objetivo en este momento, especialmente del Centro Democrático y su entorno, de generar las condiciones de la posibilidad de un encarcelamiento o un proceso judicial e inclusive de un atentado contra el político más importante y más interesante del país”, le dijo a SEMANA el excandidato a la Alcaldía de Bogotá por el petrismo, Hollman Morris. Un mensaje similar fue enviado por el diputado Nicolás Petro, hijo del candidato presidencial. “Temo por la vida de mi papá. Lo están presionando para que salga a la calle y así poder asesinarlo”, dijo.

Petro ha advertido que si el Gobierno decreta una conmoción interior, convocará a las calles de Bogotá a un millón de personas, sin pensar en la pandemia, la ocupación de las unidades de cuidados intensivos y las alteraciones de orden público. El líder de la Colombia Humana también ha casado todo tipo de peleas. Le hizo varios reparos a la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, y le recriminó al presidente de la Andi, Bruce Mac Master, por supuestamente haberlo responsabilizado de ser uno de los promotores de las marchas en Cali, una de las ciudades que más ha sufrido la violencia en estos días.

Petro hizo una segunda “alocución” en la que propuso derogar la reforma tributaria de 2019 como una salida rápida para estabilizar las finanzas del país. Criticó al presidente Iván Duque y volvió a arremeter contra el Gobierno, el Centro Democrático y especialmente contra el expresidente Álvaro Uribe, a quien responsabilizó por lo que está pasando.

Uno de los reclamos que más le hacen diferentes sectores a Petro es que su voz sería fundamental para detener los bloqueos y la escalada de violencia que se está viviendo. “Él nunca ha invitado a marchar a nadie, de hecho, un día dijo que se quedaran quietos en la casa. Él lo que ha hecho ha sido sacar los abusos de la Policía, que para nadie son un secreto. La verdad es que nadie gana con esto”, aseguró el senador Armando Benedetti, uno de los alfiles más importantes del líder de la Colombia Humana.

“Hay sectores de la sociedad que por un largo periodo vienen tratando de generar un discurso antisistema para socavar la institucionalidad del país y el Estado de derecho. Se vuelve un discurso incendiario. Uno ve una campaña por esos sectores políticos de tratar de deslegitimar la fuerza pública, de mantenerse diciendo que todas las elecciones han sido robadas, incluso de desprestigiar al sector privado”, dijo el senador uribista Gabriel Velasco sobre el comportamiento de Petro.

En medio del caos que vive el país, Colombia necesita de la grandeza de sus líderes para que, más allá de los réditos políticos y los cálculos electorales, se puedan encontrar salidas a la situación actual. El panorama de la región tiene que servir como referente para saber que los populismos que buscan representar la indignación ciudadana pueden terminar siendo perjudiciales para la democracia.

Es evidente que Petro está tratando de desligarse de todo lo que ocurra en las calles, como si promover las manifestaciones y la indignación no fuera una de sus principales prácticas políticas desde hace muchos años y que le ha dado réditos. Solo que, en esta ocasión, la violencia ha sido tan espantosa y ha asustado tanto a millones de colombianos, que su estrategia podría fallar al final.


FUERZA PÚBLICA
“Nosotros no somos los enemigos”: hablan los policías gravemente heridos en las protestas

SEMANA cuenta las historias de los policías asesinados o heridos en los desmanes del paro nacional. El dolor de la mamá del capitán fallecido. La angustia de la esposa del intendente que recibió un tiro en el rostro. Y el relato del joven al que una papa bomba le explotó un pie. Reportaje.

Al patrullero Luis Guerra una papa bomba le destrozó la pierna. El intendente José Luis Rodríguez perdió su ojo por un disparo de fusil.

Más de 27 puñaladas cayeron sin piedad, una tras otra, sobre Ángel Gabriel Padilla. El patrullero de la Policía corría solo en ropa interior en medio del caos. La turba enardecida le había quitado el pantalón de dril y el saco azul que llevaba puesto, mientras se movilizaba en la vía que conecta a Cali con Yumbo, Valle. A pesar de ser un miembro de las Fuerzas Armadas, ahí estaba de civil, desamparado, impotente. 

Cuando Ángel Gabriel perdió el equilibrio por los golpes, la multitud no cesó. El hombre no era una amenaza ni tenía fuerza alguna, pero aun así le lanzaron ladrillos, le pegaron patadas y lo hirieron a mansalva con el puñal. Su historia refleja la de muchos policías que deben quitarse el uniforme para trasladarse a casa, por miedo de que lo ataquen por la espalda en la calle. Su esposa Yenedith Quiroz le temía a eso como a nada en el mundo y le había pedido que guardara su uniforme en el baúl.

Al pasar por una de las barricadas, Padilla fue obligado a mostrar todo lo que llevaba. Apenas vieron el uniforme, el patrullero recibió casi una sentencia de muerte. “¡Tombo infiltrado, asesino!”, le gritaban mientras le pegaban. Nadie se explica hoy cómo sobrevivió. El médico le dijo a su familia que uno de los cuchillos pasó apenas a unos milímetros de la arteria aorta.

El hombre tiene en su cuerpo heridas tan profundas como un dedo. Su respiración hoy es un milagro. Estuvo tres días inconsciente. Ya pasó a la habitación 318 de la clínica de Sanidad de la Policía. Tiene lagunas mentales y le cuesta mantenerse despierto. Perdió tanta sangre que tiene una anemia severa. 

La esposa de Padilla también es patrullera. Los dos son de la costa caribe, pero trabajan en Cali, donde no tienen familia. “Nosotros escogimos esta profesión y somos conscientes de que uno puede ser herido en combate. Pero no imaginé jamás que la misma ciudadanía por la que velamos intentara quitarle la vida a uno”, dice ella sin poder contener el llanto. 

Cerca de 850 policías han resultado heridos en las manifestaciones. En esa institución aseguran que se trata de las protestas más violentas en la historia reciente del país. Cundinamarca y Valle del Cauca son los departamentos con más afectaciones. 

En medio de la polémica sobre el exceso en el uso de la fuerza para reprimir las protestas, casi nadie voltea a mirar las historias de heroísmo que también hay en la Policía y el drama que viven decenas de familias colombianas por su pérdida

Ana Silvia Beltrán tuvo que despedir a su hijo Jesús Alberto Solano. “Mi hijo amado, mi tesoro”, se lamenta. El capitán de la Policía, director de la Sijín en Soacha, de 34 años, fue asesinado luego de intentar evitar que saquearan un cajero automático ubicado en la autopista Sur con calle 22, en ese municipio de Cundinamarca.

El capitán recibió cinco puñaladas y durante dos días luchó por su vida en una uci. Los médicos tuvieron que entubarlo, pero a los dos días (el 30 de abril) su corazón dejó de latir. Sus compañeros solían decir que él era un hombre que daba la vida por ser policía. Y eso que hace unos días sonaba un elogio, hoy es la más cruel de las paradojas. El capitán Solano había tenido numerosas glorias en su carrera. Recibió 132 felicitaciones y 10 condecoraciones.

Esa noche, la institución perdió a uno de sus mejores hombres; doña Ana, a uno de sus hijos; una mujer, a su esposo, y una pequeña de 5 años, a su padre. El vacío de cada policía que fallece prestando servicio deja un dolor indeleble entre sus colegas, y se siente como un estruendo en cada uno de sus hogares.

Jennifer González aún no asimila que su esposo se haya salvado de morir. La noche del 3 de mayo no podía dormir. “Tipo once de la noche me entró un desespero, le escribía sin parar”, cuenta. El intendente José Luis Rodríguez nunca respondió. Al poco tiempo se enteró de que a esa hora él se estaba debatiendo entre la vida y la muerte, pues había recibido un disparo en su rostro. Todo sucedió cuando el grupo de Operaciones Especiales de la Policía Nacional (Goes) intervino en el barrio Siloé, en Cali.  

Un disparo de fusil impactó en el ojo izquierdo al intendente de 35 años. El hombre comenzó a perder mucha sangre y mientras sus compañeros intentaban atenderlo, él solo pedía que si moría, no desampararan a su esposa e hija de 11 años. La niña había sufrido enormemente los días antes de este impacto. “¿Por qué dicen que los policías son asesinos? Mi papá no es asesino”, decía. 

El proyectil quedó ubicado a 2 milímetros de su cerebro y destruyó por completo el globo ocular. Tres días después, el intendente perdió su ojo. “Nunca volverá a ser como antes. Tantos años de esfuerzo se frenaron. Es mentira eso que dicen que el que no estudia es policía. Pero doy gracias a Dios que está vivo”, dice Jennifer.

Como Rodríguez, nueve uniformados más fueron atacados con armas de fuego. La inclemencia en las protestas ha hecho que incluso se haya vuelto difícil socorrer a quienes están heridos. A la gravedad de las heridas se ha sumado que los bloqueos no permiten que pasen las ambulancias. Si va un policía, además, los manifestantes argumentan que puede llevar municiones en la ambulancia, entonces escapar del campo de batalla es otra odisea. 

Yeison Carvajal, un patrullero de 26 años, recibió al equipo de SEMANA en una de las habitaciones de la Clínica Valle de Lili. Narró cómo tuvo que atravesar la ciudad en medio del caos con su compañero muriendo. Iban en una moto de la Policía, tratando de esquivar las piedras lanzadas por una multitud que les gritaba “¡asesinos, asesinos!”.

Eran tres uniformados del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad). Uno conducía, mientras que el otro lo sostenía a él, que no paraba de vomitar. El joven había recibido un disparo en el abdomen, el cual le destrozó parte de sus intestinos. El impacto entró por los espacios laterales que tiene todo chaleco antibalas.

“Tenía pena con mis compañeros porque los estaba ensuciando, pero ellos me decían: no se preocupe, lo más importante ahora es que logre sobrevivir. Yo pensaba en mi mamá, no la podía dejar sola. Soy el que responde por ella y yo le dije que me cuidaría, mientras empacaba la maleta la noche anterior (29 de abril) cuando mis superiores me dieron la orden de que me trasladara de Cúcuta a Cali para apoyar en esta misión”, cuenta.

Está solo y herido en una ciudad desconocida. Se hospedaba en el hotel La Luna, como decenas de uniformados que perdieron todo cuando allí estalló un artefacto explosivo. Ese día no habían tenido tiempo ni de comer, y por eso en los videos se ven las bolsas de alimentos que bajan de la tanqueta del Esmad. Las tenían que lanzar de afán porque los estaban atacando desde la distancia con piedras y explosivos. Dieciocho policías fueron atacados con material incendiario en estas jornadas.

El patrullero Luis Guerra tiene 27 años, su contextura es delgada, pero la disimula detrás del traje del Esmad que muchos asemejan con Robocop, el cual tiene un peso cercano a los 25 kilos. Una papa bomba cayó sobre su pie derecho luego de que, al estar custodiando una marcha pacífica, llegó un grupo de encapuchados a atacarlos. El artefacto destruyó el traje y su pie.

En la cirugía los especialistas encontraron vidrios, tuercas, materia descompuesta, basura y pólvora. Sentado en su silla de ruedas, a la espera de que le den de alta, el joven pide que muchos lean sus historias de vida. “Todo tiene un antes y un después, pero solo están mostrando cuando nosotros entramos a defender. Nos vemos como los malos del paseo, pero no podemos dejar que nos maten o que maten a civiles. Tenemos que mantener el orden”.

Padilla, el uniformado que sobrevivió a las 27 puñaladas, resume bien lo que piensan muchos de sus compañeros. “El policía que cometa errores que pague. La mayoría somos buenos. Somos humanos y al igual que todos sentimos dolor, hambre, rabia, amor, frío o calor. Todos somos colombianos, y los uniformados somos los que menos culpa tenemos en este inconformismo social. Nosotros no podemos votar, son ustedes los que eligen a quienes nos gobiernan”.


POLÍTICA
¿Cómo sacar el país de la crisis?: la opinión de los expresidentes y candidatos presidenciales

Expresidentes mostraron su apoyo en torno al diálogo y algunos precandidatos presidenciales plantearon posibles salidas para el país. Llegó la hora de la grandeza.

La Coalición de la Esperanza, en la que están Sergio Fajardo y Humberto de la Calle, entre otros, fue el primer movimiento de oposición con el que se reunió el presidente Iván Duque.

La crisis por la que atraviesa Colombia es quizá la más fuerte que enfrentará Iván Duque durante su cuatrienio en la Casa de Nariño. La falta de gobernabilidad, provocada por su fallida reforma tributaria y un país que reclama compromisos heredados en medio de la crisis económica suscitada la pandemia, fue la tormenta perfecta para que el inconformismo social se reactivara, con protestas y marchas en las que se escudaron algunos vándalos para pescar en río revuelto y crear caos y zozobra en distintas ciudades. 

La situación es tensa e incierta. Pero también es el momento oportuno para deponer las diferencias y construir salidas viables y sostenibles. Llegó la hora de la grandeza. La coyuntura ha logrado despertar la solidaridad y el apoyo de los expresidentes. Cada uno anda en una orilla distinta, aunque manifestaron su intención de ayudar a Duque a salir de la crisis.  

El expresidente Álvaro Uribe ha sido uno de los más persistentes en buscar una unidad nacional entre políticos de distintas vertientes en torno a Iván Duque. Logró, después de múltiples intentos, que el expresidente César Gaviria hablara telefónicamente con el presidente, y ahora avanza en conversaciones con el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, quien se convirtió en opositor fuerte de la reforma tributaria, que finalmente el Gobierno retiró.

A Uribe le preocupa el país, la seguridad, los bloqueos a las carreteras y los ataques a la fuerza pública. Incluso, pidió a la ciudadanía apoyar el derecho de soldados y policías de utilizar armas para defender su integridad, una polémica propuesta que no cayó bien y que motivó a Twitter a eliminar el trino.

Con el Centro Democrático, la bancada de gobierno, Uribe ha venido haciendo propuestas económicas al Gobierno, y ha pedido a alcaldes y gobernadores que tiendan puentes y faciliten el diálogo en las regiones con los líderes del paro y todos los sectores de la sociedad.

Juan Manuel Santos dio el primer paso. “Presidente, estoy a disposición suya y de los colombianos para salir de esta crisis…”, dijo. Ernesto Samper, uno de los más ácidos críticos del Gobierno Duque, siguió el ejemplo y mostró disposición de colaborar. “Estoy listo y dispuesto a contribuir”, expresó.

Lo importante –de acuerdo con Samper– es identificar los tres factores de la crisis: las consecuencias de la pandemia, la polarización ideológica que ya creó una grieta entre los colombianos y la reforma tributaria, el factor detonante de las movilizaciones. A su juicio, Duque debería propender por el esclarecimiento de las causas de los muertos durante las protestas y la verdad sobre los desaparecidos como un buen gesto y primer paso para construir confianza.   

César Gaviria –quien ocho días atrás tildó en SEMANA al presidente Iván Duque de inexperto en gobernar– pasó la página, se despojó de sus diferencias políticas y habló con el mandatario sobre cómo superar la crisis. 

Andrés Pastrana es un acérrimo enemigo de la izquierda y de Nicolás Maduro, y, aunque actualmente las relaciones con Duque no pasan por su mejor momento, apoya al Gobierno en medio de esta crisis. La vicepresidenta Marta Lucía Ramírez tendió el puente.  

¿Qué hacer ante la incertidumbre? ¿Qué camino debe escoger el Gobierno para salir de la crisis? Iván Duque lideró maratónicas reuniones con distintos sectores políticos y precandidatos presidenciales, propiciando el diálogo para hacerle frente a la problemática. Sergio Fajardo, quien participó en el encuentro de la Coalición de la Esperanza, considera que el presidente Duque debe salir y hablar directamente con los manifestantes. Le pidió que hiciera presencia en Cali (la ciudad más afectada por el vandalismo), que escuchara la indignación, ordenara parar la violencia, convocara a alcaldes y gobernadores y demás gremios, e hiciera un diálogo público que convoque al país. “Le reiteramos a Duque que Colombia es mucho más que Bogotá y que gran cantidad de regiones deben ser escuchadas”, dijo. 

La Coalición de la Esperanza –que integra a diez precandidatos presidenciales, el primer grupo opositor en hablar con Duque– coincidió en que el diálogo del mandatario no puede limitarse a las fuerzas políticas en la Casa de Nariño. Por esto, propusieron durante su encuentro la puesta en marcha de un agresivo plan de emergencia social que incluya, como mínimo, una renta básica de emergencia para 6,2 millones de hogares pobres y matrícula cero en universidades públicas, entre otras.

El precandidato presidencial Juan Manuel Galán afirmó que el problema de fondo es una crisis social profunda desde antes de la pandemia.  Y coincide en el plan de emergencia social, la renta básica y apoyo financiero a jóvenes universitarios que pide la Coalición de la Esperanza. “El Gobierno debe buscar la manera de financiar eso ya”, dijo.

Al igual que el precandidato Humberto de la Calle, coincidió en establecer una mesa de diálogo directa con el Comité Nacional del Paro, en la que el presidente no se levante hasta lograr acuerdos.  “Seguiremos siendo opositores a Duque, pero no impide que pidamos unidad en esta emergencia”, expresó De la Calle.

Lo ideal –como dijo Juan Manuel Galán– es que todos los sectores políticos, incluido Gustavo Petro, tengan una actitud de contribución al diálogo. No obstante, el líder de la Colombia Humana parece cada vez más distante del Gobierno, como se observa en sus mensajes y en los de gran parte de sus seguidores en Twitter. Petro, por ejemplo, convocó a una marcha de un millón de ciudadanos si se decreta el estado de conmoción interior, una actitud provocadora que podría desencadenar en nuevos hechos de vandalismo, escudados en movilizaciones pacíficas.

Como están las cosas, no es momento de pensar en el proselitismo. “Es urgente salir de esta crisis tan profunda y salvar la democracia”, precisó el precandidato presidencial Federico Gutiérrez. El antioqueño, que también asistió el viernes al Palacio de Nariño, afirmó que el país debe ser solidario porque hay 21 millones de colombianos en la pobreza. “El Gobierno se tiene que concentrar en vacunación masiva y así poder emprender la recuperación económica y social”, propuso. 

Lo importante por ahora es que Duque escuche el clamor de los ciudadanos y sectores democráticos en el Congreso, las asambleas, los concejos y los diálogos desde las regiones, concluyó Gutiérrez. El respaldo a la institucionalidad, rodear al presidente, a la democracia y a las instituciones son temas importantes en este momento, rescató Enrique Peñalosa, mientras que Óscar Iván Zuluaga –quien no ha oficializado su intención de una precandidatura presidencial– dijo que es fundamental defender la democracia y a las Fuerzas Armadas. Pidió no olvidar la pandemia por la covid-19 y acelerar la vacunación masiva que permita la reactivación económica.

Aunque Duque ha tendido puentes de entendimiento que conduzcan a un diálogo nacional, el espaldarazo que recibió de las altas cortes no fue bien visto por magistrados de la Corte Constitucional, como Diana Fajardo y Jorge Enrique Ibáñez, que marcaron distancia y defendieron la división de los poderes.

Por su parte, el precandidato del Partido Verde, Camilo Romero, no comparte la agenda que se estableció desde el Palacio de Nariño para mitigar la crisis. Por eso, se negó a asistir y criticó a la Coalición de la Esperanza por el encuentro con Duque. Según él, una crisis de esta magnitud no se resuelve de la misma manera que antes. “El Gobierno debe plantear un diálogo con esa ciudadanía, joven sobre todo, que ha salido a marchar de manera pacífica y contundente en las calles y que difícilmente se siente representada por los políticos”.

Duque, por ahora, sigue uniendo sectores en busca del gran pacto nacional, pero es importante desescalar la confrontación que, de acuerdo con el precandidato Juan Fernando Cristo, debe comenzar por algo elemental: “Que el Gobierno condene los excesos de la fuerza pública y se solidarice con las víctimas, y que el Comité del Paro rechace por igual al vandalismo y a las agresiones a los policías. ¿Será posible?”.


Opinión
Ley para el negocio de salud

El proyecto persigue, en línea con la Ley 100, elevar la tasa de ganancia de los inversores en salud. El interés principal del articulado, ya con distintas versiones, es consolidar economías de escala a las empresas más fuertes.

AURELIO SUAREZ

El proyecto de reforma a la salud, 010-Senado y 425-Cámara, no garantiza la sanidad general, pero avanza en el negocio de la salud. Se corrobora al confrontar el estado del sector con los cambios propuestos al sistema de aseguramiento, con núcleo en las EPS; a la salud pública y la atención básica; a la educación médica; a la red pública hospitalaria; a la medicina familiar y al registro de historias clínicas, entre varios.

En 2020 había 39 EPS, dos de las cuales solo tienen afiliados en el régimen contributivo, mientras que las demás operan en este y en el subsidiado. Había 19 sin capital mínimo y 21 sin patrimonio adecuado aunque, al consultarse el ejercicio financiero de 2020, cuando siguieron recibiendo la Unidad de Pago por Capitación (UPC) pero suspendieron diversos servicios por la pandemia, las utilidades acumuladas suben a 2 billones de pesos.

La OMS estima que el gasto en salud es de 5 por ciento del PIB, más de 50 billones de pesos. Seis EPS controlan la mitad de los afiliados al régimen privado y dos de ellas, junto con cuatro lideradas por Coosalud, administran una porción similar en el público, con cobertura del 95 por ciento de la población. La que reúne más usuarios, 7,4 millones, es la estatal Nueva EPS.

Entre 1999 y 2018 creció el número de tutelas judiciales para exigir atención y entre 2014 y 2019 las peticiones, quejas y reclamos anuales subieron de 600.000 a más del doble. La Contraloría General (2018) inventarió en 12,17 billones de pesos la deuda de las EPS con las IPS y los precios en salud entre 2000 y 2018 crecieron al año 6,39 por ciento, por encima de la inflación, de 5,08 por ciento (Banrep). La rentabilidad de las EPS sobre los activos en 2019, entre las principales, osciló entre 1 y 14 por ciento (cálculos con base en Supersalud).

Es relevante el aumento de capital extranjero en distintos eslabones. UnitedHealthcare Group se hizo a las intermediarias Colmédica y Aliansalud y a los centros clínicos Portoazul, Colina y Country. También están Keralty, Fresenius, Falk y Christus Health. La inversión foránea entre 2018 y agosto de 2019 fue de 620 millones de dólares (Procolombia), con algunos puestos en las 13 zonas francas sectoriales (M. Tache y otros, UN, 2020).

De ahí se infiere que el proyecto persigue, en línea con la Ley 100, elevar la tasa de ganancia de los inversores en salud. El interés principal del articulado, ya con distintas versiones, es consolidar economías de escala a las empresas más fuertes, aun en detrimento de otras. Recurre, en primer término, al mecanismo de regionalización de un oligopolio dominante del aseguramiento (artículo 35). No para ahí. El artículo 78 introduce la figura de matriz o “controlante”, brincándose con sus propias estructuras las limitaciones a la integración vertical de las EPS.

La UPC creció 132 por ciento entre 2000 y 2019 para el régimen subsidiado y 32 por ciento para el contributivo. Su unificación y un incentivo variable por cumplimiento de metas la incrementa (artículo 34). Pese a lo cual las EPS irían a la fija con el establecimiento de una póliza de seguro que responderá a las instituciones de atención en casos de siniestro en los pagos. A propósito, el Estado queda facultado para promover alianzas público-privadas en cualquier componente del sector, desde el aseo hasta los hospitales (artículo 54).

El proyecto habla del médico familiar. Pero se cuestiona que, en su desarrollo, las EPS ocuparían personal apenas capacitado en un programa básico, no especializado, en “competencias en medicina general con enfoque familiar y comunitario”, dándoles además funciones educativas (S. Abril, 2021). Asumir esa misión les permitiría también controlar las historias clínicas y, por ende, el sistema. Respecto al régimen laboral del personal público, si bien ratifica la contratación directa, según lo prescribió la Corte Constitucional, desconoce la carrera administrativa y autoriza al Estado a definir plantas, salarios y prestaciones (artículos 76 y 77).

¿Cuál el futuro del sector? ¿El Estado solo regulará? Como tiende a concentrarse en los grupos con más palanca financiera, los extranjeros tendrán las de vencer por las normas favorables ya descritas, que se reglamentarán mediante autorizaciones otorgadas al presidente y al ministerio, y contarán con el patrocinio de los capítulos de servicios, inversiones y propiedad intelectual de los TLC. No dice el proyecto con qué tasa de ganancia se diseña, la que realmente se persigue a cambio de excluir al Estado de funciones de salud pública y paliar los costos crecientes, hacia una fase superior de privatización lucrativa. Lo que sí es seguro es el menoscabo al derecho ciudadano en acceso real a prevención, atención y tratamiento.


Streaming
Recomendados de la semana: asesinos por oficio

En los recomendados de streaming, Manuel Kalmanovitz sugiere cuatro películas que siguen a asesinos a sueldo en sus jornadas profesionales.

Director: Park Hoon-jung * País: Corea del Norte * Año: 2020 * Duración: 131 min. * Disponible en: Netflix

De este director ya había recomendado La bruja, parte 1 –que ha dejado de estar disponible–, y esta tiene una dinámica parecida: un manejo cuidadoso del ritmo, una tensión creciente y un contraste entre momentos tranquilos y explosiones de violencia. El protagonista es el lugarteniente de un mafioso que, tras ver asesinadas a su hermana y sobrina, decide matar al líder de un clan rival. Mientras se calman las aguas en Seúl, el matón viaja a la isla de Jeju, donde conoce a una muchacha enferma de muerte, antipática y buena tiradora, con quien pasa momentos calmados, de un romanticismo leve y recio. Aunque es mucho el melodrama (el romance, la venganza, la enfermedad terminal), los protagonistas reaccionan estoicamente, y la distancia con la que los observa la cámara lo hace creíble y disfrutable.

Director: Fred Zinnemann * País: Estados Unidos * Año: 1978 * Duración: 143 min. * Disponible en: HBO Go/Movistar Play

La distancia es fundamental en este clásico del cine de suspenso que sigue a un asesino a sueldo inglés que busca matar al presidente Charles de Gaulle, contratado por una organización secreta que resiente la salida francesa de Argelia. Todo se desarrolla en dos hilos narrativos: de un lado, el criminal que prepara el golpe y navega las redes ilegales, en las que consigue los documentos y las armas que necesita para su tarea, y, del otro, los engranajes institucionales de varios países, también cuidadosos y metódicos, que se activan en un intento de frustrar el plan. La tensión reside en la manera magistral en que el veterano director alterna, entre hilos, el choque entre el accionar impersonal de la institucionalidad y la singularidad del individuo contratado para cometer el asesinato, que hoy parece prever el presente.

Director: Liu Chia-Liang * País: Hong Kong * Año: 1982 * Duración: 109 min. * Disponible en: Netflix

En esta plataforma hay una buena selección de películas clásicas de artes marciales, entre ellas algunas del legendario estudio Shaw Brothers como esta. La trama tiene que ver con tres asesinos que reciben la orden de buscar y acabar con un maestro del kung fu –que se ha camuflado entre la gente de un pueblo, posando como leñador–, considerado traidor por desbandar una escuela de artes marciales. La cinta alterna momentos ligeros con comedia física, extraños actos de brujería y unas peleas impecablemente coreografiadas, tanto a puño limpio como con una cantidad de armas tradicionales. Gracias a una vibrante fotografía a color, escenarios que parecen sacados de un sueño y unas confrontaciones tan elegantes como escenas de baile, es una muestra del cine asiático que abrió nuevos caminos para el género.

Director: Wong Kar Wai * País: Hong Kong * Año: 1994 * Duración: 98 min. * Disponible en: Mubi.com

Antes de hacer sus películas más elegantes y refinadas, Wong Kar Wai exploraba con intensidad la noche hongkonesa, con bandas sonoras llenas de reverberación y sintetizadores, y protagonistas que oscilaban entre la rutina y la desesperanza. Pensada originalmente como una historia adicional a Chungking Express, esta sigue en paralelo a un asesino profesional que, entre tareas, comparte un apartamento con una socia con quien nunca se encuentra, y a un chico mudo que en las noches entra sin permiso a negocios ajenos. Con fotografía de Christopher Doyle, en la que la oscuridad de la ciudad se ve rota dramáticamente por luces de neón y colores vívidos, es un retrato de este mundo lluvioso y despoblado en el que estas personas deambulan sin dirección y sin querer ni poder encontrarse.


CRISIS
Paro nacional: ¿Colombia seguirá el camino de Chile?

El estallido social que se vivió en Chile en 2019 tiene muchas similitudes con lo que está pasando en Colombia.

En Colombia uno de los detonantes de las protestas fue el proyecto de reforma tributaria.

El 14 de octubre de 2019, cientos de estudiantes de Santiago, la capital de Chile, decidieron saltarse los torniquetes del metro e ingresar sin pagar, en señal de reclamo al aumento del pasaje. Fue apenas la gota que rebosó la copa y, con el paso de los días, el caos fue total. Edificios incendiados, vagones quemados y protestas masivas derivaron en enfrentamientos con la fuerza pública. Más de 20 chilenos fallecieron.

Al quinto día de las protestas, el presidente Sebastián Piñera decidió decretar el estado de emergencia y todo fue peor. Un día después, en una alocución que todos esperaban, advirtió: “Estamos en guerra”. Esa declaración causó indignación y llevó a las calles a un millón de personas. A los pocos días se militarizó la ciudad. Al final, Piñera decidió retirar el alza del precio del metro, aseguró haber entendido el mensaje y el estallido social derivó en un histórico plebiscito en el que los chilenos apoyaron que se redacte una nueva constitución.

Guardadas las proporciones y las diferencias entre ambos países, algunos han relacionado lo ocurrido en Colombia con lo que pasó en Chile. Aquí el detonante fue la polémica reforma tributaria, que hizo que miles de personas salieran a protestar en pleno tercer pico de la pandemia. Esta semana, a raíz de lo ocurrido, el expresidente Álvaro Uribe habló de la “teoría de la revolución molecular disipada”, expuesta por Alexis López, un periodista chileno de derecha que ha estudiado lo que pasa en su país.

“Tenemos constatación de que grupos organizados a nivel de movimiento, que al igual que las Farc, que entraron en un proceso de paz –en Chile, el MIR lo hizo en la década de los ochenta–, están participando activamente con sus símbolos en las protestas y las manifestaciones. No necesariamente toda la gente de esos grupos está en las acciones de violencia, pero de que están involucrados, lo están”, le dijo López a SEMANA.

El presidente Iván Duque, el fiscal Francisco Barbosa y hasta el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, coincidieron en que habría estructuras armadas y delincuenciales detrás de los actos de violencia. Moreno culpó a Nicolás Maduro, mientras que el fiscal Barbosa, al igual que el senador Rodrigo Lara, mencionaron al ELN y a las disidencias de las Farc.

Más allá de ese factor violento, que podría ser el común de los ataques coordinados en diferentes ciudades, no se puede desconocer que hay una indignación ciudadana reflejada en las calles y que tiene exigencias legítimas, tanto en Colombia como en Chile. Duque tiene enfrente a un Comité del Paro para dialogar.

En materia política, uno de los puntos en común es que por el panorama preelectoral de ambos países, políticos de izquierda con aspiraciones presidenciales, y en oposición a los gobiernos de derecha de Duque y Piñera, han buscado réditos electorales en medio del caos y la inconformidad, diciendo que representarán a esa ciudadanía inconforme.

Las elecciones en Chile serán en noviembre y las encuestas más recientes ponen entre los tres favoritos a dos candidatos de la izquierda que respaldaron la protesta social. El mismo sondeo, la encuesta del Centro de Estudios Públicos, dice que Piñera tiene 74 por ciento de desaprobación. “Le quedan unos meses de gobierno y se le están haciendo eternos porque ya no tiene ninguna capacidad de salvar su legado”, asegura Jean Palou, periodista de El Mercurio.

En el caso colombiano, Duque hasta ahora se enfrenta a un escenario de conversación con diferentes sectores sociales. Además de la fallida reforma tributaria, hay un pliego de peticiones que buscan mejorar la calidad de vida de millones de colombianos, que sufren el impacto de la pandemia en un país donde la pobreza aumentó al 42 por ciento. Contrarrestar la violencia y abrir las puertas del diálogo es la salida.


Salud
De la calle a la UCI: ¿Qué tan caras saldrán las protestas frente al coronavirus?

SEMANA habló con médicos de diferentes especialidades sobre si las aglomeraciones dispararán los contagios de covid en el país. “Actualmente ya estamos viviendo una tragedia. Así que esta será aún peor, no hay duda”, dice un experto. 

Muchos países han tenido un punto de quiebre que disparó su tragedia frente a la covid. Italia lamenta haber permitido un partido de la Champions al que hoy se refieren como una bomba biológica. España no supera la marcha del 8M, en la que hasta la esposa del presidente se contagió. India, el país que ahora estremece al mundo, cuenta como un error mortal un evento religioso que aglomeró a 25 millones de peregrinos sobre el río Ganges.

La salida masiva de colombianos a las calles en el marco del paro nacional aterra también al cuerpo médico en el país. Más allá de sus motivaciones políticas y sociales, el paro nacional comenzó en un momento bastante inconveniente frente a la lucha contra la pandemia. El país vive un tercer pico y la ocupación de las unidades de cuidados intensivos (ucis) está en sus máximos históricos.

Por eso, diferentes autoridades habían clamado para que las manifestaciones se pospusieran. La alcaldesa Claudia López las catalogó como un “atentado contra la vida”. Al segundo día de iniciar las marchas, el país rompió un vergonzoso récord y superó los 500 muertos diarios. Aunque esa pérdida de vidas no se relaciona con las aglomeraciones, sí es una alerta sobre lo que vendría en dos semanas, cuando el virus haya actuado sobre quienes salieron a las calles.

SEMANA consultó a varios especialistas. “No hemos llegado al punto máximo de la pandemia. La nación desvió su atención a otra situación, no menos o más importante, pero vamos a tener momentos en los cuales no tendremos respiradores para los pacientes que lleguen”, piensa el médico Fabián Andrés Rosas, presidente de la Asociación Colombiana de Especialistas en Medicina de Urgencias y Emergencias (Acem).

Los organizadores del paro han sostenido que respetan las medidas de bioseguridad, pues usan tapabocas y guardan las distancias. Pero Jaime Ordóñez, doctor en epidemiología, explica que eso no alcanza a resguardar del todo a quienes participan en las marchas. “La gente tiene la idea de que el uso de la mascarilla evita en ciento por ciento el contagio. Eso no es cierto”, sostiene. Agrega que la distancia de dos metros es importante, pero deja de funcionar como medida de protección cuando hay gritos y saltos, pues las micropartículas viajan distancias más grandes.

El infectólogo Carlos Pérez explica que en las actividades al aire libre, incluyendo las marchas, hay bajo riesgo de contagio. Pero que el problema viene cuando las personas se reúnen a comer, hidratarse y otras acciones que implican que se quiten el tapabocas y relajen las medidas.

Para Ordóñez, la receta del momento es una mezcla fatal. Se juntan las dos peores semanas en número de contagios, la presencia de tres variantes más contagiosas circulando en el país (la británica, la brasileña y la californiana) y la aglomeración de personas constante en las marchas. Eso, sumado a un sistema de salud que ya estaba colapsado. “Actualmente ya estamos viviendo una tragedia. Así que esta será aún peor, no hay duda”.

Los expertos ven en las marchas eventos de superpropagación. Así lo explica el epidemiólogo Carlos Trillos, quien advierte que miles de jóvenes que asisten a esas jornadas pueden contagiarse, ser asintomáticos sin saberlo y terminar infectando a otros sin enterarse. “Una persona que asista a las marchas debe aislarse para evitar contagios de personas con alta susceptibilidad de complicaciones por covid-19, como adultos mayores y personas con comorbilidades”, advierte.

Maribel Arrieta, anestesióloga y epidemióloga, concuerda en que en las próximas dos semanas la situación empeorará. Piensa que las autoridades deben poner especial atención a Cali y Bogotá, pues son las capitales con más aglomeraciones. El doctor Trillos también advierte que todas las zonas en alerta hospitalaria y con mayor cantidad de marchas deberían vigilar y monitorear al detalle lo que se viene. Además del diálogo con el paro, el país debería poner, desde ya, herramientas para enfrentar una crisis en las ucis si la situación se desborda.


Opinión
Petrozuela

Petro pareciera no ser consciente de que la gente no es tonta, no le cree sus mentiras, repudia la incitación a la violencia y destrucción, y por el contrario, tiene muy claro que con él en la presidencia, Colombia se convertirá, en un abrir y cerrar de ojos, en otra Venezuela.

MARIA ANDREA NIETO

En el transcurso de los bloqueos producto del paro nacional, que lleva el país sufriendo más de una semana, se presentó un hecho atroz que pocos medios de comunicación registraron y que muchos otros guardaron un silencio conveniente. Una mujer en trabajo de parto prematuro, y que era trasladada de urgencia desde Chocontá hacia Bogotá, tuvo la desgracia de encontrarse con una horda de manifestantes, a la altura del municipio de Tocancipá, que no permitió dejar pasar la ambulancia. La mujer dio a luz en el vehículo y el bebé murió.

Nadie dijo nada. La ONG Human Rights Watch, tan vigilante y presta para denunciar los excesos ocurridos en el transcurso de las manifestaciones, no levantó su voz de protesta. El Comité del Paro, los periodistas, influenciadores y los políticos que promueven las movilizaciones dejaron que el asunto pasara de agache, porque lo reviste una gravedad condenable en el marco de la violación del derecho internacional humanitario y que consiste en no haber dejado pasar una ambulancia. El bebé no murió. Al bebé lo mató la indolencia de quienes, estando en la vía, decidieron obstaculizar el paso de una misión médica. ¿Cuáles son los nombres y apellidos de esas personas? Nunca lo sabremos.

Nadie debería morir cuando decide ejercer el derecho democrático a la protesta, pero mucho menos cuando decide ejercer su derecho a no protestar. Y soy contundente: que caiga todo el peso de la ley para aquellos miembros de la Policía que se exceden en el uso de la fuerza y manchan el honor de su uniforme. Pero en Colombia las marchas son vandalizadas y la violencia que generan opacan la manifestación de miles de personas que lo hacen en paz. No nos digamos mentiras, en esta oportunidad ha sido evidente que existen una o varias organizaciones criminales que han planeado y ejecutado en sincronía un plan violento y, además, hay políticos tomando ventaja de estas movilizaciones.

El que más ha pescado en este río revuelto es Gustavo Petro. En el marco de las marchas, y desde la comodidad de su lujosa biblioteca, ha estimulado la protesta. En nada le afecta que la gente se enferme, al fin y al cabo él no sale a las calles. Lograr desestabilizar y debilitar la democracia colombiana es su objetivo. Por eso no tiene recato en usar expresiones consignadas en sus redes sociales de este nivel: “golpe de Estado”, “dictadura”, “poder mafioso que opera el Gobierno”, “masacre desatada por el Gobierno”, “masacre de Duque”, “Gobierno tiránico”, “la barbarie se ha tomado a Colombia”, entre otras.

El candidato Petro ha aprovechado el paro para hacer “alocuciones” y enviar mensajes con la narrativa y gesticulación de un estadista mesurado. Pero el interlineado de sus argumentos lo traducen y amplifican sus senadores, representantes a la Cámara, concejales y ediles, en un discurso cargado de odio, destrucción, pero, sobre todo, de mentiras.

Antes del inicio del paro, una de las condiciones para que este se evitara, dicho por el propio Petro, era el retiro de la reforma tributaria. Luego de que el presidente Iván Duque lo hizo, presionaron por la renuncia del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla. Lo lograron, pero siguieron las exigencias. Petro avanzó diciendo que hay que tumbar la reforma, planteada por el partido Cambio Radical, de la salud y la reforma tributaria de 2019.

El pretexto no importa. A Petro le sirve el caos. Pero ya veremos los resultados en las próximas encuestas en lo referente a su imagen favorable y la intención del voto de los colombianos. ¿Mejorará, empeorará o se quedará igual?

En poco más de una semana, Colombia ha estado al borde del abismo y del colapso. La debilidad del Gobierno de Duque, por cuenta de sus errores, desgaste y arrogancia, ha sido aprovechada por Petro, que con habilidad maneja la bipolaridad narrativa. Ataca sin piedad y después propone que en las calles la gente se abrace.

El país ha tenido en estos días una muestra gratis, pero dolorosa, de lo que sería el Gobierno con Gustavo Petro como presidente. Laxitud con los delincuentes, opresión con los ciudadanos que no quieren marchar (¿o hacer caso?), permisividad con las minorías violentas que se han tomado carreteras para impedir el paso de alimentos, abastecimiento de gasolina, de las vacunas y las misiones médicas. Así como la destrucción de negocios, incendio de sucursales bancarias y de los sistemas masivos de transporte público.

Es que Petro no es contundente en la defensa del pueblo, es decir, de las mayorías silenciosas. Esas que no marchan ni lo aplauden en las redes sociales mediante un “me gusta” en una publicación. Por el contrario, solo les habla a sus áulicos reales y virtuales con el objetivo de infundir miedo y terror.

Las mayorías silenciosas son las que ven, oyen, entienden las noticias, pagan impuestos y votan. Estos ciudadanos que, con paciencia, se indignan y soportan las improvisaciones de los gobiernos de los alcaldes alternativos como los de Bogotá, Medellín, Cali o Manizales en materia de seguridad y empleo. Y ahora además, sin marchar, tienen que sufrir la ola de violencia nacional, asumir la inflación de los precios por efecto del desabastecimiento y evidenciar el accionar de un líder como Gustavo Petro, que avala y justifica la vandalización en todo el país.

Petro pareciera no ser consciente de que la gente no es tonta, no le cree sus mentiras, repudia la incitación a la violencia y destrucción, y por el contrario, tiene muy claro que con él en la presidencia, Colombia se convertirá, en un abrir y cerrar de ojos, en otra Venezuela.


POLÍTICA
Uribe y la revolución molecular disipada: ¿Qué es eso?

En medio del caos y la incertidumbre que han producido las protestas, muchos buscan una explicación a lo que está pasando. El expresidente Uribe lanzó esta tesis. Y Petro la rechazó de tajo. ¿De qué se trata? 

El filósofo francés Félix Guattari es el creador de la teoría de la revolución molecular disipada. Su obra está consagrada en un libro de más de 600 páginas que se publicó a finales de los años setenta. Y fue retomada por el expresidente Uribe esta semana. Gustavo Petro, por su parte, lo califica como “veneno” ideológico.

Las marchas, los desmanes y el vandalismo han producido en muchos colombianos una sensación de agobio y desazón. Pero especialmente, un sentimiento de incomprensión. Después de que el presidente Duque retiró la reforma tributaria, cada vez es menos claro cuáles son los elementos que provocan tanta indignación y si existe algo que pueda frenarlos.

En medio del mar de razones que se han dado, ha surgido una que ha llamado poderosamente la atención: la revolución molecular disipada. Se trata de una teoría que muchos asocian con Alexis López, un extremista chileno que por medio de esta ha intentado explicar la explosión social en ese país. Pero realmente fue creada por el psicoanalista y filósofo francés Félix Guattari, uno de los líderes del llamado movimiento antipsiquiátrico.

El autor dedicó su vida a acuñar y profundizar en la revolución molecular disipada. Su obra está consagrada en un libro de más de 600 páginas que se publicó a finales de los años setenta. La tesis la vinieron a conocer por primera vez los colombianos por Álvaro Uribe.

A comienzo de semana, cuando el país enfrentaba una ola de violencia, el expresidente publicó un trino en el que señalaba cuatro puntos para salir de la crisis. 1) Fortalecer las Fuerzas Armadas, debilitadas al igualarlas con terroristas por la firma de la paz en La Habana, la creación de la Jurisdicción Especial de Paz y una narrativa para anular su accionar legítimo. 2) Reconocer que el terrorismo es más grande de lo imaginado. 3) Acelerar lo social. 4) Resistir Revolución Molecular Disipada: impide normalidad, escala y copa. 

De inmediato el tema se volvió tendencia. Gustavo Petro fue el primero en catalogarlo como una “conspiración” y un “veneno” ideológico. “La revolución molecular disipada lo que produce es convertir al manifestante en objetivo militar. Convierten la movilización social en un acto de guerra”, dijo el líder de la oposición. 

Mientras tanto, un trino del representante a la Cámara del partido Comunes (el que formaron las desmovilizadas Farc), Sergio Marín, encendió más la hoguera. “¡Patria o muerte! ¡Socialismo o muerte! ¡Revolución molecular disipada o muerte entrópica concentrada! ¡Venceremos!”.

Marín borró el trino y dijo que se trataba de una sátira. En términos sencillos, la teoría de Guattari quiere apuntar a que existe un plan, normalmente de la izquierda, para derrocar el poder establecido. Se llama revolución porque busca imponerse mediante el caos y el cese del flujo de la normalidad de las cosas. Molecular en tanto no tiene un liderazgo definido en una sola cabeza y los actores que operan en esta no son fáciles de distinguir, dado que trabajan como una guerrilla urbana mimetizada en múltiples frentes. Y disipada porque sus actores no se encuentran nunca, sino que actúan desde diferentes ángulos. 

Para explicar esta tesis, muchos usan el Go, un juego de ajedrez chino que no tiene como objetivo darle jaque mate al rey, sino ocupar la mayor parte del tablero. Se dice que con esta filosofía operaba el temible ETA español. Como el objetivo no es específico, la derrota del contrario no acaba con la revolución, sino que suscita más revueltas. Entonces los Gobiernos caen en un círculo vicioso en el que se logran consensos, pero estos solo abren la puerta a nuevas negociaciones.  

Quienes creen hoy en la teoría de la revolución molecular disipada consideran que no es una estrategia unitaria en un país, sino que se enlaza con un engranaje internacional en el que se coordinan naciones como Rusia, Venezuela y Cuba con organizaciones ilegales como Hezbolá y los carteles del narcotráfico. En Colombia, cada vez son más los que sienten que esta es la explicación de lo que sucede, mientras que otros la consideran la más descabellada de las teorías.


Bienestar
¿Qué es y en qué consiste el ejercicio mínimo para perezosos?

No es necesario sudar la gota gorda para estar en forma. Según la ciencia, este es el menor esfuerzo que se debe hacer para lograrlo. 

 La intensidad es clave para reducir la cantidad de ejercicio que requiere hacer. Si es poco, pero potente, bastará.

A la hora de señalar obstáculos para hacer ejercicio, la mayoría tiene la excusa de la falta de tiempo. Pero en el fondo toda esta renuencia a mover el esqueleto se puede resumir en una sola palabra: pereza. Por eso, los científicos se han puesto a la tarea de determinar cuál es la menor cantidad de entrenamiento que una persona puede realizar y aun recibir los beneficios que esta actividad provee.

La respuesta fue publicada recientemente en The Journal of Strength and Conditioning Research (JSCR), e indica que es posible hacerlo en menos tiempo y con menor esfuerzo, con lo que esas dos excusas quedan invalidadas. Este tipo de ejercicio es denominado de mínima dosis, y es popular entre los deportistas de élite que deben reducir las sesiones de entrenamiento cuando tienen dos competencias semanales. El concepto se ha popularizado poco a poco en la sociedad.

El trabajo fue realizado por científicos del Instituto de Investigación de Medicina Ambiental del Ejército de Estados Unidos, quienes trabajaron en llave con expertos en actividad física de las universidades de España y Chile. Observaron cuáles eran los mínimos de entrenamiento para mantenerse en niveles óptimos, y su conclusión es que con solo 13 minutos de cardio dos veces a la semana es suficiente. Y en cuanto al ejercicio de resistencia, una vez por semana mantendrá el organismo bien acondicionado.

Pero como no todo es gratis en la vida, a cambio la persona debe poner un poco de su parte y dar en ese corto tiempo su máximo esfuerzo. Además, el esquema sirve para estar en forma; es decir, tener la habilidad de realizar un entrenamiento físico a diario de manera vigorosa y atenta sin sufrir una excesiva fatiga, aunque no para adelgazar.

El dato más interesante de la investigación es el del cardio. Como muchos saben, la recomendación oficial es hacer 150 minutos a la semana de cualquier acción física de intensidad moderada. Puede ser caminar o montar en bicicleta. Otra opción es hacer menos tiempo, por ejemplo 75 minutos, pero de ejercicio vigoroso como correr o nadar. El nuevo estudio, sin embargo, señala que el nivel se puede mantener durante casi cuatro meses con tan solo dos sesiones de cardio a la semana. Si es de los que hace regularmente 45 a 60 minutos de esta modalidad, puede reducir la sesión a un lapso de entre 13 y 26 minutos cada una.

Para los investigadores, resulta importante enfocarse en la intensidad del ejercicio, la cual que se mide por el ritmo cardiaco. En este caso debe ser alta, o sea, al menos entre 70 y 85 por ciento de su máxima capacidad cardiaca. Otra opción que brindan es hacerlo durante 30 minutos; no obstante, a una intensidad más baja, entre 50 a 75 por ciento de su ritmo cardiaco máximo. Para el ejercicio de resistencia, con solo una sesión a la semana será suficiente. Según los autores del estudio, la fuerza y el tamaño del músculo se mantienen hasta 32 semanas con esta dosis mínima y con apenas unas repeticiones, aunque admiten que los más viejos deben hacer más para mantener la masa muscular. Eso se logra con dos sesiones de este tipo de entrenamiento al día.

El diario The Times, de Londres, cita un trabajo elaborado por la facultad de deporte de la Universidad de Solent y el Ukactive Research Institute (aún sin publicar) que corrobora esta tesis. Para ello utilizaron una muestra de más de 14.600 participantes, a quienes les pidieron hacer 20 minutos semanales de entrenamiento con fuerza, que consistía en seis ejercicios hechos de manera lenta en máquinas del gimnasio, como la prensa, las flexiones abdominales y las extensiones de la espalda, entre otros. Luego de siete años, los autores observaron que este plan minimalista de entrenamiento con fuerza produjo 30 por ciento de ganancia en el primer año, un nivel suficiente para hacer una diferencia.

Otra novedad es que no es necesario dar los famosos 10.000 pasos diarios para estar en forma. Según los científicos, esta es una cifra arbitraria y, la verdad sea dicha, no se sabe aún cuál es el mínimo requerido. Eso dijo al diario londinense Juliette Strauss, una experta en ejercicio y metabolismo de la Universidad John Moores, en Liverpool. No obstante, hay que caminar. En una investigación publicada en JAMA Internal Medicine, científicos de la Universidad de Harvard vieron datos de 17.000 mujeres que registraron su actividad semanalmente entre 2011 y 2015. Quienes caminaron 4.500 pasos a diario tuvieron 40 por ciento menos riesgo de morir que quienes solo hicieron 2.700. Todo parece indicar que el ritmo no interfiere en este resultado. A los hombres les aconsejan caminar un poco más: 5.500 pisadas.

Para tener buen equilibrio físico hay ejercicios sencillos y rápidos. Y aunque esta es una de las propiedades que disminuye con la edad, también hay buenas noticias. El balance es bueno para evitar las caídas y las lesiones. De acuerdo con una indagación del Reino Unido, los jóvenes pueden pararse fácil con una pierna y con los ojos cerrados por 30 segundos en promedio. Pero los mayores de 70 años solo resisten entre cuatro y cinco segundos, sin importar qué tan en forma se encuentren. Por eso recomiendan levantarse todos los días y por unos segundos en una sola pierna, ya sea cuando se esté bañando o lavando los dientes.

Empiece con los ojos abiertos y, después de unos días, comience a cerrarlos hasta lograr 30 segundos con cada pierna. Para retarse aún más, puede intentar hacer una sentadilla con una sola pierna y con los ojos cerrados. Quienes hacen esto a partir de los 50 años, dice la evidencia científica, lo podrán seguir haciendo 13 años después en comparación con quienes no tienen este tipo de balance.

Otra buena noticia: los expertos aseguran que no es necesario pasar 10 minutos estirando antes y después de una sesión de gimnasio o de correr. La razón es que hay poca evidencia de que el estiramiento estático previo al entrenamiento ayude a prevenir lesiones. En un artículo publicado en la revista Sports Medicine, Jonathan Peake, profesor de la escuela de ciencias biomédicas de la Universidad Tecnológica de Queensland, y Bas Van Hooren, científico del deporte, reportaron que “los ejercicios de enfriamiento activo son, en gran medida, ineficaces para mejorar la mayoría de los marcadores psicofisiológicos de la recuperación posterior al entrenamiento”.

A cambio de eso proponen que, en caso de correr o montar en bicicleta, comiencen la actividad a un ritmo más lento y permitan que su cuerpo se caliente gradualmente. Para prácticas más intensas, como trotar, saltar y nadar, el consejo es empezar a una intensidad más baja durante varios minutos antes de agregar algo de dinámica.

Los ejercicios que utilizan patrones de movimiento similares y aumentan el rango son más efectivos que el estiramiento estático, según los expertos. Luego agregue breves ráfagas de cinco a diez segundos de esfuerzo de alta intensidad antes de comenzar el entrenamiento propiamente dicho. Ejemplo de ello serían el balanceo de piernas antes de correr o poner las rodillas arriba antes de andar en bicicleta. No hay excusa. Con estas mínimas rutinas, todos los flojos que esquivan la acción podrán estar en forma sin mucho sacrificio.


Macroeconomía
¿Por qué se cayó el Ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla?

Aunque el detonante fue la falta de tacto para sintonizarse con el momento político y social que vive el país, también le reprochan su falta de comunicación. ¿Qué pasó?

 Carrasquilla tiene una muy bien ganada reputación como técnico en asuntos macroeconómicos. Pero sus cálculos en la tributaria no tuvieron en cuenta el impacto social, clave en estos temas.

La salida de Alberto Carrasquilla del Ministerio de Hacienda era un secreto a voces que circulaba por las oficinas de gobierno desde hacía varias semanas. Todos pensaban que se produciría a través de una renuncia formal, después del 20 de junio, luego de lograr la aprobación de su tercera reforma tributaria en esta administración. Nadie esperaba que fuera la medida para apaciguar las jornadas de protesta más violentas que ha vivido el país en los últimos años, convocadas a fin de rechazar la tributaria.

Pese a que el domingo 2 de mayo el presidente Iván Duque anunció su decisión de retirar el proyecto que provocó todo el alboroto y el lunes aceptó la renuncia de Carrasquilla, el daño ya estaba hecho. Los anuncios del Gobierno para frenar la violencia, evitar mayores pérdidas de vidas y contener los costosos daños económicos que dejaban cinco días de marchas no fueron suficientes a fin de calmar las aguas.

La reforma se había convertido en un símbolo para sacar a las calles a miles de colombianos enfurecidos por los nuevos impuestos que se anunciaban. Y, sobre todo, para desfogar el descontento con la situación económica, social y de salud que enfrentan.

Aunque el símbolo que originó los reclamos se retiró y su autor salió del Gobierno, los ánimos no se han calmado aún, y muchos siguen preguntándose por qué el Ejecutivo no anticipó que este no era el momento de esa reforma.

¿Qué falló? ¿Qué errores se cometieron? ¿Cómo uno de los economistas más prestigiosos del país terminó arrollado por la turba enardecida que pedía su cabeza? Para comenzar, es preciso decir que los ministros de Hacienda no son exactamente los funcionarios más populares. Ni en este ni en ningún Gobierno del mundo. Su principal función es conseguir más recursos, ya sea de impuestos o de otras fuentes, y vigilar el gasto, incluso haciendo recortes si fuera necesario. Esto no los hace particularmente simpáticos entre los ciudadanos.

Sin embargo, desde que Carrasquilla se posesionó en su cargo en agosto de 2018, el deterioro de su imagen solo fue aumentando. A su llegada, los partidos de oposición lo recibieron con cuestionamientos por su participación, una década atrás, en un controvertido negocio para que alcaldes y gobernadores invirtieran en acueductos y alcantarillados a través de los denominados ‘bonos de agua’. Pero este mecanismo dejó endeudadas a muchas regiones, no necesariamente por culpa de Carrasquilla, quien fue el estructurador, sino en muchos casos por la inadecuada gestión de los mandatarios locales.

La impopularidad del ministro fue creciendo a lo largo de su gestión, en parte, porque tuvo la dura tarea de promover las reformas tributarias de los dos primeros años de gobierno. Para la tercera tributaria, que comenzó a ambientarse a finales del año pasado, era previsible que no mejoraría su imagen.

No obstante, la chispa que detonó el descontento social contra la reforma fue un cálculo, durante una entrevista con SEMANA: afirmó que la docena de huevos costaba 1.800 pesos. Aun cuando Carrasquilla advirtió previamente en la entrevista que no sabía con exactitud los precios de los productos de la canasta familiar, muchos colombianos se sintieron indignados, pues su reforma impactaría con el IVA el precio de los huevos y de otros productos de la canasta básica.

Ese comentario engendró una verdadera ‘revolución de los huevos’, aprovechada políticamente por los contradictores del Gobierno y por los sindicatos que venían promoviendo un paro desde antes de este episodio. La convocatoria lucía lánguida por los temores que entre la población provocaban las aglomeraciones.

Pero ese no fue el único descache en el trámite de la tercera reforma tributaria de Carrasquilla en la era Duque. Entre los líderes gremiales, empresariales y políticos, hay consenso en que se cometieron varios errores tanto en la estrategia como en la comunicación del proyecto. Uno de los más protuberantes es que el exministro y su equipo no supieron leer el momento económico, político y social del país.

Ni la caída de la economía en 6,8 por ciento el año pasado, un desempleo que por varios meses estuvo por encima del 15 por ciento, el aumento de la pobreza hasta el 42,5 por ciento ni mucho menos el cierre de miles de negocios, especialmente microempresas y unipersonales, lograron persuadir al equipo de Hacienda de que este no era la época para plantear una reforma enorme. Iba inicialmente por 30 billones de pesos. En distintos foros económicos y reuniones con gremios y políticos, Carrasquilla y su equipo escucharon la misma expresión de sorpresa por el tamaño del proyecto: tres veces el que tuvo la última reforma tributaria de este Gobierno, aprobada en diciembre de 2019.

El mayor inconveniente es que de esa cifra esperaban unos 16,8 billones de las personas naturales y los asalariados. Cerca de 10,5 billones más los recogerían ampliando el cobro del IVA a otros productos de la canasta, los servicios públicos e incluso la gasolina. Y tan solo otros 3 billones vendrían de las empresas. Es decir que el mayor esfuerzo saldría del bolsillo de los colombianos. Esto causó alarma y fue utilizado por los promotores de la marcha para encender la chispa de la protesta.

Tampoco escucharon a quienes levantaron las cejas con preocupación apenas conocieron el ambicioso proyecto. Pensando más con el deseo, el equipo de Hacienda esperaba que su iniciativa recibiera todos los aplausos. Por eso se molestaban cuando se los cuestionaba sobre si la reforma tenía un componente de zanahoria y garrote. Insistían, entonces, en señalar que, aunque las fuentes de ingresos podrían generar cierto escozor, si los colombianos entendían bien cómo se usarían esos recursos en beneficio de las familias más pobres y necesitadas del país, el proyecto tendría mayor acogida.

Pero no fue así. No tuvieron en cuenta que al momento de pagar impuestos el individualismo prima sobre la solidaridad de las personas. Cada quien evalúa el nivel de riesgos, y decide con quién y para qué causas quiere ser ‘generoso’. Y el pago de mayores impuestos no resultó ser una de ellas.

Estas críticas salieron a flote en las reuniones sostenidas por los integrantes del equipo de Hacienda con distintos grupos de interés. Varios congresistas, incluidos los de partidos que acompañaron al Gobierno en la aprobación de otros proyectos, se quejaron con frecuencia de que la reforma tenía varios adefesios que había que corregir. Pero nadie quiso escuchar.

Tampoco tuvo mayor atención inicial la propuesta de la Andi, que, previendo que la discusión de una tributaria tan ambiciosa podría salirse de cauce, lanzó un salvavidas que ponía el recaudo de impuestos a cargo de los empresarios, aun cuando recogería solo la mitad.

Todos daban por sentado que la reforma, aunque peluqueada, podría aprobarse. Incluso, algunos políticos mantuvieron prudente silencio para no alborotar el avispero y perder votantes.

Carrasquilla había hecho un concienzudo análisis del tamaño de los recursos que necesitaba el país para enfrentar los desafíos económicos venideros; calculó en sus cuentas el déficit fiscal, que se disparó el año pasado para atender los mayores gastos sociales y de salud, y a este le sumó las necesidades de extender este año los subsidios al empleo y a las familias más necesitadas. Sus cuentas fueron puramente técnicas.

Por eso mantuvo en reserva durante varias semanas el articulado de la reforma, y solo la socializó al momento de radicarla ante el Congreso. Al fin y al cabo, buscaba fundamentarla en el prestigio técnico del que goza tanto en el país como en el exterior. Pero no calculó el impacto social, que terminó costándole el puesto. Al final se confirmó que una cosa son las cuentas basadas en los supuestos técnicos y soportadas en los libros de texto, y otra es la realidad de un país que enfrenta el aumento de la pobreza, la pérdida de ingresos y empleos, y la incertidumbre sobre el futuro.

El ánimo de los colombianos, contenido como en una olla a presión, explotó por la tributaria. Paradójicamente, esa es la única puerta que le permitirá al país encontrar la salida a la crisis económica.


Patrimonio
El antiguo Egipto vuelve a deslumbrar al mundo

Una serie de importantes descubrimientos revelan detalles de la vida en el imperio en el siglo XIV antes de Cristo, y determinan la identidad de una soberana hasta ahora desconocida.

En septiembre de 2020, un grupo de arqueólogos, liderado por el famosísimo egiptólogo Zahi Hawass, comenzó a excavar un terreno en la orilla este del Nilo, cerca de las majestuosas ruinas de Luxor. Buscaban el templo fúnebre de Tutankamón. Como los de los faraones Horemheb y Ay estaban cerca, tenían la corazonada de que el del joven rey estaría por allí.

A las pocas semanas de trabajo se toparon con paredes de ladrillos de barro. Los sorprendió el material, pues solía ser utilizado para construir edificaciones de la vida cotidiana, no imponentes templos de faraones. Solo hasta que removieron toda la tierra y pudieron ver los espacios que formaban las paredes y las murallas, se dieron cuenta de que habían encontrado una ciudad.

Según Hawass, varias misiones extranjeras de arqueólogos habían buscado sin éxito la ciudad dorada perdida en Luxor. Y como ocurre con frecuencia, estaba frente a sus narices. El equipo del egipcio la encontró a menos de medio metro de profundidad del suelo moderno, en una zona bastante concurrida por arqueólogos y turistas: al lado de los templos de Medinet Habu y detrás de los colosos de Memnón.

El mundo se enteró del hallazgo a comienzos de abril de 2021. Los arqueólogos lo describieron como el más importante después de que, en noviembre de 1922, el británico Howard Carter descubriera la tumba intacta de Tutankamón. En ese entonces, los tesoros encontrados en el pequeño recinto fúnebre del joven faraón deslumbraron a los egiptólogos, y los llevaron a imaginarse los niveles de riqueza de esa antigua civilización. La tumba de Tutankamón era la más pequeña del Valle de los Reyes, pero la única que no había sido saqueada. Si en ella encontraron alrededor de 5.000 valiosos objetos, ¿qué había en la de Seti I, 100 veces el tamaño de la descubierta por Carter?

Para el egiptólogo español José Manuel Galán –director del Proyecto Djehuty de excavación de tumbas y monumentos funerarios–, la ciudad dorada perdida en Luxor revelará detalles sobre un tema poco conocido: la vida y los asentamientos en el siglo XIV antes de Cristo, una época de esplendor en Egipto, caracterizada por las relaciones diplomáticas. Según explicó en Televisión Española, se conocen las cartas intercambiadas entre Amenhotep III, entonces rey del Nilo, y el rey Tita de Babilonia, y se sabe que fue una era de globalización en el mundo antiguo.“

El grado de conservación es tal que la información que se puede sacar es enorme”, dijo el español. “Desde el punto de vista de la producción, por ejemplo, la zona de talleres está dividida en barrios definidos por una muralla sinuosa, y en los centrales de cada semicírculo se encuentran hornos, cerámicas grandes, donde se producían ladrillos y carne. También hay una zona donde se esculpieron los cientos y cientos de estatuas de Sejmet, la diosa leona que supuestamente protegería a Tebas de la peste”.

Y a esto añadió: “Hay indicios de que, en tiempos de Amenhotep III, Tebas, la capital, sufrió una peste que motivó al faraón a trasladar la ciudad al otro lado del río. Curiosamente, el trasfondo político-social de este hallazgo se parece a lo que estamos viviendo”.

Hoy Egipto apuesta por revivir el turismo, seduciendo a los viajeros con los monumentos, la riqueza, la sabiduría y los misterios de la civilización que construyó las pirámides; la que moldeó la Esfinge y las gigantescas estatuas del templo de Abu Simbel; la que talló y pintó cada rincón de las tumbas de sus faraones, y la que perfeccionó el proceso de momificación a tal grado que en cierta forma inmortalizó sus reyes y reinas.

El 3 de abril de 2021, los egipcios llevaron a cabo un suntuoso desfile con elegantes carruajes y cientos de personas vestidas con los trajes del antiguo Egipto para llevar las momias de los soberanos a su nueva morada en el Museo Nacional de la Civilización Egipcia, que abrió sus puertas al público al día siguiente. En el nuevo edificio, las momias reposarán en modernos cajones, que permitirán controlar mejor la humedad y la temperatura, y serán expuestas individualmente junto a sus sarcófagos, con una decoración que se asemeja a sus tumbas subterráneas.

Como cosa de los dioses, la suerte acompaña a los egipcios en su campaña por maravillar de nuevo al mundo con la cultura de sus ancestros. En noviembre de 2020, encontraron en la zona de Saqqara –30 kilómetros al sur de El Cairo– más de 100 ataúdes de madera cubiertos de adornos. En algunos había momias, pero en otros encontraron docenas de objetos, como amuletos, estatuas funerarias y máscaras. En enero de 2021 descubrieron el templo de una reina cuya existencia se desconocía. “Estamos reescribiendo la historia”, dijo entonces Hawass en entrevista con el diario The Washington Post. “Creíamos que el faraón Teti había tenido dos esposas, Iput y Khuit. Pero ahora sabemos que tuvo una tercera, Neit, y que era hija de faraones”.

Teti –quien reinó entre 2322 y 2313 antes de Cristo– parece haber sido adorado como un dios, y por ello sus seguidores quisieron ser enterrados alrededor de su pirámide. Esas tumbas, que se siguen investigando, les permiten a los arqueólogos saber cómo se preparaban para la vida después de la muerte quienes no pertenecían a la realeza ni a la aristocracia. Además, algunos de los objetos encontrados en el lugar de excavación hablan del floreciente comercio entre Egipto, Siria, Palestina, Chipre y Creta.

Según los cálculos de Hawass –quien fue nombrado ministro de Antigüedades en 2011–, la gran mayoría de los yacimientos de Saqqara están por descubrirse, pues solo se ha excavado 30 por ciento de la necrópolis.

Pero la historia también está desenterrándose en otras partes. El diario norteamericano asegura que, en febrero, se encontraron 16 cámaras funerarias en un antiguo templo a las afueras de Alejandría, y en la ciudad de Sohag se descubrió una cervecería de 5.000 años de antigüedad, posiblemente la primera de la historia. Los egiptólogos especulan que la bebida era utilizada en los rituales funerarios de los primeros reyes egipcios.

Hace apenas una semana, se supo que un grupo de científicos polacos del Museo Nacional de Varsovia encontraron la primera momia embarazada. Una de las antropólogas revisaba la zona pélvica de la supuesta momia de un sacerdote cuando vio una anomalía: resultó ser la pequeña pierna de un feto, que debía tener entre 26 y 30 semanas de gestación.

Al parecer, la mujer tenía alrededor de 20 o 30 años, y vivió en el siglo I antes de Cristo.

Los científicos que lideran la investigación esperan que el hallazgo despierte interés por estudiar a profundidad la vida de las mujeres en el antiguo Egipto. Por ejemplo, sobre el tema de los cuidados prenatales en la Antigüedad se sabe poco. Pero se han hecho algunos fascinantes hallazgos, como el papiro del año 1825 antes de Cristo: dice que la miel y el estiércol de cocodrilo eran utilizados como anticonceptivos.

Definitivamente, la sabiduría de las antiguas civilizaciones del mundo no cesa de maravillar.

Para Zahi Hawass es tanta la fascinación por resolver los misterios de la antigua civilización egipcia que sigue adentrándose, a sus 73 años, en los estrechos, húmedos y calurosísimos túneles subterráneos de las tumbas de los faraones.


Salud
¿Llegarán los humanos a ser inmortales?

El número de quienes sobrepasan con creces los 100 años se incrementa con las décadas, por lo cual algunos científicos creen que algún día la esperanza de vida podría doblar a la de hoy o hasta ser eterna.

De acuerdo con la ONU, el índice pasó de 95.000 en 1990 a 450.000 en 2015, y se espera que sean 25 millones en 2100.

En 1956 Colombia le dedicó dos estampillas a Javier Pereira, un anciano cordobés que tuvo sus 15 minutos de fama cuando la organización Ripley lo reconoció como el más longevo de la historia, con 167 años.

Avianca lo llevó por el país, y, a bordo de un Rolls-Royce, fue vitoreado en Nueva York como un héroe.

Pero Colombia olvidó el episodio, del cual tampoco parecen saber los estudiosos que creen que el récord lo tiene la francesa Jeanne Calment, fallecida en 1997, con 122 calendarios encima.

El asunto fascina cada día más a los científicos dadas las cifras. A medida que la medicina controla mejor las enfermedades de la vejez, el número de personas que superan el centenario (115 años se considera el máximo en promedio) aumenta significativamente.

De acuerdo con la ONU, el índice pasó de 95.000 en 1990 a 450.000 en 2015, y se espera que sean 25 millones en 2100.

Según un reciente artículo de The New York Times, estos datos inquietan por las profundas implicaciones en el futuro del planeta.

¿Cuánto es lo máximo que puede vivir un humano?, es la gran pregunta. Unos pesimistas opinan que ya se alcanzó el techo de la edad, en tanto que para otros la existencia humana es como una banda suprema y hasta infinitamente elástica.

Entre 2016 y 2018, Naturey Science, las publicaciones científicas más prestigiosas, polemizaron porque la primera publicó un estudio que fijaba la edad máxima en 114 años.

Science lo refutó ardientemente, pero ninguna de las dos pudo negar una verdad muy vieja sobre el tema: antes de los 80 años, una persona tiene muchas probabilidades de morir, pero a partir de ahí la curva se aplana.

Otros expertos le apuntan más bien al enigma fundamental: ¿por qué envejecen y mueren los organismos, incluidos los humanos?

Como lo recordó el Times, el eminente físico Richard Feynman afirmó en 1964 que “la biología aún no ha encontrado nada que indique que la muerte es inevitable”.

Ejemplos de ello son microbios encontrados en el fondo del mar que habrían sobrevivido más de 100 millones de años.

La hidra no envejece jamás y genera nuevos cuerpos cuando se rebana.

Todo parece indicar que estos seres no perecen por imposición de su propia naturaleza, así que, en teoría, un organismo con la suficiente provisión de energía y capacidad de conservarse a sí mismo, además de la suerte de evadir cualquier amenaza, podría vivir hasta el fin de los tiempos.

Empero son más las especies con una fecha de caducidad, y, según explicaron varios expertos a The New York Times, ello tiene que ver con el proceso de selección natural, que prefiere gastar sus energías en rasgos que favorecen la reproducción –con su mejor momento en la juventud–, y no en el mantenimiento de un ser viejo –el cual ya no garantiza la mejor propagación de la especie–.

En fin, solo los avances biomédicos pueden alargar sustancialmente el ciclo vital, pero eso no lo verá ninguno de los vivos hoy, aunque hay perspectivas halagüeñas.

Según el Times, investigadores lograron modificar el genoma de una lombriz de modo que alargaron su vida en diez años, equivalentes a 1.000 en un humano.

Médicos de la Clínica Mayo demostraron que ciertos cocteles de drogas purgan a ratones de células viejas y viven más.

En la Universidad de California en Berkeley, se implementa un método para filtrar la sangre de moléculas que inhiben la sanación y, además, estimula la producción de compuestos revitalizadores.

Se explotan también virus benignos regeneradores.

“El envejecimiento es más reversible de lo que parece”, dice David Sinclair, investigador de Harvard.

Él sigue un tratamiento que, predice, aplicado cada diez años y con variaciones, revertiría los efectos del paso del tiempo en los humanos del porvenir: ejercicio regular, sauna, baños en hielo, dieta mayormente vegetariana y la droga metformina, para la diabetes, a la que se le atribuyen propiedades “antiedad”. A ello se le suman varias vitaminas y suplementos, como el controvertido resveratrol.


Tecnología
Las pantallas no afectan la salud mental de los niños como algunos creen, según estudio

Los efectos de las redes sociales son casi iguales a los de la televisión sobre los niños de los noventa.

Un nuevo estudio de la Universidad de Oxford concluyó que las redes sociales no son más dañinas para la salud mental de los adolescentes que la televisión para los jóvenes en la década de los noventa.

El análisis, publicado en la revista Clinical Psychological Science, se basó en información recolectada desde 1991 hasta 2017 sobre el comportamiento de 430.000 jóvenes entre 10 y 15 años.

Primero, los académicos revisaron el uso de redes sociales y de dispositivos digitales, para después compararlos con sentimientos de depresión, tendencias suicidas y problemas de conducta.

Los autores no hallaron ninguna relación entre un incremento de los problemas mentales y la tecnología, aunque reconocen que los datos, como el tiempo que los adolescentes pasan viendo televisión o usando teléfonos inteligentes, fueron reportados voluntariamente por los participantes, lo que en algunos casos puede dar resultados erróneos.

Los progresos para cumplir la meta de llevar la inteligencia artificial a los quirófanos marchan a pasos acelerados. Un reciente informe de la Universidad de California en Berkeley, cuyo Da Vinci Surgical System ya realiza más de un millón de procedimientos al año, señaló que los “robots cirujanos” han mostrado una mayor precisión, rapidez y destreza que los humanos en procedimientos como poner un pin en un hueso, tarea especialmente riesgosa cuando se trata de la rodilla.

Los aparatos también pueden operar la próstata, pero la idea no es automatizar por completo las cirugías, sino crear herramientas que alivien un poco la carga de los médicos, según expertos de la Universidad Johns Hopkins, con la misma tecnología que usan los carros y drones autónomos. Así mismo, un robot bien entrenado podrá realizar, en el futuro, operaciones a control remoto, una gran ayuda para los soldados en campos de batalla.

El país está en medio de disturbios y lo que pocos saben es que los gases lacrimógenos que las autoridades utilizan para despejar algunas zonas de bloqueos podrían tener efectos en el ciclo menstrual de las mujeres.

Un estudio publicado en la revista BMC Public Health reportó que 899 de 2.200 adultas expuestas al químico durante manifestaciones en Portland, Estados Unidos, experimentaron anormalidades en su periodo, como fuertes cólicos o un sangrado más intenso.

El análisis del consorcio Kaiser Permanente Northwest sugiere que las consecuencias son menores y temporales. Este es el primer estudio publicado que confirma un vínculo entre la menstruación y los gases, pero no existen conclusiones científicamente definitivas al respecto.

Los días de encierro obligatorio para frenar el contagio de la covid-19 han hecho que algunos busquen compañía en sí mismos y estén hablando solos. Paloma Mari-Beffa, profesora titular de Psicología de la Universidad de Bangor (Gales), le declaró a The Guardian que eso no es razón para preocuparse.

De hecho, agregó, la mayoría de las personas lo hace todo el tiempo, incluso mientras duermen, pero internamente. Como el cerebro siempre está activado, produce imágenes y palabras con frecuencia y de ahí que las charlas consigo mismo puedan tener grandes beneficios. De acuerdo con un estudio de 2012 conducido por la académica, en el que los participantes debían leer instrucciones en silencio o en voz alta, los segundos mostraron niveles más altos de concentración y desempeño en las tareas asignadas.


Foros Semana
El futuro prometedor de la región Caribe 

La región Caribe se perfila como uno de los principales motores de desarrollo en Colombia. Durante el foro ‘Líderes del Caribe 2021’ se expusieron las proyecciones, oportunidades y retos para consolidar a este territorio como un generador de progreso en el país.

Garantizar la educación de niñas, niños, adolescentes y jóvenes es uno de los principales retos de la región.

La crisis que generó el coronavirus volcó las miradas hacia la región Caribe por su amplio potencial en sectores como turismo, comercio, energía, servicios logísticos y agroindustria, claves para la recuperación económica del país. Sin embargo, en el corto y mediano plazo esta zona debe superar varios retos para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

Erradicar la pobreza, disminuir las cifras de desempleo, luchar contra el cambio climático y materializar distintos proyectos de gran envergadura hacen parte de esos desafíos que marcan la hoja de ruta de los ocho departamentos que conforman el caribe colombiano: Atlántico, Bolívar, Magdalena, La Guajira, Cesar, Córdoba, Sucre y San Andrés y Providencia.

Durante el Foro Líderes del Caribe 2021 -organizado por SEMANA, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Promigas, Amarilo y el Grupo Puerto de Cartagena- 16 panelistas resaltaron la importancia de su ubicación estratégica, riqueza natural y diversidad cultural. Además, pusieron sobre la mesa temas cruciales como el desarrollo portuario, empresarial, ambiental, social y cultural de la región.

Ana María Palau, alta consejera presidencial para las regiones, catalogó a la región Caribe como la ventana de Colombia hacia el mundo. El dinamismo de su economía y sus ventajas competitivas en términos de conectividad e infraestructura, la han posicionado como un polo de atracción de inversión nacional y extranjera. Palau destacó el trabajo que vienen haciendo desde el Gobierno nacional con una inversión de 58 billones de pesos que se traduce “en empleo, mano de obra, bienestar y competitividad, reflejados en proyectos de infraestructura, conectividad, aeropuertos y agricultura”, señaló la consejera.

El Caribe tiene dos grandes apuestas. Bajo mecanismos que impulsan el desarrollo como las Asociaciones Público-Privadas (APP), y que afirmaron los panelistas son fundamentales para el progreso, la APP del río Magdalena y el proyecto de restauración del Canal del Dique se convierten en grandes banderas que traerán beneficios a la región.

Con una inversión de más de 1.4 billones de pesos, la APP del río Magdalena busca recuperar la navegabilidad a lo largo de 668 kilómetros entre Barrancabermeja (Santander) y Bocas de Ceniza, en Barranquilla (Atlántico). Sergio Díaz-Granados, director ejecutivo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por Colombia y Perú, sostuvo que este será un proyecto clave en la reactivación a media plazo de la región Caribe.

En cuanto a la APP del canal del Dique, que tendrá una inversión de 2.8 billones de pesos, los panelistas invitados señalaron que es sin duda uno de los proyectos más importantes, pues garantiza el comercio fluvial y fortalece la intermodalidad. “Este es un proyecto clave para el medioambiente y la protección de los ecosistemas. Debería ser un ejemplo para el resto de los países de América Latina”, dijo Ricardo Sánchez, oficial senior de Asuntos Económicos de la Cepal.

Por su parte, Manuel Felipe Gutiérrez, director de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), aseguró que esta obra permitirá la regulación activa del ingreso de caudales al Canal del Dique y mejorará su navegabilidad entre la bahía de Cartagena y Calamar, en la rivera del río Magdalena a lo largo de 117 kilómetros. Adicionalmente generará 55.000 empleos directos, indirectos e inducidos, y beneficiará a 2 millones de personas de Sucre, Atlántico y Bolívar. “Su construcción durará 51 meses. Estaremos más o menos en septiembre abriendo el proceso licitatorio y al finalizar el año debemos tener el proyecto adjudicado”, aseguró Gutiérrez.

De igual manera, el Caribe colombiano cuenta con una inversión que supera los 18.6 billones de pesos en proyectos de infraestructura de transporte, considerados de alto impacto para la región. En La Guajira, por ejemplo, sobresalen los proyectos Conexión Alta Guajira y las vías del Sur de La Guajira, que conectarán a los centros poblados del departamento.

Precisamente buscando mejorar la conectividad, dentro del programa de vías 4G se incluyó la Puerta del Hierro – Palmar de Varela y Carreto – Cruz del Viso, que acercarán a los departamentos de Sucre, Bolívar y Atlántico con el interior del país, y el proyecto Cartagena- Barranquilla y Circunvalar de la Prosperidad, que conecta a los departamentos Atlántico y Bolívar. Dentro de las obras también se destaca el puente Pumarejo en Barranquilla, que fomenta el turismo y el desarrollo económico de la región al facilitar el acceso a la zona portuaria del río Magdalena y disminuir los costos operativos de transporte.

Durante el encuentro digital se resaltaron las inversiones en las ampliaciones de los aeropuertos de Riohacha, Barranquilla y Cartagena, las cuales permiten fortalecer la competitividad de la región.

Los panelistas expresaron la necesidad de fortalecer las ocho zonas portuarias del país en medio de la crisis. Señalaron que el comercio exterior permitirá mejorar el ingreso, generar más empleo, aprovechando las cadenas globales y locales de valor. “En Colombia tenemos esa extraordinaria posibilidad de combinar el comercio marítimo del país (importación y exportación) con el transbordo por su posición estratégica que le permite mantener un mejor equilibrio”, enfatizó Ricardo Sánchez.

Díaz-Granados agregó que la pandemia aceleró el fenómeno de desconexión entre Asia y Norteamérica, lo que lleva a un retorno de inversión hacia el continente americano. Explicó que Colombia será uno de los grandes beneficiados por su privilegiada ubicación y que esto le permitirá al Caribe colombiano explotar ese potencial al recibir inversión de “nearshoring” o de relocalización empresarial para cadenas regionales y globales de valor y de esa manera generar empleo y valor agregado. “Esa debe ser una de las estrategias a corto y mediano plazo para el crecimiento económico de la región” concluyó.

En el estudio ‘Pobreza y desigualdad en la región Caribe colombiana ¿Cómo recuperar la senda del desarrollo sostenible?’, realizado por el PNUD, se estima que en 2020 el territorio registró 826.928 nuevos pobres, de los cuales 244.946 serían pobres extremos a causa de la falta de ingresos por la pandemia. Desde el Gobierno se dice que hubo una estructuración de la política social enfocada a la mitigación y superación de la pobreza con programas que garantizan transferencias monetarias a los hogares.

Ingreso Solidario, Compensación del IVA, Familias en Acción, Jóvenes en Acción y Colombia Mayor son algunas de estas iniciativas que, según el informe del PNUD, amortiguaron el impacto de la crisis en los habitantes de la región.

Antes esta compleja realidad, desde el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar se ve con gran preocupación fenómenos como la salida de los niños de su entorno para estar al servicio del trabajo. Lina Arbeláez, directora de la entidad, recalcó la urgencia de seguir trabajando para poner en el centro el activo más importante que tiene una sociedad: la niñez. “Si se invierte en los primeros años de vida, de los cero a los cinco años, podemos generar un cambio en la estructura de las sociedades en reducción de la pobreza y las desigualdades”, añadió. Finalmente recalcó la importancia de garantizar la educación de niños, niñas, adolescentes y jóvenes para el desarrollo del país.

Por otro lado, en medio de este ciclo de conversaciones, el director del Departamento Nacional de Planeación, Luis Alberto Rodríguez, manifestó que los mecanismos de reactivación económica y salida de la crisis social son la vacunación y el gasto público, pues incentivan el empleo. “Toda la inversión en gasto público que se pueda hacer en este momento de la pandemia es bienvenida porque termina incentivando la inversión privada y el ejemplo claro es el de vivienda”.

Desde la constructora Amarilo recordaron que el sector vivienda influye en 32 sectores de la industria, genera empleabilidad y es una oportunidad para dinamizar la economía. Por eso, para este año la compañía planea construir 13 proyectos, en cuatro ciudades de la región, que representarán alrededor de 5.400 viviendas, generando más de 3.500 empleos directos e indirectos. “En 2021 cerca de 3.000 familias cumplirán su sueño de tener vivienda propia en alguno de nuestros proyectos en la región Caribe”, afirmó Roberto Moreno, presidente de Amarilo.

Es importante resaltar, además, que por primera vez en la historia del país se está construyendo un volumen significativo de vivienda VIS que representa un ahorro para la población más vulnerable.

La diversidad cultural del Caribe y la riqueza de sus recursos naturales han permitido que prosperen diversas actividades económicas como el turismo. Sin embargo, la chef Leonor Espinosa y el cocinero Álex Quessep, hicieron un llamado para que desde el Gobierno se pueda potencializar el sector gastronómico y de esta manera generar desarrollo y dinamismo económico como sucede en países como España y el Perú.

La chef Leonor Espinosa manifestó que la riqueza culinaria en esta zona del país es gracias a que este territorio tiene desierto, litoral marino abundante en especies, llanuras, sabanas, montañas y ríos, que además se complementa con los aportes de la cultura afro, árabe y europea. Sin embargo, advirtió que el país se estancó en la investigación gastronómica y no ha podido desarrollar iniciativas que visibilicen su riqueza en este ámbito.

Por su parte, Quessep sostuvo que la cocina no es una receta sino el punto de partida que tiene una región, una población o un territorio para poder expresar sus emociones, costumbres y acontecimientos. Por ello es clave que desde los territorios se empiecen a potencializar distintas rutas turísticas que ayuden a fortalecer e innovar el sector gastronómico, además de generar un desarrollo económico en zonas rurales y sin perder esas tradiciones que por años han caracterizado a la cocina colombiana.

“La cocina en Colombia debe empezar a ser parte de los programas de Gobierno. Tiene que ser vista más allá de un producto eventual, como una actividad permanente que genera alta empleabilidad”, señaló.

Ambos coincidieron que solo así la gastronomía se convertiría en una herramienta turística y de desarrollo que beneficiaría a sectores como el hotelero, uno de los más afectados por la pandemia. Reconocidos hoteles de la región como el Hotel El Prado de Barranquilla, y el Hotel Sofitel Legend Santa Clara de Cartagena han tenido que implementar una serie de protocolos, ajustar tarifas e innovar con planes que les permitan seguir adelante sin perder la esencia que los caracteriza.

De la mano de Fontur, el sector del turismo viene realizando un trabajo que les permite a los visitantes tener destinos bioseguros de manera integral a lo largo de la cadena de valor. “Estamos reactivando al sector con la implementación de protocolos y con importantes campañas de promoción para invitar a los colombianos a viajar de nuevo. El turismo interno es fundamental en este momento”, concluyó Raquel Garavito, presidenta de Fontur.

Reviva el foro ‘Líderes del Caribe 2021’ en y conéctese con las conversaciones que el país necesita.


Jet set
Bill y Melinda Gates: El divorcio del año

El genio de Microsoft y su esposa sorprenden con la ruptura de su matrimonio, que parecía eterno. ¿Qué pasará con su fortuna de 130.000 millones de dólares? ¿Tenían un matrimonio abierto?

Cuando se casaron, acordaron que Bill podía pasar un “fin de semana largo” al año con su exnovia Ann Winblad.

Bill y Melinda, tan nerd como él, siempre dieron la impresión de ser la pareja de multimillonarios perfecta, pues nunca reflejaron la arrogancia ni las peleas típicas de otros matrimonios de su clase. Se ganaron además la admiración del mundo, porque se han desprendido de buena parte de su riqueza en busca de soluciones para problemas como la pobreza y las enfermedades.

Pero esta semana dejaron atónito al planeta con un giro inesperado. “Ya no podemos crecer como pareja”, dijeron, al anunciar que parten cobijas tras 27 años de unión.

Después, él insistió con esta petición: “¿Saldrías conmigo por dos semanas a partir del viernes?”, y ella respondió: “Eso no es espontáneo”. Al rato, la llamó a su casa y le preguntó: “¿Es esto lo suficientemente espontáneo para ti?”.

Tras siete años de noviazgo, el paso al matrimonio no fue fácil. Él era adicto al trabajo, así que a Melinda le tomó largo tiempo convencerlo de tomarse unas vacaciones.

Ni la decisión de llevar al altar a Melinda se salvó de la tendencia de Gates a analizarlo todo matemáticamente. En una pizarra anotó los pros y los contras de casarse, “pero por dentro estaba el alma de ese hombre tierno, cálido y curioso”, en palabras de ella.

Se casaron el primero de enero de 1994 y, tal vez, desde ahí comenzaron a formarse subrepticiamente las grietas que ahora han dado al traste con su felicidad.

En ese momento, él ya era uno de los hombres más ricos del globo y contaba con el prestigio de ser el genio que revolucionó a la sociedad con la popularización del computador, el PC. No solo estaba en su apogeo como cabeza de Microsoft, sino que también empezaba a descollar como líder mundial, lo cual lo obligaba a viajar todo el tiempo.

En un mes podía cubrir India, China y países de África, en tanto que ella se quedaba en casa cuidando a sus hijos, Jennifer, Rory y Phoebe, hoy de 25, 21 y 18 años, respectivamente.

A Melinda se le hacía duro lidiar con eso y le preocupaba volverse “invisible”. “Me sentía muy frustrada y le decía a Bill: ‘Esto es demasiado y tú nunca estás en casa’. Entonces, él ponía su mano en mi rodilla y me contestaba: ‘Melinda, a donde quiera que vayamos siempre estaremos juntos’”.

Cultivaban su historia de amor con detalles como la pasión por El gran Gatsby, la célebre novela de F. Scott Fitzgerald. Fundaron un club de lectura, que hoy subsiste, y se aficionaron a la meditación.

Si caminaban por el campo, él siempre iba adelante, asegurándose de que no hubiera telarañas, pues ella las detesta.

Las hermanas de Gates cuentan que él siempre fue muy tímido y que la gran labor de Melinda fue sacarlo de sí mismo. Mientras que él se enfocaba en los hechos y la estadística, ella lo hacía en el corazón y la emoción.

Así mismo, ella no lo “malcrió” en la casa por ser tan rico. “Él lava los platos, lleva a los niños al colegio y saca al perro”, contó en una entrevista, en la que también relató que cada tarde dejaban sus oficinas gemelas en la fundación para cenar con sus hijos.

“Eran sencillos y nunca cayeron en la trampa de la riqueza”, señaló un allegado.

Pero en los últimos años afrontaron varias crisis. Cuando él dejó su puesto como directivo de Microsoft y otras de sus empresas fue justo para pasar más tiempo en familia. Pero ni ese ni otros esfuerzos sirvieron.

No se ha confirmado que haya un tercero en discordia, aunque ha causado sensación la revelación de que, desde que se casaron, acordaron que él podía pasar “un fin de semana largo” cada año con su exnovia Ann Winblad.

También se ha hablado de Zhe ‘Shelly’ Wang, una intérprete que trabajó en la fundación de los Gates.

La mujer lo desmintió, pero ha llamado la atención que no se ha aclarado con quién habría sido el presunto affaire, si con Bill o con Melinda.

La otra gran pregunta es qué va a pasar con la fortuna. La prensa de Estados Unidos asegura que se casaron sin acuerdo prenupcial y que las leyes del estado de Washington consagran la partición por mitades.

Empero, en la demanda de divorcio, ella pide que se honre un “contrato de separación” que ya tienen.

Está en juego, ciertamente, una fortuna fabulosa. Los Gates tienen 129.300 millones de dólares, según Forbes, aunque para otros la suma asciende a 146.000 millones.

Son los mayores terratenientes de Estados Unidos, con posesiones que equivalen al tamaño de Hong Kong.

A lo largo del país poseen también varias casas, la principal de las cuales, Xanadú 2.0, en Seattle, mide más de 6.000 metros cuadrados y cuenta con seis cocinas, salón de baile para 150 personas y garajes para sus 23 carros, por citar solo algunos lujos.

Son dueños de varios aviones, colecciones y acciones en Microsoft, Four Seasons y Canadian National Railway, entre otras firmas. Si reparten todo por mitades, Melinda se convertiría en la segunda más rica del planeta, después de Françoise Bettencourt Meyers, que posee 83 millones de dólares, y por encima de MacKenzie Scott, la ex de Bezos.


NOTAS ECONOMÍA
La buena racha del café y otros hechos económicos de la semana

En marzo, la producción cafetera cerró con un aumento de 9 por ciento. A esto se han venido sumando otras noticias positivas para el sector.

En marzo, la producción cafetera cerró con un aumento de 9 por ciento. A esto se han venido sumando otras noticias positivas para el sector.

Los astros se alinearon para que el café colombiano registre en estos momentos el precio interno más alto por carga de 125 kilos en su historia: ya supera 1.400.000 pesos. El gerente de la Federación de Cafeteros, Roberto Vélez, destaca los tres temas clave para llegar a esta cifra: 1) la cotización del grano en la Bolsa de Nueva York, que pasó de entre 1 a 1,10 dólares por libra a casi 1,50 dólares; 2) la devaluación del dólar en el país a causa de la inestabilidad económica y las marchas, que han terminado en problemas de orden público; 3) el grano colombiano se sigue cotizando con un diferencial de casi 50 centavos de dólar, como remuneración a su calidad y a la confianza de los compradores.

A esto hay que sumarle que la producción cafetera cerró marzo con un aumento de 9 por ciento, es decir que en el mismo momento confluyen alta producción y buenos precios. “Estas tres cosas son la fórmula feliz para tener precios que no son de bonanza, pero le han devuelto la rentabilidad a la caficultura”, aseguró Vélez.

Sin embargo, los cafeteros están preocupados por el nubarrón en que se ha convertido el prolongado paro nacional. Muchos productores no han podido llevar su café a centros de acopio, y tampoco los compradores han logrado sacarlo hacia los puertos de exportación durante los últimos seis días. Esto podría afectar los despachos y la imagen de cumplimiento y confianza de los productores colombianos en el mundo.

PANTALLAZOS

La compañía de software alemana SAP acaba de nombrar a la colombiana Marcela Perilla como nueva presidenta en la región norte de América Latina y el Caribe. Tendrá bajo su responsabilidad la operación de Colombia, Ecuador, Guatemala, Panamá, Costa Rica y el Caribe. Esta región reportó crecimiento a doble dígito en el primer trimestre de este año, jalonado por su operación en la nube. Reemplaza en el cargo a Guillermo Brinkmann, quien liderará la Organización Global de Socios de Negocios para SAP Latinoamérica.

La transición energética es una de las prioridades climáticas del planeta. Pero, para garantizar el paso de combustibles fósiles a verdes, se requieren algunos minerales imprescindibles, advirtió la Agencia Internacional de Energía (AIE). Litio, níquel, cobalto, manganeso y grafito mejoran la eficacia y la duración de las baterías, mientras que los imanes para turbinas utilizan tierras raras, y el cobre se usa en redes. Para la AIE, la concentración geográfica y las demoras en explotar nuevos yacimientos de estos minerales son el mayor desafío para hacer realidad la transición.

Los confinamientos se convirtieron en un lastre para los sectores de gastronomía y entretenimiento, pero también en una mina de oro para las compañías de juegos. Nintendo, por ejemplo, anunció ganancias récord de 4.400 millones de dólares en el año fiscal que cerró en marzo. Las ventas de su consola Switch se dispararon en las cuarentenas, e hicieron crecer 85,7 por ciento las ganancias. Esta cifra no será fácil de repetir, aunque la esperanza de ingresos está ahora en la saga de juegos que se han popularizado, como Animal Crossing: New Horizons o Mario Kart 8 Deluxe.

IMPUESTOS

El rechazo en algunos sectores a la propuesta del presidente Joe Biden de aumentar las tarifas de impuestos a las empresas (pasaría del 21 al 28 por ciento), a las personas de altos ingresos (39 por ciento para quienes ganen más de un millón de dólares al año) y a los más ricos motivó al mandatario a cambiar su estrategia. Esta semana no siguió en confrontación con los republicanos, sino que se fue a Luisiana, y junto a un puente construido hace casi 70 años pidió a los ciudadanos apoyo para su ‘Plan de empleos estadounidenses’, que busca renovar la infraestructura y cuyo costo supera los 2,3 billones de dólares. Estas obras se edificarán con los mayores impuestos que recaude. ¿Lo logrará?

COMERCIO

Este 15 de mayo se cumplen nueve años de la entrada en vigencia del TLC entre Colombia y Estados Unidos, y todo indica que los recientes cambios en el comercio global resultan promisorios para las exportaciones locales. La directora de AmCham, María Claudia Lacouture, destacó que desde 2018 Estados Unidos incrementó las compras de productos colombianos, mientras que ha reducido las de artículos chinos, lo que aumentó la relevancia del país. La facilidad de ingreso de productos nacionales a ese mercado por el TLC es una de las razones, así como la mayor oferta de mercancía agrícola y manufacturas. La directiva destacó que el TLC ha contribuido a disminuir la dependencia minero-energética de Colombia en las exportaciones a Estados Unidos.

9 por ciento crecieron en el primer trimestre las ventas de ArcelorMittal, la mayor siderúrgica mundial. Su facturación llegó a 16.193 millones de dólares, el mejor resultado en una década. Las utilidades fueron de 2.285 millones de dólares.


REFORMA
¿Cómo será la nueva reforma tributaria? Ministro de Hacienda responde

El nuevo ministro, José Manuel Restrepo, deberá tramitar una reforma que asegure al menos $ 14 billones y lograr acuerdos con el Comité del Paro. Estas son sus fórmulas.

José Manuel Restrepo, nuevo ministro de Hacienda.

El mensaje y el tono con el que llegó al cargo el nuevo ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, le da una luz de esperanza a la economía. Pero también a los colombianos que siguen sintiendo el duro coletazo de la pandemia en el bolsillo.

El nuevo titular de la cartera de Hacienda no dio rodeos; fue contundente. Comenzó desmontando algunas banderas que traía su antecesor, tales como la compra de aviones por $ 14 billones y la modificación de puntos sensibles en IVA e impuesto de renta.

El movimiento del presidente Iván Duque cayó bien. Y aunque no ha logrado desactivar todos los focos de protestas, las aguas se calmaron entre los congresistas, que son quienes finalmente decidirán cómo quedan las normas tributarias.

Eso sí, las discusiones están lejos de terminar. La tarea para Restrepo no será fácil; incluso, sin haberse posesionado deberá sortear dos chicharrones de gran magnitud. Por un lado, tendrá que buscar recursos para cumplir los acuerdos a los que se llegue con el Comité Nacional del Paro.

Y por el otro, armar una nueva reforma tributaria que envíe un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos, pero también a los mercados internacionales.

Lo que está en juego no es poco, y el ministro lo sabe. Por eso, en entrevista con Dinero fue enfático en decir que en ningún caso se afectará a la clase media. En su lugar, la reforma propenderá porque los colombianos de mayores ingresos y capital paguen más impuestos.

Con esto cierra la puerta para que aumente el número de declarantes de renta y frena el revolcón en el IVA que pretendía su antecesor, Alberto Carrasquilla.

Esas propuestas exacerbaron la tensión social que se venía cocinando en el país por cuenta de la crisis de la covid-19. No hay que olvidar que el año pasado la pobreza aumentó a 42,5 %, lo que llevó a millones de colombianos a no tener con qué llevar comida a su hogar. De manera paralela, miles de micro, pequeños y medianos negocios se quebraron, y con ellos, los sueños de quienes tenían allí su único sustento.

El descontento social que hoy se ve en las calles no es gratuito, y una reforma tan agresiva como se pretendía lo único que logró fue echarle más gasolina al fuego. El Gobierno y los empresarios son conscientes de la coyuntura nacional, y, por ende, ahora le apuestan a una reforma que toque a los más ricos y que les quite beneficios a las empresas.

El bienestar nacional está por encima de cualquier gabela que se haya entregado, aunque las cosas tampoco pueden irse al extremo.

Si hay algo que deben entender los manifestantes y ciudadanos es que Colombia necesita una nueva reforma que ajuste cosas aquí y allá en materia de ingresos y gastos. Por un lado, porque la estabilidad de las cuentas está en juego, con todo lo que implicaría quedar mal ante el mundo.

Y por el otro, porque las familias más pobres y vulnerables deben recibir ayudas para salir del embate que les propinó la pandemia.

El problema está en que las cosas no seguirán como venían registrándose en tiempos de emergencia sanitaria. El hecho de que la reforma no recaude los $ 23 billones que calculaban, sino $ 14 billones tiene implicaciones de gran calado.

No hay que ser experto para saber que si no se consiguen recursos permanentes, será imposible sostener un programa como Ingreso Solidario, que tanto bien les ha hecho a los hogares más golpeados por los encierros.

“En el ejercicio que vamos a hacer en el diálogo constructivo debemos tener claridad sobre cuál debería ser la dimensión y la temporalidad de programas como Ingreso Solidario y la devolución del IVA”, dijo Restrepo.

Palabras más, palabras menos, esto quiere decir que si no hay cómo financiar la chequera mensual que les llegan a las familias más afectadas, esta tendría que limitarse a un monto, número de hogares o tiempo.

¿Cómo pagar entonces estos billonarios subsidios sin tocar a la clase media? Para el Gobierno la respuesta está en las personas más adineradas. Y aquí es donde entra en juego la reforma tributaria y lo difícil de tramitarla en el Congreso.

La fórmula del presidente Duque y el nuevo ministro de Hacienda es que los ciudadanos que más tienen deberán aportar más, tanto por renta como por impuesto solidario, de patrimonio y dividendos.

Además, las compañías tendrán que contribuir más de aquí en adelante. De un lado, porque se les pretende incluir una sobretasa en el impuesto de renta. Y, del otro, porque ya no podrían descontar el impuesto de industria y comercio (ICA) de su renta anual.

Si bien es un golpe fuerte, los empresarios están dispuestos a meterse la mano al dril para aportar más y que las cosas en el país se calmen. Bajo esta misma lógica, el Gobierno deberá seguir con su plan de vender su participación en ISA y ajustarse el cinturón lo más que pueda.

No se trata solo de un tema de ingresos, sino de que los ciudadanos le exigen que recorte todo gasto innecesario. Para esto, el Ministerio de Hacienda ya trabaja en un listado de rubros y gastos que hoy por hoy no son indispensables.

Aun cuando esta tarea debió comenzar hace meses, lo clave es que ahora no se limite a tiquetes en clase económica o un menor pago de viáticos.

La ciudadanía y los marchantes envían un mensaje contundente: que los recursos públicos son sagrados y su despilfarro debe tener consecuencias.

Los anuncios de Restrepo anticipan que el Gobierno tiene todo para lograr acuerdos con los partidos políticos en torno a la tributaria. No obstante, también deberá trabajar en otro frente: el paro nacional.

Para encontrar un punto medio, desde Palacio se definió una agenda de siete puntos: vacunación masiva, reactivación económica, comunidades étnicas, no violencia, protección a los más vulnerables, estabilización de las finanzas públicas y matrícula cero.

Como se ve, la mayoría tiene un componente fiscal importante, y Restrepo será el encargado de concretarlo. Eso sí, tanto él como los demás funcionarios y los delegados del paro deberán hacerlo con prontitud, para evitar que siga la escalada de violencia y que el bienestar de los colombianos dé marcha atrás.

Lo que está en juego no es poco. Según cifras del Dane, el año pasado los colombianos de todos los estratos y niveles de ingresos perdieron parte de sus recursos. Y ni qué decir de la clase media, que se redujo del 30,1 % al 25,4 % de los colombianos.

Sin duda el mensaje del nuevo ministro de Hacienda de no tocar al escalafón medio de la población llega como un bálsamo para un país que sigue afectado por el levantamiento social. Pero el mensaje debe ir más allá: tanto el Gobierno como el Comité del Paro tienen que llegar a acuerdos. Y los delegados de este último deben entender que no es momento de pedir imposibles.


MERCADOS
Dólar: ¿para dónde va?

El peso se convirtió en una de las monedas más devaluadas, a pesar de las buenas noticias en balanza de pagos. Al parecer, las protestas les metieron miedo a los inversionistas.

El café no solo está a buenos precios: la devaluación y la gran cosecha significan una inyección de liquidez para los cultivadores.

Que el dólar suba no es una novedad en Colombia. En momentos de grandes crisis fiscales o de choques externos, la divisa se dirige siempre hacia sus máximos históricos. El más reciente caso, antes de la pandemia, se dio durante la caída de los precios del petróleo a partir de 2014, que puso al país frente al mayor choque externo de su historia. Ya durante la pandemia, el dólar se disparó hasta 4.300 pesos por la incertidumbre en el mercado del crudo, que llegó incluso a cotizarse a precios negativos.

Aun así, el dólar no había tenido un alza permanente asociada a fenómenos de orden público. En situaciones muy tensas, inclusive con atentados terroristas o manifestaciones, la divisa solo reaccionaba de manera coyuntural para luego volver a la senda acorde con la disposición real de divisas para Colombia.

Pero en las últimas jornadas algo ha pasado. Específicamente desde el inicio de las protestas en Colombia. La divisa se disparó por encima de 3.800 pesos en la primera parte del año y luego volvió a reaccionar ante el inicio de las manifestaciones.

Esto se dio en medio de niveles históricos de cotización tanto del petróleo como del café, dos productos clave de la canasta exportadora del país. Los resultados de Ecopetrol al primer trimestre así lo muestran. A marzo, la petrolera logró utilidades por 3,1 billones de pesos, 2.200 por ciento más que las mostradas hace un año. El barril de petróleo se cotizó por encima de 68 dólares.

El café no es la excepción y se ha mantenido alrededor de 1,50 dólares por libra, una cotización alta. A esto se le suma que la cosecha cafetera aumentó 9 por ciento, con lo que los cafeteros van a recibir más dólares no solo por precio, sino también por unidades vendidas.

En pocas palabras, Colombia va a contar con una buena inyección de dólares gracias a las materias primas.Esto debería ser un factor para llevar a la baja la cotización de la divisa, porque indicaría que habrá dólares suficientes para cubrir las necesidades del país. Sin embargo, la tasa de cambio ronda 3.800 pesos.

Juan David Ballén, director de investigaciones de Casa de Bolsa, explicó que lo que está incidiendo son factores claramente “idiosincráticos”.

Se refiere a la enorme tensión social que se ha vivido en las últimas jornadas por cuenta de las movilizaciones. “Uno mira el desempeño del resto de mercado y, efectivamente, Colombia ahora está teniendo un comportamiento diferente: el dólar sube con mayor fuerza y esto se da también en los mercados de TES y acciones que tienen tendencia a la baja”, comentó el experto.

También hay alarma de que el dólar supere los 4.000 pesos. Y los activos financieros colombianos están sufriendo un castigo adicional.

Las razones son varias. Primero, es claro que hay incertidumbre sobre el futuro fiscal del país. La caída de la reforma tributaria y la consecuente salida de Alberto Carrasquilla del Ministerio de Hacienda pusieron de presente que en las actuales circunstancias no hay ambiente para un ajuste en los impuestos.

Sin embargo, hay un claro consenso con respecto a que se necesita fortalecer las finanzas públicas. “Suben las tasas de los TES por la incertidumbre que hay sobre qué tan diferente será la reforma que logre aprobar el nuevo el ministro, José Manuel Restrepo, frente a la de Carrasquilla”, explicó Ballén.

En este frente, la pregunta es sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas. “Se necesita la reforma para generar calma y enviar un mensaje de que el fisco va a pagar sus recursos”, comentó.

Ya está claro que Restrepo va a aprobar una reforma que sufrague los gastos de aquí a finales del próximo año. Habrá que ver finalmente qué tipo de reforma aprueba el Congreso y hasta dónde el país va a lograr tener algo de “paz” fiscal.

Felipe Campos, director de Investigaciones Económicas de Alianza, percibe que durante esta coyuntura hubo un cambio de fondo al que es necesario ponerle cuidado.Campos explica que en los primeros tres meses del año fue clara una fortaleza generalizada, pero moderada, del dólar.

Esto fue así porque la recuperación económica en Estados Unidos fue más rápida y sólida que en el resto del mundo. “A esto se le suma el bolsillo interminable de la FED y del Gobierno. Eso pudo explicar la subida del dólar en la primera parte del año”, comentó.

En la región, la tendencia fue generalizada. Brasil, Colombia, Perú y todos los demás países han experimentado un aumento en el precio del dólar.

“Pero en el último mes pasó algo particular. La presión se moderó porque Estados Unidos dejó de liderar la recuperación. A nivel mundial, ha caído el dólar. Es cuando Colombia empieza con estos casos locales de orden público por las manifestaciones y se separa del resto de países”, comentó Campos.

Por ejemplo, el sol peruano ha corregido y la devaluación va cercana al 4 por ciento. Colombia ya superó el 12 por ciento. “Actualmente, solo somos comparables en materia de devaluación con Turquía y Argentina, que son países que tienen problemas institucionales desde hace décadas”, dijo.

Hay una transformación de la crisis interna que empieza con la tributaria y con la posibilidad de perder el grado de inversión. “Pero en el primer fin de semana de mayo se da una enorme conmoción interna y demostraciones internas de insatisfacción. Ahí pasó algo: es relativamente nuevo para nosotros conectar el orden público con los mercados. Ni siquiera en la época de las guerrillas había conexión”, explicó el experto.

Todo indica que lo que ocurre ahora mismo en Colombia es algo similar a lo que se dio en 2019 con Chile y la ola de protestas que terminaron en cambios políticos estructurales.

Esa es la pregunta que se están haciendo muchos inversionistas hoy: hasta dónde las actuales manifestaciones de insatisfacción van a llegar a cambios tan radicales como los de Chile. Así que por ahora muchos actores de los mercados no están viendo que esto sea algo coyuntural, sino algo que puede implicar cambios de fondo, tal y como ocurrió en el país austral.

Que llegáramos a repetir lo de Chile en Colombia sería el caso más extremo. Allá todo comenzó con una discusión sobre impuestos de transporte y de repente, en el transcurso de los eventos, la economía terminó sufriendo un efecto. “En Colombia ya esto va más allá de la reforma tributaria y el grado de inversión. ¿Cuánto tendrá que negociar el Gobierno para superar la crisis?”, se preguntó Campos.

En medio de todo hay esperanzas: si se llega a un consenso sensato y se aprueba una reforma tributaria para superar la coyuntura fiscal, es muy probable que en los próximos meses el país enfrente un panorama mucho más optimista y entonces el dólar responda a la baja.

Campos insiste en señalar que es muy positivo lo que pasa con los precios de las materias primas: el mensaje que queda es que el inversionista está preocupado, en mayor medida, por el orden público, pero aun así, que el café, el petróleo y todas las otras materias primas mantengan sus niveles actuales de cotización es una buena noticia.

La situación de los mercados muestra un cambio de fondo en la perspectiva de los agentes. La pregunta que muchos se están haciendo es ¿qué tanto va a negociar Colombia de su marco general de reglas para la economía, en aras de superar la crisis social? Eso se definirá en las próximas semanas. En esta historia aún faltan muchas páginas por contar.


venezuela
‘Yo te creo’: la era del #MeToo llegó a Venezuela

Dramáticos testimonios en redes sociales contra artistas e intelectuales señalados de acosar sexualmente a menores de edad desataron un movimiento en defensa de las mujeres. Las denuncias ya suman 600, y una de ellas habría sido el motivo de suicidio de un prestigioso escritor.

Un mensaje en la red social Instagram destapó una olla podrida en Venezuela que ya no se puede cerrar. Lo publicó una mujer de manera anónima en una cuenta creada bajo el nombre “alejandrosojoestupro”. Alejandro Sojo es un cantante venezolano, radicado en Argentina, y estupro es un delito sexual que significa acceso carnal de un adulto a un menor de edad, pero mayor de 12 o 14 años (depende de la legislación de cada país), con el supuesto consentimiento de la víctima, intimidada por la posición de poder de su agresor.

El primer mensaje o post fue publicado el 19 de abril, y desde entonces ha provocado tal revuelo que se puede decir que fue el origen del #MeToo venezolano. Es decir, el movimiento en contra del acoso sexual en varias industrias, en especial la del entretenimiento, nacido en Estados Unidos a raíz de las acusaciones de abuso sexual en contra del productor de cine Harvey Weinstein, quien hoy paga una condena de 23 años de cárcel por crímenes sexuales.

El post invitaba a las presuntas víctimas de Sojo, cantante de la banda de rock Los Colores, a denunciarlo por abusar sexualmente de menores de edad cuando vivía en Caracas. La publicación en Instagram decía que ya tenían el testimonio de seis víctimas, y en los días siguientes revelaron algunas de las conversaciones del artista con niñas de hasta 14 años en las que claramente busca tener relaciones sexuales.

Cinco días después del primer mensaje, las redes sociales se inundaron de quejas contra Sojo, quien ofreció disculpas e inclusive dijo que se retiraría de la música para reflexionar. La siguiente bomba estalló en la red social Twitter. Una mujer, bajo el seudónimo de Pía, abrió un hilo o una serie de trinos que arrancaban diciendo: “He decidido finalmente hablar de mi experiencia de abuso con el escritor venezolano Willy McKey”.

Bastó con una sola, para que otras mujeres contaran que fueron abusadas por el prestigioso escritor cuando eran menores de edad. McKey, también radicado en Buenos Aires, reconoció el delito y publicó en su cuenta de Instagram un mensaje que tituló “He cometido estupro”, y en el que decía: “Sabré hacerme cargo de las consecuencias de este hecho, empezando por quedar fuera de todos los proyectos a los cuales pertenezco...”. Les pidió perdón a su pareja sentimental, a sus víctimas, y, en un acto desesperado, se lanzó a la muerte desde un noveno piso. Fue así como nació el movimiento ‘Yo te creo, Venezuela’.

Diez días después del primer mensaje sobre Alejandro Sojo, un grupo de por lo menos 70 mujeres venezolanas se organizaron, concretaron sus ideas, una meta, y publicaron un manifiesto. “Nosotras, las mujeres venezolanas miembros del gremio artístico, de la prensa y comunicaciones, nos levantamos hoy en contra del acoso sexual. Los derechos de las mujeres son derechos humanos y nos negamos a que los asuntos de género sigan siendo postergados de la agenda pública”. Con ese comunicado iniciaron la recolección de testimonios y denuncias que, según ellas, buscan “visibilizar y ampliar la voz de las víctimas, poniendo a la orden nuestras voces/tarimas/plataformas para que sean ellas, las sobrevivientes y su derecho a la justicia, quienes tengan el protagonismo”.

‘Yo te creo, Venezuela’ resultó ser la válvula de escape que necesitaban las venezolanas. En menos de una semana recibieron 575 testimonios de mujeres víctimas de acoso sexual, 86 de ellas pedían ayuda psicológica, y 26, ayuda legal. La ola crecía por minuto. En cuestión de horas ya los acusados no eran solo cantantes y escritores, sino periodistas, actores, directores de teatro, profesores.

En evidencia quedó que, aun cuando algunos sectores de la sociedad venezolana se jactan de no sufrir de los problemas sociales que padece el mundo capitalista, sí que los sienten como el resto del planeta. El modelo socialista que plantea equidad hasta de género no bastó para erradicar el machismo arraigado en una sociedad que apenas ahora se atreve a tener esa conversación. Por supuesto que el abuso sexual hacia menores es un crimen en Venezuela, como en el resto del mundo. La pregunta es si las venezolanas sienten que la ley está ahí para protegerlas.

En conversación con SEMANA, la comunicadora Gaby Mesones aclaró que acudir a las autoridades no es siempre una opción, pues la víctima corre el riesgo de que no le crean y de quedar en la mira de un sistema represivo. “No hay en este momento mecanismos institucionales confiables para atender estas denuncias y lograr justicia. El poder es comunicacional”, así explicó cómo es que las redes sociales se han convertido en su salvación.

“Las denuncias nos permiten visibilizar la problemática y buscar un cambio cultural”. Si bien las activistas celebran que exista en el país un Ministerio para la Mujer, dicen que este no revela cifras sobre maltrato desde 2016 y, por lo tanto, se basan en información de las ONG como Utopix, la cual afirma que nueve de cada diez delitos contra mujeres no son castigados.

Para Sandra Caula, la editora del portal Cinco8, dedicado a este tipo de denuncias, el caso de Linda Loaiza es el más claro ejemplo de que la justicia en su país no llega. Loaiza fue secuestrada, torturada y violada cuando tenía 18 años, y, a pesar de ser el primer caso de violencia de género contra el Estado venezolano ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, su agresor quedó libre tras seis años de cárcel por secuestro, pues no se le condenó por violación o intento de homicidio.

“En Venezuela no hay Estado de derecho ni de justicia”, dice la comunicadora, quien cree que de todas formas un primer paso debe ser notificar a las autoridades. “El sistema policial y legal está destruido, pero igual hay que denunciar”, agrega. Según Caula, la ayuda llega de organizaciones que defienden los derechos de las mujeres, ya que ni siquiera la oposición se hace cargo: “No se ocupan de esos temas, porque los relaciona con una agenda de izquierda”.

Esta semana se pronunció al respecto del #Me Too venezolano el fiscal Tarek William Saab, quien aseguró que iniciaba “una cruzada por las mujeres” con investigaciones contra algunos de los señalados de abuso en las redes. Las víctimas no esperan mayor cosa del Estado y su justicia, pues las últimas semanas les han demostrado que existe otro tribunal, el de las redes sociales, tal vez menos justo y recomendable, pero en el que las escuchan y, sobre todo, les creen.


COMERCIO
¿Cuánto le cuesta el paro nacional al país?

Los bloqueos viales traerán efectos negativos en los precios de los alimentos, la recuperación económica, el empleo y la producción, que intentaban levantar cabeza. ¿Cuáles son las salidas?

Los habitantes de Cali y otras ciudades ya sienten la falta de algunos productos y aumentos en los precios de otros artículos.

Ya no es necesario un gran arsenal de armas para poner contra las cuerdas a una sociedad. El simple y artesanal bloqueo de vías con llantas quemadas o carros atravesados es suficiente para generar un colapso en el abastecimiento de alimentos, medicinas, combustibles y otros productos de primera necesidad.

Eso ha quedado en evidencia durante las últimas dos semanas, cuando se han visto afectadas la movilización de insumos y productos, así como miles de trabajadores de la industria, el campo y el sector hospitalario. Esto amenaza la tímida recuperación de la economía.

Aunque el país es cada vez más digital, también es más vulnerable a los hechos de fuerza. Con la masiva urbanización del último siglo, los grandes centros urbanos dependen cada vez más del campo. El mejor ejemplo es lo que sucedió en Cali. En solo una semana de parálisis y bloqueos viales se agotó el combustible, se paralizaron las exportaciones e importaciones por el puerto de Buenaventura, mientras que la prolífica producción agroindustrial de la región se puso en serio peligro.

Según la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), en el Valle se levantan en granjas industriales 1,2 millones de cerdos, 30 millones de aves de corral y está el 30 por ciento de gallinas ponedoras del país.

Allí se producen el 78 por ciento de la uva, el 30 por ciento del banano común y el 25 por ciento de los cítricos. Bastó una semana de violentos bloqueos para agotar el combustible y la paciencia de los vallecaucanos.

El presidente de la SAC, Jorge Bedoya, advirtió que esta situación pone en peligro la sostenibilidad de las empresas agroindustriales y los miles de empleos que generan.

El sacrificio de miles de animales, la pérdida masiva de fruta, leche, hortalizas, tubérculos y demás bienes no solo afectan la oferta y el precio de los alimentos durante estas semanas, también ponen en jaque a cientos de empresas productoras.

Fenavi, el gremio de los productores de pollo y huevo, advirtió que casi 12 millones de colombianos podrían tener dificultad para abastecerse de pollo y huevo, las dos proteínas de más fácil acceso.

El gremio estimó que 60 millones de aves están en riesgo de muerte por falta de alimento; 16.000 toneladas de pollo y 120 millones de huevos represados que no están llegando a los puntos de distribución y 48.000 toneladas de alimento para las aves bloqueadas sin poder llegar a las granjas. Un total de 350.000 familias que dependen de la industria avícola están a la deriva.

Fedegán, el gremio ganadero, calculó pérdidas en una sola semana de paro en 93.000 millones de pesos, mientras que la industria lechera del país se declaró en máxima alerta ante la imposibilidad de distribuir el producto.

Bogotá es otra de las ciudades con serios problemas de abastecimiento. Los Llanos Orientales producen el 25 por ciento de la carne de cerdo del país; unas 17 tractomulas salen de esta zona todos los días hacia destinos como la capital. Por el norte, la papa que viene de Villapinzón y Boyacá vio limitado su acceso por los cierres viales en Gachancipá.

Los bloqueos viales también están afectando a la industria nacional. El presidente ejecutivo de Acesco, Felipe González, explicó que en los últimos días no se pudo despachar al sur del país y hay problemas para llevar productos a Medellín y a Bogotá. La compañía, como muchas otras en el país, prevé cierres temporales de operaciones debido a las manifestaciones.

El fundador y presidente de la ensambladora Busscar de Pereira, Roberto Gálvez, aseguró que el ausentismo laboral aumentó y que la compañía decidió no exponer a los colaboradores en largas caminatas de regreso a sus hogares. “Los proveedores de Bogotá están nerviosos y no despachan camiones con materias primas”, dijo.

A su vez, Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, aseguró que solo en los días de “paro y vandalismo” se han registrado pérdidas por 880.000 millones de pesos en el comercio. Por su parte, los gremios de energía y gas pidieron facilitar sus actividades para garantizar el abastecimiento de los servicios y el suministro de combustibles.

Los bloqueos viales le pasarán factura a la débil recuperación económica. Paros y cierres viales anteriores generaron un grave efecto sobre la producción: Anif indicó, en uno de sus informes, que entre 2012 y 2019 los paros representaron pérdidas por 9 billones de pesos.

El 22 de julio de 2016 se puso fin a 46 días del paro camionero, el cual dejó pérdidas estimadas en 2,8 billones de pesos (equivalente a 2 por ciento del PIB trimestral de ese año). Los paros judiciales de 2008, 2013 y 2014 pasaron una ‘cuenta de cobro’ por 2,2 billones de pesos.

Un informe de Anif del 18 de junio de 2015 hizo una proyección y encontró que los beneficios salariales logrados entre 2015 y 2019, luego del paro de educadores de ese año, borraron de tajo los 6 billones del supuesto recorte presupuestal que había realizado el Ministerio de Hacienda en los inicios de ese año por cuenta de las afugias fiscales.

Problemas fiscales que se han exacerbado en el último año por los efectos de la pandemia. De hecho, este paro se diferencia de los demás por la crisis sanitaria sin precedentes en el último siglo.

La economía viene de caer 6,8 por ciento en 2020 y justo cuando intentaba recuperar el aliento, en el primer trimestre de este año, llega una reforma tributaria nada oportuna que terminó por detonar las movilizaciones.

La inflación sigue siendo un indicador que inquieta a las autoridades económicas. El Banco de la República evaluará el impacto de las movilizaciones y cierres en la meta de inflación, que sigue para este año en 3 por ciento.

Aunque algunos productos de la canasta básica ya presentan algunas alzas derivadas de los cierres, para impactar sensiblemente el dato de inflación se requiere que la situación se prolongue por más tiempo.

Los empresarios piden medidas estructurales que eviten más estrangulamientos de la producción y la economía.

Para Fenavi, el primer paso es “desbloquear las vías; el segundo, dialogar: esa es la única herramienta capaz de resolver las diferencias para construir nuevos escenarios en conjunto. La violencia solo causa destrucción. Hay que desbloquear las vías y promover el diálogo social”, dice el gremio.

Se puede decir que cada paro nacional deja sentadas las bases del próximo. Es muy rentable para sus organizadores por la vulnerabilidad del sistema de transporte y las enormes necesidades de abastecimiento de ciudades, cada vez más grandes y dependientes de la infraestructura de transporte y la producción rural.

Pero, al final, solo benefician a unos pocos y las pérdidas son para todos.


Opinión
Colombia Vs. Colombia

Hay que cesar esta espiral de autodestrucción en la que entramos. Es el momento de que todos tengamos sensatez y entendamos que nos estamos arrastrando al abismo.

Diana Giraldo

No hay palabras que puedan describir con suficiencia lo que ha sido esta semana para el país. ¿En qué momento pasamos de ser una nación que se alentaba a darse la mano para salir de la crisis de la pandemia a una que se acuesta cada noche con miedo y enardecida? ¿En qué momento dejamos de alentar a los médicos y enfermeras en su lucha diaria contra el coronavirus y en postear en nuestras redes el emprendimiento de un ciudadano cualquiera para ayudarlo a gritarnos “asesinos” y llenar esas mismas redes ahora de rostros sangrantes?

Es este, tal vez, el momento más confuso de la Colombia de la última década. Nadie puede decir que sabe exactamente qué pasa; o describir lo que se reclama en las marchas; o asegurar que se trata de un movimiento espontáneo; o, por el contrario, del actuar coordinado de fuerzas que se ocultan. Nadie puede saber con certeza de qué se trata, porque al final se trata de todo a la vez. Colombia vive una especie de ebullición de decenas de problemas de décadas, que encontraron en el rechazo a la reforma tributaria el detonante perfecto para estallar en una avalancha de rabia e insatisfacción, que parece no poderse contener. ¿Por qué marchan quienes marchan hoy? Si se le pregunta a cada manifestante, cada uno tendrá una respuesta: por la falta de empleo, por la desigualdad, por los negocios cerrados, por la ausencia de oportunidades, por los altos costos del transporte o por la pésima infraestructura vial.

Todos dirán que no les gusta el Gobierno, aunque ni siquiera sepan quiénes lo conforman; o que la culpa es de los medios, aunque no los lean; o que los responsables son los gobernantes, sin precisar si se trata del alcalde del municipio más pequeño o de todo el gabinete ministerial. Porque lo que hemos visto en los últimos días es un grito de razones que reflejan a un gran país sobrepasado por su realidad. Muchos de esta masa que protesta enardecida ni siquiera tienen claro por qué lo hacen, pero hay una rabia inmensa con todo, con el Estado, con la fuerza pública, con el poder, con los empresarios. Es una rabia por la desigualdad. Según dijo esta semana Juan Daniel Oviedo, director del Dane, el país pasó de tener 30,1 por ciento de su población en clase media a solo 25,4 por ciento, lo que quiere decir que 2.175.000 personas pasaron en el último año a ser parte de los 21 millones de pobres de Colombia. Ahora somos un país mayoritariamente pobre. Y este es el detonante de la ira.

Pero a la masa que gritaba sus razones de forma válida le siguió el bloqueo de vías, el destrozo de los bancos, los ataques incluso a ambulancias, el rompimiento de locales a personas que no tienen más responsabilidad en esto que haber levantado su negocio sobre la vía por donde pasa la turba, el exceso de la fuerza de policías y la agresión también contra ellos. Y ya llegamos al absurdo de balear a un joven que bailaba como forma de protesta pacífica pocas horas después de que un CAI fuera incendiado con sus policías adentro.

¿Acaso no nos damos cuenta de que estamos en una guerra de nosotros contra nosotros mismos? ¿Acaso no hemos comprendido que nos estamos dando arañazos frente al espejo?

Al momento de escribir estas líneas, los hospitales rogaban que dejaran pasar los camiones que transportan oxígeno; un médico relataba que se suspendieron las diálisis en diversos hospitales, pues no hay insumos. El Sistema de Transporte Masivo de Pereira anunciaba que no puede seguir operando, porque no tiene gasolina; los centros de acopio de todo el país registraban precios exorbitantes, y los productos básicos empezaban a escasear. Las neveras de los mercados ya lucen vacías, porque no hay carne, y 10.000 toneladas de pollo están a punto de perderse estancados en carreteras. Hay 100 millones de huevos represados, al tiempo que 37 millones de aves morirán, porque no llega el alimento, además de los 500.000 pollitos de un día que ya murieron. Muchos están a punto de perder su empleo, pues tantos días sin poder abrir un negocio les significará la quiebra a miles de empresarios y emprendedores. Y, si no hay empresas, no hay empleo, no hay insumos médicos, no hay alimentos, no hay oxígeno para salvar pacientes, ni gasolina siquiera para transportarlo, ¿quién pierde? ¡Todos los colombianos sin excepción! ¡Nadie gana en este caos!

Hay que cesar esta espiral de autodestrucción en la que entramos. Es el momento de que todos tengamos sensatez y entendamos que nos estamos arrastrando al abismo entre nosotros mismos. Es el momento en que los líderes de todas las orillas políticas llamen a la cordura y pidan que cesen los bloqueos. Solo hay una vía posible en este momento: el diálogo. Es el momento de ver sentados en una misma mesa al presidente Iván Duque, a Gustavo Petro –que representa a la oposición–, a los promotores del paro, a los líderes estudiantiles, a las cabezas de los partidos políticos y a todo aquel que quiera empezar a trazar una ruta de salida a la crisis. El primer acto de responsabilidad que tenemos todos es el llamado a cesar la violencia.

Nada va a resolver los problemas que tiene este país de forma inmediata, pero, si no intentamos desactivar esta bomba de tiempo, nos terminará estallando, y al final solo quedará más pobreza, esa, precisamente, por la que se protesta.


EL SALVADOR
Nayib Bukele, un salvador peligroso

Tras dos años en el cargo, el presidente Nayib Bukele se apoderó de las tres ramas del poder. El hecho marca un peligroso precedente para la débil democracia del país centroamericano.

 Nayib Bukele, de 39 años, asumió el poder en 2019 y capitalizó el descontento de la población contra los partidos tradicionales. Hoy tiene las tres ramas del poder a su favor.

La llegada de Nayib Bukele a la presidencia representó un golpe para el histórico bipartidismo salvadoreño. El empresario millennial se mostró como el símbolo de la renovación política, un argumento de sobra para convencer a la población, hastiada por la corrupción de los últimos gobiernos. Pero Bukele, que durante sus casi dos años de mandato ha mostrado mano dura, incluso rozando el autoritarismo, marcó un peligroso precedente para la democracia salvadoreña.

Tras instalarse la nueva Asamblea Legislativa, en la que los partidos aliados de Bukele tienen mayoría (con 61 de los 84 escaños), el presidente destituyó a un grupo de jueces de la Corte Suprema y al fiscal general.En un acto que denominó “limpiar la casa”, acusó a sus opositores de no permitirle cuidar de la vida de sus compatriotas, pues habían bloqueado varias medidas presidenciales relacionadas con el manejo de la pandemia, la mayoría sobre regímenes de excepción.

La decisión representaría un peligro para la democracia y los ciudadanos, como le explicó a SEMANA Wilson Sandoval, maestro en Ciencia Política. Señala que el precedente “es preocupante, porque cuando no hay pesos ni contrapesos en una democracia, peligran los derechos humanos.

Cuando el Ejecutivo logra captar la Corte Suprema, la Asamblea Legislativa y la Fiscalía General de la República, uno puede preguntarse quién defiende al pueblo del poder. Algo complicado si todas las ramas están acaparadas por una sola persona, unificadas en un solo partido político”.

Estas actitudes de Bukele no son nuevas. Desde que llegó al poder, su principal obstáculo ha sido la oposición en el Congreso. Prueba de esto ocurrió el 9 de febrero de 2020, cuando ingresó al recinto parlamentario flanqueado por militares armados con fusiles, con el fin de presionar por un préstamo para su plan de lucha contra las pandillas.

Una muestra de sus actitudes autoritarias. Ahora, con ese número de aliados de Bukele es fácil que su coalición supere la llamada “mayoría calificada” en el Parlamento, que además de las funciones habituales de aprobar leyes, les permite ratificar préstamos y elegir a procuradores, fiscal general y magistrados de la Corte Suprema, así como a los integrantes del Tribunal Supremo Electoral y de la Corte de Cuentas. El gobernante también podrá aprobar la deuda del presupuesto, superar vetos, suspender y restablecer las garantías constitucionales, entre otras facultades.

Pero esto no le ha impedido a Bukele gozar del apoyo del pueblo. Las últimas encuestas publicadas por el diario salvadoreño La Prensa Gráfica afirman que el 92,5 por ciento de la población aprueba su trabajo durante su primer año de gobierno. Para el experto, “el apoyo popular se ha generado por su discurso populista y caudillista. Las ideas que vende Bukele lucen geniales y pareciera que van a solucionar ciertos problemas. Además, la gente tiene un gran desencanto con la democracia salvadoreña, desencanto que Bukele ha sabido aprovechar.

El problema es que se está saltando los márgenes constitucionales”. Y agrega: “El apoyo popular no debe traducirse como un cheque en blanco, pues el presidente debe someterse a la Constitución para hacer lo que desea en materia de políticas públicas”.

La concentración del poder en El Salvador ha alertado a la comunidad internacional. La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, calificó como “crítica” la salud de la democracia en aquel país si no se garantiza la independencia del poder judicial. La Organización de Estados Americanos rechazó categóricamente las destituciones, recordando que “en la democracia las mayorías tienen la responsabilidad de ser garantes fundamentales para asegurar el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales”. Por su parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos instó al Gobierno salvadoreño a respetar la sentencia de la Sala de lo Constitucional, que declaró inconstitucional la votación de la Asamblea.

La situación es crítica. Cuando tanto poder está concentrado en una sola persona y no tiene el contrapeso suficiente, corrompe, y las actitudes autócratas del presidente no presagian nada bueno. La comunidad internacional deberá intervenir. Mientras tanto, Bukele se burla de todos los que lo llaman dictador. “¿Dictador? Los hubiera fusilado a todos o algo así. Salvar mil vidas a cambio de cinco, pero no soy un dictador”.


Gente
Mark Wahlberg y otros actores que engordan y adelgazan en extremo para la gran pantalla

El actor sorprende con la transformación brutal a la que sometió su cuerpo para una película.

Cuando Mark Wahlberg apareció en unas fotos mostrando que aumentó 30 libras de peso como parte de su transformación para la película Stu, en la que interpretará a un exboxeador, volvió a poner sobre la mesa la conversación sobre las dietas yo-yo en Hollywood.

Por décadas, algunos de los más talentosos actores se han sometido a este tipo de régimen alimentario, en el que bajan y suben de peso en periodos muy cortos de tiempo para dar más credibilidad a su performance, a pesar de que con ello ponen en riesgo su salud. Lo han hecho figuras como Robert De Niro en la década de 1980, cuando aumentó más de 25 kilos para el papel de Jake LaMotta en Raging Bull, que le mereció un Óscar. Más arriesgados aún han sido Christian Bale y Charlize Theron, pues lo hicieron en más de una ocasión sin dudarlo. Ambos han reconocido requerir ayuda médica después de sus actuaciones para recuperar su cuerpo y su buena salud.

¡No le duró la tusa!

Aunque fue hasta febrero que Kim Kardashian solicitó oficialmente el divorcio a Kanye West, en enero, cuando ya llevaban algunas semanas separados, se rumoraba que la reina de los reality shows, de 40 años, le había encontrado reemplazo a su ex con un nuevo interés romántico.

Ahora retoma fuerza el rumor de que el presentador de CNN, Anthony Van Jones, es quien ha estado junto a ella durante los últimos meses. El abogado de 52 años y la socialite se conocen desde 2018, cuando coincidieron en una campaña que promueve la reforma del sistema penitenciario estadounidense. Todo por la misma época en que la mayor de las Kardashian decidió realizar estudios en derecho para impulsar más su activismo como defensora de los presos. Tal vez por esto su gusto por Jones, que aboga por las mismas causas, y en quien Kim reconoce un hombre inteligente, estable y con dinero y fama.

Millonaria demanda

Volvió a resurgir el caso por violación contra Cristiano Ronaldo, esta vez por cuenta de la millonaria cifra que le exige Kathryn Mayorga al futbolista. En 2009 aseguró ante las autoridades en Las Vegas, Nevada, donde ocurrieron los hechos, que Ronaldo abusó sexualmente de ella. Un año después se supo que las partes firmaron un acuerdo de confidencialidad, en el que Mayorga recibió 375.000 dólares. Luego, en 2018, la mujer acudió de nuevo a los tribunales, asegurando que cuando aceptó esa suma estaba “mentalmente incapacitada”.

Ahora Mayorga exige una indemnización por 78 millones de dólares, para cubrir el “dolor y sufrimiento” pasado y futuro. El deportista, que siempre ha negado las acusaciones, no se ha pronunciado sobre este nuevo revés, que pone en juego la cuarta parte de su fortuna, estimada en 310 millones de dólares a 2020.

Parecido real

Con el cumpleaños de la princesa Charlotte, hija de los duques de Cambridge, los seguidores de la realeza encontraron más de un motivo para celebrar el aniversario número seis de la pequeña. En los retratos de la niña es innegable el parecido con la reina Isabel II cuando tenía su edad. Quizás esto ya lo había notado su madre, Kate Middleton, quien es una fotógrafa aficionada y desde que nacieron sus hijos se ha dado a la tarea de realizar los retratos oficiales de ellos para celebrar sus cumpleaños. Así que ha sido ella quien mejor ha capturado la esencia que Charlotte heredó de su bisabuela, y que se refleja en su mirada, sonrisa y algunos de sus gestos. Gan-gan, como llaman la niña y sus hermanos a la soberana, debe estar muy orgullosa de su bisnieta.

¿Tierra de gigantes y enanos?

Bastante gracia ha causado en redes sociales una fotografía de la visita que hicieron el mandatario de Estados Unidos, Joe Biden, y la primera dama, Jill Biden, al expresidente Jimmy Carter y su esposa Rosalynn Carter en su casa en el estado de Georgia. En la imagen los Biden se ven desproporcionadamente más grandes que los Carter, quienes parecen pequeñas criaturas de un mundo de fantasía que recibieron en su hogar a un par de gigantes.

Ante la curiosidad que despertó el retrato, varios expertos en fotografía entraron a analizar lo que pudo ocasionar la distorsión. Se examinó la pose de cada uno, el ángulo de la imagen, el tipo de lente que se usó y hasta la iluminación. La conclusión es que, simplemente, se creó una ilusión, pues aunque el expresidente tiene 96 años y su esposa 93, ninguno de ellos se ha encogido tanto como para lucir dos veces más pequeños que los actuales ocupantes de la Casa Blanca.

La maestra y el nobel

Desde hace varios años el libro La maestra y el nobel, escrito por Beatriz Parga, que retrata la relación entre Gabriel García Márquez y Rosa Fergusson –la educadora que le enseñó a leer y a escribir–, ha llamado la atención de reconocidos productores para llevar la historia al cine. Finalmente, será el mexicano Gastón Pavlovich, productor de cintas como The Irishman y The Professor and the Madman, quien estará a la cabeza del proyecto, para el que se ha elegido como director a Michael Radford. Pavlovich, un admirador declarado de Gabo, hace dos apuestas importantes en la que ve como la cinta que definirá su carrera: la primera, hacerla en español para expresar de la manera más fiel la historia; y la segunda, rodarla en Colombia. Ya se confirmó que la filmación iniciará en 2022.


Sudamérica
América Latina: sin tregua por la covid-19

Los hospitales en América Latina ya no dan abasto. La Organización Panamericana de la Salud advirtió que el 40 por ciento de los decesos por covid ocurren en este continente y que el aumento de jóvenes enfermos hará que se termine de desbordar el sistema hospitalario.

Carissa Etienne, directora de la OPS, expresó su preocupación por la alta ocupación de hospitales y la escasez de vacunas en los países más pobres del sur del continente.

No bastó el esfuerzo de las naciones en el sur del continente para ampliar su capacidad hospitalaria y poder atender a los pacientes de covid, que ocupan los sistemas de salud desde que comenzó la pandemia. Una dura realidad golpeó a los países del sur esta semana, cuando la Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que los hospitales están “peligrosamente llenos” y que la crisis no solo está lejos de superarse, sino que ahora arremete contra los jóvenes.

Carissa Etienne, directora de la OPS, dijo que naciones como México y Honduras multiplicaron por cuatro su capacidad hospitalaria, otras como Chile y Perú triplicaron la cantidad de camas en sus hospitales, mientras que Colombia, Panamá y República Dominicana solo doblaron su capacidad.

La OPS entregó el resultado de un estudio en 16 países que reveló que en marzo de 2020 tenían en total 61.406 camas en unidades de cuidados intensivos, con una ocupación promedio del 61 por ciento. Y si bien en abril de este año el total se había expandido a 121.000, el 80 por ciento de estas nuevas plazas estaba ocupado.

“Este es un promedio; algunos países tenían una tasa de ocupación de más del 95 por ciento en estas unidades”, aseguró Etienne. Pero la ocupación hospitalaria no es la única preocupación en la región. La semana pasada, 40 por ciento de las muertes por covid-19 en el mundo se produjeron en América Latina, y más países que nunca reportaron por encima de 1.000 casos diarios en el sur del continente.

Los expertos están particularmente inquietos por el alza en el número de personas jóvenes con covid. “Adultos de todas las edades –incluidos los jóvenes– se están enfermando gravemente, y muchos de ellos están muriendo”, explicó Etienne al reportar que la situación es especialmente grave entre la juventud en Chile, donde la hospitalización de los menores de 39 años se incrementó 70 por ciento, y en Brasil, donde la tasa de mortalidad para los menores de 39 se duplicó entre diciembre y mayo.

La organización tiene su propia teoría sobre el porqué de los altos casos de contagio entre la juventud. Explican que al inicio de la crisis sanitaria, los hospitales estuvieron llenos con personas mayores con condiciones preexistentes. Eso creó lo que ellos llaman una “sensación de falsa seguridad”, pues hizo pensar a la gente joven que era menos propicia a enfermarse y, por lo tanto, han arriesgado más su salud.

Es cierto que los ciudadanos de menor edad se recuperan más rápido y mueren menos por este mal; no obstante, necesitan de asistencia médica igual que los mayores y son en parte el motivo por el cual los hospitales no dan abasto. A la OPS le preocupa en especial Brasil.

El gigante suramericano sigue siendo el país más afectado de la región, con más de 15 millones de contagios, y el tercero con más casos en el mundo. Advierten que no solo Brasil enfrenta semanas difíciles, ya que en naciones como Perú, Ecuador, Bolivia, Argentina y Uruguay vivirán nuevos picos de transmisión, lo que hará que la carga en los hospitales –ya saturados– sea aún peor.

La OPS, que forma parte de la Organización Mundial de Salud, no ve por ahora salida pronta a la crisis en Suramérica, pues no cree que se hayan aprendido del todo las lecciones del autocuidado que evitan más contagios. Por lo pronto, ven la vacuna como la única solución, y por ello han pedido a países ricos, con excedentes de vacunas, que donen a las naciones pobres de este lado del mundo las dosis que les sobran y que aquí salvarían vidas.


SALUD
Reforma a la salud: los detalles de la nueva discordia

El proyecto se convirtió en otra papa caliente para el Gobierno. La discusión se efectúa en medio de un ambiente de desinformación. ¿Qué es lo que propone y qué dicen los críticos?

Colombia está en mora de reformar su sistema de salud para hacerlo más eficiente y equitativo con sus habitantes.

Cuando el presidente Iván Duque retiró la reforma tributaria, varios líderes políticos que respaldan el paro buscaron de inmediato otras razones para seguir movilizando a la ciudadanía, y en el proyecto de reforma a la salud encontraron un caballo de batalla.

Si bien es cierto que hay muchos reparos frente a la iniciativa, en los últimos días ha habido una campaña de desinformación en su contra. Algunos congresistas compartieron artículos que han sido retirados de la propuesta o realizaron interpretaciones erróneas a la ligera.

Por ejemplo, se habló de que se pondría en marcha un modelo similar al de Estados Unidos, en el que, además de pagar por la EPS, se tendrían que adquirir pólizas adicionales por patologías no cubiertas. O que se acabaría supuestamente con el Instituto Nacional de Cancerología para entregarlo a privados.

Se ha dicho equivocadamente que se acabaría con los regímenes especiales, entre ellos, el de los maestros, y esto provocó la indignación de Fecode, que le envió una carta al Congreso haciendo el reclamo.

“La gente no entiende qué beneficios tiene el proyecto. Hubo desinformación y falta de comunicación. Nosotros queremos que la gente tenga garantías con el acceso a la salud”, aseguró Mery Barragán, asesora del Ministerio de Salud.

Toda la polémica suscitada por la iniciativa, que tiene mensaje de urgencia para su trámite en el Congreso, llevó a que los ponentes se reunieran esta semana para decidir qué hacer. Al final, concluyeron que seguirán adelante, porque hay un consenso en el país sobre la necesidad de reformar la salud.

“En aras de poder desmentir todas las falacias, decidimos abrir nuevamente la puerta a la socialización y hacer unos foros”, aseguró el senador Fabián Castillo, de Cambio Radical, autor y coordinador del proyecto.

Aun así, algunos sectores mantienen sus reparos. La firma Gestión Legislativa envió un detallado informe al Congreso en el que dice que el proyecto debe considerar varios problemas del sistema de salud actual: la ausencia de una política pública con enfoque social, el compromiso de sectores económicos diferentes al de la salud, y el suministro de un verdadero servicio integral a los ciudadanos basado en la prevención.

Las principales críticas se centran en el mayor poder que se les pueda dar a las EPS; que la regionalización termine por relegar aún más a los municipios más apartados; que el enfoque de medicina familiar termine por afectar a esta especialidad; o que empresas extranjeras se vean beneficiadas.

Además, que asuntos ya regulados, como prohibir la tercerización o el modelo de prevención, finalmente no se vean reflejados. “Debe hacerse una reforma estructural que desarrolle y reglamente la ley estatutaria de salud en la que la rentabilidad social esté por encima del ánimo de lucro, y que haya atención primaria en salud que prevenga la enfermedad”, asegura el presidente de la Federación Médica Colombiana, Sergio Isaza, quien no respalda el proyecto.

La reforma, por ahora, continúa su tránsito en el Congreso, y el propósito será la pedagogía sobre lo que allí se plantea, teniendo en cuenta que ha sufrido una serie de modificaciones desde que se radicó, y el tiempo corre y debe debatirse para que no se hunda.

Varios congresistas que inicialmente la apoyaban han retirado su firma, y algunos partidos evalúan si la siguen respaldando. “No lo hemos discutido en la bancada”, le dijo a SEMANA la presidenta del Partido de la U, Dilian Francisca Toro, quien tiene reparos. Al igual que el Partido Liberal, La U será fundamental para que el proyecto prospere.


Opinión
Quieren tumbar a Duque

Para avanzar tiene que tragarse el sapo de repartir el juego a liberales,conservadores, Cambio Radical y hasta Colombia Humana.

Luis Carlos Vélez.

El Presidente Iván Duque está en la mira de sus enemigos. Es producto de su manejo político y la sevicia de quienes no lo quieren dejar terminar su periodo.

El mandatario está acorralado porque no tiene respaldo político y se desvanece el de la ciudadanía. El florero de Llorente de esta dura situación es la reforma tributaria, pero fácilmente pudo ser la crisis de la vacunación o los errores de las FF. MM. Golpe a golpe no lo van a dejar respirar.

Iván Duque se ha pasado de idealista. Cree que la manera de sacar sus proyectos adelante es por el valor de los mismos y no por el peso que tienen los acuerdos. Pretende reformar la manera en que se hace política en el país, cuando esta es una nación en la que están incrustadas las costumbres clientelistas y el apetito burocrático. Peca de inocente.

Él quiere mandar en el ideal, pero lo está aterrizando la realidad. Por intentar desterrar la mermelada está terminando solo y sin gobernabilidad. Para avanzar tiene que tragarse el sapo de repartir el juego a liberales, conservadores, Cambio Radical y hasta Colombia Humana. Es por eso que hoy hay tanto silencio ante el ataque coordinado a la institucionalidad. Ojalá los acercamientos que empezaron el viernes tiendan puentes y lleven a que los actores políticos asuman la responsabilidad de la difícil situación por la que estamos atravesando.

Duque está acorralado por la estructura. Pippa Norris, profesora de Harvard, explica en su libro Cultural Backlash que los populistas llegan al poder en respuesta a dos fenómenos: reacción cultural y agravios económicos. En el caso de Colombia esto es evidente. Los jóvenes son principalmente los que rechazan las políticas económicas liberales y la estrategia de globalización reinante en el país. Es una reacción generacional fundamentada en las pocas posibilidades de tener un futuro mejor. Los estudiantes y recién ingresados al mercado laboral quieren un cambio y se arropan en quien se los proponga, así sea un falso mesías. Las circunstancias convirtieron al presidente más joven de Colombia en un representante del pasado.

El presidente también está presionado por las redes sociales y las noticias falsas. El periodista Santiago Ángel ha encontrado por lo menos siete episodios en los que importantes periodistas, medios y políticos divulgan informaciones equivocadas, que ponen estratégicamente en jaque al Gobierno. Por ejemplo, la semana pasada varios comunicadores publicaron en redes un video de Pereira que titularon ‘La manera como esta tanqueta pasa por encima de los manifestantes’. Trino que fue amplificado por Publimetro, Infobae y finalmente por el senador Iván Cepeda, cuando la realidad es que la persona que grabó no terminó de mostrar que el vehículo pasó por una parte de la vía prácticamente despejada. Lección: muy fácil indignarse y es muy difícil informarse.

Duque está cercado por la pandemia. La crisis desnudó nuestra débil realidad económica. Evidenció que la sostenibilidad financiera del Estado es frágil y que, ante la ausencia de materias primas para vender, dependemos de los impuestos y los entes multilaterales para sobrevivir. No hay plata para todo lo que se quiere y, por lo tanto, se acumulan las promesas incumplidas.

Todo está servido para que se materialice el sueño que tienen muchos de tumbar al presidente Duque y llevarse por delante la institucionalidad. Son astutos al entender que ante este cúmulo de argumentos es momento de dar su golpe. Comprenden que, a todo lo anterior, hay una suma de intereses del narcotráfico, organizaciones residuales y enemigos internacionales de Colombia, que le apuestan al fin de la democracia en el país. Es importante entender que hay quienes están instrumentalizando nuestra indignación, desesperación y decepción para convertirlas en arma de destrucción frente a lo que tanto nos ha costado levantar.

Es por eso que no es conveniente continuar con este torbellino de destrucción. Tenemos que avanzar en identificar a los violentos, que no son representativos de las mayorías. Deben quedar al desnudo quiénes coordinan los ataques a los CAI, y esperan a los uniformados con fusil.

Para ello lo primero es rechazar vehementemente lo ocurrido en los casos de Santiago Murillo, Nicolás Guerrero, Marcelo Agredo y Lucas Villa. Se debe buscar a los responsables. También es importante castigar inmediatamente a los protagonistas de abuso policial. Sin garantías para disentir en ley no habrá confianza para avanzar.

Segundo, es urgente que el Gobierno entable un diálogo sincero con sus contrapartes legítimas y no violentas. Debe llegar con el corazón en la mano y el oído abierto para concertar. Y, tercero, debe hacer todo lo posible para proteger la propiedad privada y restablecer el orden en lugares como Cali, en donde el caos reina desde que empezaron los desmanes.

La estrategia está clara; quieren tumbar a Duque. Lo leen débil y seguirán pegándole donde le duele. El problema es que la anarquía nunca crea el escenario de un legítimo cambio de régimen. Pasarle por delante a la ley nos dejará en ruinas y, una vez cruzado ese umbral, será muy difícil regresar. El presidente tiene la oportunidad de retomar, y los partidos de por fin actuar en beneficio del país y no de sus propios intereses.


ESTADOS UNIDOS
La ratificación del veto de Donald Trump y seis noticias internacionales de la semana

El panel de supervisión independiente de Facebook decidió mantener el veto impuesto por la plataforma al expresidente estadounidense Donald Trump, pero pidió una revisión de esa medida en los próximos seis meses.

El magnate Donald Trump sigue cosechando derrotas. El panel de supervisión independiente de Facebook decidió mantener el veto impuesto por la plataforma al expresidente estadounidense. La junta consideró que sus acciones y comentarios del 6 de enero, publicados antes de que sus seguidores se tomaran el Capitolio de Estados Unidos, crearon un ambiente que incentivó la violencia.

“Dada la seriedad de las violaciones y del persistente riesgo de violencia, estaba justificado que Facebook suspendiera las cuentas de Trump el 6 de enero y extendiera esa suspensión el 7 de enero”, dijo el panel tras su revisión. Pero recalcó que “no fue apropiado que Facebook impusiera una pena indeterminada y estandarizada de suspensión indefinida”, por lo que le pidió a la red social que se hiciera cargo del asunto para que optara por una respuesta proporcionada. Mark Zuckerberg, propietario de la plataforma, tendrá seis meses para decidir si continúa con la suspensión del expresidente o establece un límite de la prohibición, debido a que la situación actual viola sus propias reglas. Trump emitió un comunicado horas después de conocer la decisión. “Lo que Facebook, Twitter y Google han hecho es una vergüenza absoluta y un bochorno para nuestro país”, dijo.

dijo el senador chileno Guido Girardi para respaldar un extenso programa de protección de los neuroderechos y la integridad mental. Chile se convertiría en el primer país en otorgar el nivel constitucional a los neuroderechos.

refugiados será la nueva cuota anual que admitirá Estados Unidos. El presidente Joe Biden anunció la medida luego de recibir una ola de críticas por su decisión de mantener el mínimo de 15.000 marcado en el Gobierno anterior.

Un total de 25 personas resultaron muertas y más de 80 terminaron heridas tras el colapso de la viga de un puente de la Línea 12 del metro de Ciudad de México. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que se investigarán las causas y decretó tres días de duelo nacional.

La derecha en España le propinó un duro golpe al Partido Socialista del presidente Pedro Sánchez. Isabel Díaz Ayuso, candidata por el Partido Popular (PP), se alzó victoriosa en las elecciones regionales de Madrid después de duplicar su resultado de los últimos comicios de 2019 y obtener 65 de los 136 escaños de la cámara madrileña. “Hoy empieza un nuevo capítulo en la historia de España”, proclamó emocionada Díaz Ayuso desde el balcón de la sede del PP, ante cientos de seguidores.

“Hoy, desde Madrid, desde el kilómetro 0, vamos a recuperar el orgullo, la convivencia, la unidad y la libertad que necesita España”, añadió, afirmando que el Gobierno de izquierdas de Pedro Sánchez “tiene los días contados”. El golpe fue tan duro que el líder de izquierda del partido Podemos, Pablo Iglesias, anunció su retiro de la política luego de la derrota.

El fracaso del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, es rotundo. El mandatario, que es juzgado por “corrupción”, no pudo formar gobierno en el plazo previsto, lo que le da vía libre a sus adversarios políticos para sacarlo del poder.

El Likud, partido de derecha de Netanyahu, logró 30 escaños en las elecciones parlamentarias de marzo y recibió el encargo del presidente, Reuven Rivlin, de formar el próximo gobierno. Para ello, Netanyahu necesitaba una mayoría de 61 de los 120 miembros de la Knesset, el parlamento de Israel. Netanyahu no logró reunir la mayoría necesaria; por esta razón, el presidente israelí le encargó al jefe de la oposición, Yair Lapid, formar gobierno tras el fracaso de Netanyahu.

Venezuela dio un pequeño primer paso hacia la reconstrucción democrática. La Asamblea Nacional, presidida por Jorge Rodríguez y conformada por una mayoría oficialista, designó por unanimidad a los cinco nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral, entre los que destaca la presencia de dos opositores: Enrique Márquez y Roberto Picón. Esto supone un primer paso hacia la reactivación de la agenda política en la que participen las distintas fuerzas ideológicas del país.

El Parlamento es desconocido por la oposición, liderada por Juan Guaidó, mientras que Henrique Capriles, dos veces candidato presidencial contra Chávez y Maduro, estimó la designación como “un primer paso indispensable para abrir caminos en la reconstrucción constitucional y democrática” de la nación.


Opinión
La economía en manos de los vándalos

Los diez días que llevamos de paro irracional, convocado en el momento más crítico del planeta, son el reflejo de un país descuadernado.

Salud Hernández.

No entiendo el empeño en calificar de “pacífico” un paro que ha sido violento desde el principio. Ni de repetir a toda hora, como un mantra, que el derecho a protestar es sagrado. Pregunto: ¿más sagrado que la vida de un feto a punto de ver la luz? ¿Más que las de otros 19 muertos? ¿Más que el derecho al trabajo, a la salud, a vivir en paz, a salirse del rebaño?

¿Por qué, de pronto, los alcaldes, que se dicen progresistas, apagaron las voces de alerta por la covid? ¿Ya no importan los 400 muertos diarios, las aglomeraciones, las ucis al 93 por ciento, la falta de oxígeno? ¿Ni las pérdidas multimillonarias de tantos destrozos? ¿Ni echar abajo los ímprobos esfuerzos de los empresarios, casi quebrados, por recuperar sus negocios y mantener sus empleados?

Esos alcaldes y el Gobierno nacional dejaron el país en manos de jaurías de vándalos, que imponen su tiranía a millones de colombianos angustiados por el futuro. La mayoría de quienes levantan barricadas y asfixian la precaria economía que intentaba ponerse en pie no son manifestantes pacíficos. En algunos bloqueos cobran peajes y amenazan a quienes solo ansían que les permitan seguir con sus vidas. Y no se atisba una pronta salida.

Tampoco tienen un ideario coherente. En cada retén encuentran una exigencia diferente, inviables en su mayoría. Pero los han elevado a categoría de interlocutores válidos, de representantes del pueblo, al tener que negociar con ellos corredores humanitarios.

Los diez días que llevamos de paro irracional, convocado en el momento más crítico del planeta, son el reflejo de un país descuadernado. De un Gobierno y unas autoridades endebles, casi que invisibles, temerosas de actuar por miedo a la crítica y a la comunidad internacional, e incapaces de prever y planear con profesionalidad cómo afrontar acontecimientos que estaban cantados. Muchos ciudadanos se sienten abandonados por ellos.

Es el escenario soñado por la izquierda radical, que le ha medido el aceite al Ejecutivo, y tiene unos intereses contrarios a los del país. Ven a Duque como un boxeador contra las cuerdas, al que pueden zarandear aún más, a una Policía Nacional más débil que nunca, el blanco perfecto. Y Petro, convencido de que ha llegado el momento anhelado, cree que conviene a sus propósitos presidencialistas una Colombia arruinada y desesperanzada, con Ejército y Policía desacreditados ante el país y el mundo. Un modelo calcado al de Chile. Solo que aquí también participan de manera activa las nuevas Farc.

Otra prueba de la espiral peligrosa en que estamos metidos es la indiferencia ante la intentona de abrasar vivos a 15 policías, que se guarecían en un CAI de Bogotá. Esa barbarie importó menos que si chamuscaran pollos. Tan poco como las mujeres policías sometidas a un diluvio de pedruscos, lanzados con inusitada sevicia. Era como si para esos salvajes, en lugar de seres humanos, fuesen ratas.

Preocupante el odio que mostraban los jóvenes, insultando y persiguiendo a los policías supervivientes del fuego para rematarlos a golpes, y los que ansiaban matar patrulleras a piedra, como los talibanes. Se sentían con licencia para atacarlos de manera despiadada.

Y no debería sorprendernos cuando los alfiles de Petro llaman “asesinos” a la Policía a toda hora, idéntico a lo que hacen profesores, académicos, organizaciones internacionales y líderes de la Coalición de la Esperanza. Para ese amplio combo, Colombia debe perdonar los crímenes atroces de la guerrilla, pero la juventud puede vengar a su manera los injustificables homicidios y abusos de autoridad que cometen algunos uniformados en los paros que se tornan violentos. Y que la justicia, ojalá la penal militar, debe juzgar.

Ante esas actitudes, no podemos esperar que los policías tengan una mirada compasiva ni comprensiva hacia quienes los agreden a diario. Y no creo que les sirva de consuelo saber que una parte de los que pretenden matarlos pertenecen a los sectores sociales más desfavorecidos y sus acciones son gritos desesperados. También ellos están mal pagados, les cuesta llegar a fin de mes, realizan jornadas laborales extenuantes, apenas ven a sus familias, y la sociedad considera que morir o ser apaleado está incluido en el contrato, un riesgo que asumen al aceptar ese tipo de empleo. Tanto como decirles: es su problema, haber buscado otro trabajo.

Lo inaceptable es la falta de preparación con que los altos mandos les mandan a repeler a las turbas saqueadoras y a los que protestan con violencia. Han pasado siete meses desde las marchas de 2020, que causaron ocho muertos y enormes destrozos en Bogotá, incluyendo casi dos decenas de CAI destruidos, y no se aprecian estrategias para evitar tragedias y sucesos parecidos.

Tras ver incontables videos del actual paro, es evidente que cada cual actúa como puede y siente. Unos corren o se dejan pegar, y otros se defienden disparando, lo que es una barbaridad. Pero hay que darles armas no letales y métodos efectivos para protegerse ellos y a las comunidades. Lo malo es que les cogió la tarde. Y la extrema izquierda lo sabe.


Opinión
La rebelión de los jóvenes

¿Sabremos escuchar el grito desesperado de ayuda que lanzan nuestros jóvenes? ¿Seremos capaces de romper prejuicios y privilegios y ofrecerles un futuro?

Juan Carlos Florez

La ciudad estaba iracunda con la corrupción en sus empresas públicas. Ladrones de cuello blanco las saqueaban a su antojo, pues las habían recibido como botín por su apoyo al presidente durante su campaña. En diciembre llegaron rumores de una espantosa masacre cometida por el ejército contra trabajadores en Ciénaga. El embajador de Estados Unidos cablegrafió a Washington que los asesinados podían ser 1.000. Un joven parlamentario opositor recorrió la zona de la masacre para indagar si era cierta la versión del gobierno de que todo era producto de la infiltración comunista. El 8 de junio los estudiantes cruzaron la plaza de Bolívar rumbo al palacio presidencial para protestar contra la corrupción de la rosca nefanda cercana al presidente y contra la masacre en Ciénaga. A las 10:30 p. m. las tropas de Palacio dispararon indiscriminadamente hiriendo a dos estudiantes, Gonzalo Bravo Páez y Federico Scheller. Horas después el nariñense Bravo Páez fallecía. Todos estos hechos ocurrieron en 1928 y 1929. La masacre fue la de las bananeras, el parlamentario se apellidaba Gaitán y el presidente era Abadía, quien desbordado por la masiva rebelión de Bogotá tuvo que destituir al director de la Policía, a los ministros de Obras y de Guerra y al gobernador de Cundinamarca. Abadía fue el sepulturero de un atrabilioso régimen que mangoneó el país por 40 años.

Veinticinco años después, el 8 de junio de 1954, para conmemorar la muerte de Bravo, los estudiantes realizaron una peregrinación a su tumba en el Cementerio Central. Cuando regresaron por la 26 a la Ciudad Universitaria la policía irrumpió en esta y tras altercados con los estudiantes les disparó, causando la muerte de Uriel Gutiérrez, estudiante de medicina y filosofía, quien no había participado en la marcha. Al otro día, los estudiantes de todas las universidades bogotanas marcharon hacia el centro por la carrera 7a.

En un balcón de la 7a con 13 tomaba fotos de la marcha Julio Flórez Ángel, quien tenía una cámara Rolleicord fabricada por Franke & Heidecke. Eran las once pasadas cuando retrató el instante en que un pelotón de soldados disparó contra los estudiantes, foto que publicó El Espectador al otro día. En total murieron 12 personas y 50 resultaron heridas. Estaba en el gobierno el dictador Rojas Pinilla y ese día se rompió su luna de miel con la clase media. El infame ministro de gobierno Lucio Pabón dijo que la protesta estaba infiltrada por los comunistas y los laureanistas. A estos últimos les pagaba con su misma moneda, pues en 1948 Laureano acusó al comunismo ruso del asesinato de Gaitán y del Bogotazo. Pura ciencia ficción de pacotilla.

Una y otra vez los gobiernos insisten, ante el descontento de los jóvenes o el descontento popular, que todo es producto de tenebrosos infiltrados. Pero ¿acaso no ha estado el sistema infiltrado hasta los tuétanos de corrupción, narcotráfico, paramilitarismo, criminales de cuello blanco que lavan activos? Ante esta rebelión de los jóvenes, es un peligro inmenso comprar la elemental interpretación del gobierno que todo lo reduce a terroristas infiltrados. ¿Entonces un infiltrado firmó la carta de renuncia de Carrasquilla y otro infiltrado firmó por Duque la aceptación de la misma? Pues si detrás de todo esto están terroristas urbanos, ¿por qué Duque tuvo que retirar la reforma tributaria y pedirles cacao a los cacaos? La comprensión simplista de un problema contribuye a empeorarlo.

Dos encuestas llevadas a cabo en Chile y Perú nos ayudan a entender las raíces del problema. Ante la pregunta: “Pensando en el desarrollo económico en Chile/Perú actual, ¿Usted se siente ganador o perdedor?”. En Chile, los “ganadores” cayeron del 43,2 % en 2015 al 29,7 % en 2020 y los “perdedores” aumentaron del 42,7 % al 48,3 %. En Perú, los “ganadores” son un 32 % y los “perdedores”, un 55 %. (¿Cómo colapsan los establishments? C. Meléndez, mayo 5 de 2021). Si hiciéramos la misma pregunta en Colombia encontraríamos que la mayoría se siente hoy perdedora, pues las oportunidades son escasas y para muy pocos. Los jóvenes abanderan ese descontento ante un régimen que no les ofrece ni una educación que abra oportunidades, ni trabajo, ni el respeto de sus derechos. Solo en Bogotá, donde hay más de dos millones de jóvenes, pasamos, según el Dane, de 450.000 jóvenes que no podían ni estudiar ni trabajar (ninis) en abril de 2019 a 650.000 ninis en abril de 2020. Y según un sondeo realizado a jóvenes de la capital por Global Opportunity Youth Network, el 38 % perdió el empleo por la peste, según la Fundación Corona. Y esto se repite por toda Colombia.

¿Sabremos escuchar el grito desesperado de ayuda que lanzan nuestros jóvenes? ¿Seremos capaces de romper prejuicios y privilegios y ofrecerles un futuro?


VALLE DEL CAUCA
Crónica: Cali, el conmovedor relato de una ciudad secuestrada

La capital del Valle vive sus peores días por el paro nacional prolongado desde el 28 de abril. La crisis tiene a la población sumida en el caos, el desabastecimiento y un panorama desalentador. Radiografía de una ciudad en llamas.

En Cali se rompieron las barreras que contenían una bomba social a punto de estallar desde hace varios meses. A la ciudad solo le faltaba un pequeño empujón, que llegó con una reforma tributaria agresiva con el bolsillo de los menos favorecidos, y una tribuna de políticos recurriendo al caos para frenar el polémico documento.

La capital del Valle, que ya arrastraba un hastío generalizado por la inequidad social revelada por la pandemia, recibió ese baldado de agua como un detonador para salir a romperlo todo.

Miles de personas acudieron a las calles el 28 de abril; y, contrario a lo ocurrido en las principales ciudades del país, el paro se mantuvo esa noche del miércoles. Y los otros días. Cali no volvió a tener noches tranquilas. Ahora hay angustia por los bloqueos indefinidos en las entradas y salidas de la ciudad, así como sucede en las vías internas, además de las confrontaciones entre manifestantes y la fuerza pública, tiroteos, muertos, heridos, y más muertos, la mayoría jóvenes.

La ciudad es un croquis de lo que fue: 90 por ciento de las estaciones del Masivo Integrado de Occidente (MIO) ya no existen. En su lugar, hay ruinas de metal quemado y desmantelado. No hay cámaras fotomultas, pues fueron derribadas y robadas. Los postes de energía eléctrica, también echados a tierra, obstruyen el paso vehicular en muchos sectores. Los semáforos solo están en el recuerdo de quienes por última vez transitaron una ciudad en calma. Las calles son un río de escombros, basura y piedras. Hay estaciones de gasolina vandalizadas, y algunas no funcionarán hasta dentro de tres meses. Sedes bancarias, incineradas, y supermercados de grandes cadenas, reducidos a escombros.

Las pérdidas, calcula la Alcaldía de Cali, superan los 200.000 millones de pesos. La ciudad retrasó diez años su crecimiento, tiempo que estiman para reponerse del estrago social causado en diez días de paro.

Eso en cuanto a lo material. Pero en lo social hay otro fenómeno llamativo: centenares de jóvenes, sin distinción de clases, se han tomado puntos estratégicos y montaron allí campos de resistencia. La ciudad parece una escena de cualquier serie de ficción apocalíptica. Piden la renuncia del presidente Iván Duque, a quien culpan de sus desgracias. No hay otros pedidos, pues con el retiro de la tributaria y la renuncia del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, el único motor que aún aviva la protesta es resistir.

El analista político Santiago Londoño asegura que lo acontecido en Cali estos días es una bola de nieve que creció en meses previos y encontró en el paro nacional una especie de desahogo: “Aquí hay grandes sectores sociales, y se ve un fenómeno llamativo, y es que la dinámica de protesta ya no obedece a las centrales tradicionales”.

En palabras simples: el paro en Cali ya no les pertenece a los políticos ni a las centrales obreras que lo convocaron al principio. Ahora la ciudad tiene microparos en diferentes sectores, y en cada uno de ellos las peticiones varían. En un recorrido realizado por SEMANA, se pudo establecer que en la capital del Valle –solo en calles internas– hay más de 25 barricadas de jóvenes en primera línea (encapuchados con elementos de protección artesanal), y algunos ciudadanos que los asisten con alimentos y bebidas.

Estos jóvenes han encontrado en esos puntos cierta reivindicación de su papel en la sociedad. Se definen como “soldados del pueblo”, y muchos de los ciudadanos así los ven. Pasaron de ser los excluidos socialmente en sectores vulnerables a comandar un ejército de encapuchados que se enfrentan al establecimiento opresor. Su existencia se ha resignificado, y eso los alienta a continuar bloqueando y destruyendo lo necesario para utilizarlo como elemento de defensa.

Londoño describe esta situación como un fenómeno social interesante, porque estos “jóvenes son personas que no tienen ningún tipo de oportunidades, que en muchos casos no pueden comer tres veces al día ni tampoco asistir a clase, ya que los colegios públicos no están en alternancia”.

El sentimiento de anarquía total se ha tomado varios puntos de la ciudad, y a la lucha de resistencia se han unido pandillas, clanes y otras estructuras criminales organizadas, como las disidencias de las Farc en el Cauca, que ven en el caos una oportunidad grande para expandir sus tentáculos. No en vano, en la ciudad se han registrado más de 100 episodios de saqueos a establecimientos de comercio minoristas, y se instauraron peajes urbanos ilegales. Si alguien desea transitar en su vehículo –y a pie–, debe pagar desde 2.000 hasta 20.000 pesos.

“Uno tiene la sensación de que a las autoridades la situación se les salió de las manos”, concluye Londoño. Lo paradójico es que Cali ahora mismo es la ciudad con mayor pie de fuerza en el país tras la llegada de 4.000 hombres. El mismo general Eduardo Zapateiro, comandante del Ejército Nacional, despacha desde la capital del Valle. Y, aunque prometió recuperar el orden en menos de 24 horas, el caos aún reina.

Las confrontaciones entre manifestantes y fuerza pública se han centrado en Paso del Comercio, Puerto Rellena, Siloé y La Luna. Los enfrentamientos en las noches han dejado cerca de 30 muertos, entre policías y jóvenes, así como un número incontable de heridos, según datos entregados por la Secretaría de Seguridad.

Videos aficionados en internet muestran excesos de ambos lados: uniformados arremetiendo con armas letales contra civiles, y hombres encapuchados utilizando pistolas y revólveres para detener el avance del Esmad. El alcalde Jorge Iván Ospina ha optado por el silencio frente a esos episodios. Condena los excesos, pero no pretende comprometer su capital político, fundamentado en los sectores populares, esos mismos en los que hoy se libran los enfrentamientos más fuertes.

En el día, la ciudad es una constante preocupación de reportes de daños y robos que inundan las redes sociales. Una de las escenas más repetidas es la toma de las válvulas y tanques de reserva de combustible de las estaciones de gasolina por caravanas de motociclistas, sin que ninguna autoridad haga nada. En la ciudad más militarizada de Colombia se roban la gasolina a plena luz del día, ante el riesgo inminente de que pueda ocurrir una explosión y el número de fallecidos se cuente por centenares.

Para Londoño, si el paro y bloqueo de vías en Cali persiste más allá del domingo, habrá un desgaste: “La gente sentirá que la protesta perdió el foco”. Pero en algunos sectores de clase alta la paciencia se ha empezado a agotar. Habitantes de Ciudad Jardín, la zona residencial con mayor valorización de la ciudad, increparon a manifestantes de la Universidad del Valle que tienen bloqueada la entrada y salida del barrio. La situación escaló a insultos y disparos. Lo mismo ocurrió en el oeste.

El fenómeno de enfrentamientos entre civiles también se vive –en menor medida– en sectores populares, donde el comercio minorista está completamente detenido por los bloqueos y los saqueos, que no dan tregua.

Todo eso se suma a la escasez, y la imposibilidad de conseguir alimentos de la canasta familiar por menos de 5.000 pesos. El hambre definirá el rumbo de las protestas en los próximos días. La Alcaldía logró, por medio del diálogo, abrir corredores humanitarios para la entrada de alimentos y combustible, pero, si no se habilitan otros espacios de abastecimiento, ese esfuerzo será en vano. “Fueron surtidas cuatro estaciones de gasolina, y allí estamos haciendo presencia para que el abastecimiento se haga de forma controlada”, señaló María Fernanda Santa, secretaria de Desarrollo Económico.

Cali cosecha en plena pandemia los frutos del crecimiento acelerado, en medio de marcadas desigualdades sociales, de exclusiones y de un coctel delincuencial que agrupa todas las formas de criminalidad. La bomba social estalló en el peor de los momentos.